Contradicción en torno al combate contra la droga

Contradicción en torno al combate contra la droga

Se suele afirmar que la vida es una constante contradicción entre lo que quiere y lo que hace. De allí que el ser humano persiga la coherencia, aunque, en verdad, no es el caso de todos. A menudo se sostiene -no sin razón- que los argentinos somos presa de este contrasentido, especialmente la clase dirigente que manifiesta una cosa y hace otra. La droga es una de las calamidades de la sociedad; se ha convertido en un vehículo de la destrucción que no reconoce edad ni condición social; sus víctimas preferidas son los adolescentes y los jóvenes.

El 30 de agosto pasado, el presidente Mauricio Macri lanzó el plan “Argentina sin narcotráfico”, al cual se adhirieron mandatarios provinciales. “Todo lo que esté a nuestro alcance lo vamos a hacer”, dijo en la ocasión el gobernador tucumano, Juan Manzur.

El miércoles, Macri puso en marcha el programa Compromiso Social contra las Adicciones, que se articulará entre el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) con organizaciones civiles y grupos eclesiásticos. “Espero que en cada colegio de este país se le enseñe a los chicos con el mismo grado de agudeza con el que se le enseña matemáticas, geografía o historia, cuáles son las consecuencias de caer en el abuso de las drogas”, manifestó el mandatario.

En contrapartida, hace 11 meses, se encuentra paralizada en La Costanera la construcción del Centro Preventivo Local de Adicciones (Cepla), obra que se inició en julio de 2015 con fondos nacionales, con la supervisión de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU). Los trabajos se detuvieron porque la Nación le adeudaba a la constructora provincial los certificados de obra impagos desde 2015. La deuda ya fue pagada, pero la empresa exige el pago de intereses y fondos extra por la puesta a punto de la estructura en pie, que fue saqueada y vandalizada. La DAU hizo una nueva evaluación para determinar el costo para terminar la obra. “El costo histórico no es el costo necesario para finalizarla ahora. Hay una diferencia de varios millones de pesos, unos $8 millones”, sostuvo el secretario general de la Gobernación. La Nación anunció que intimaría a la firma.

En octubre pasado, La Hermandad de los Barrios (reúne siete villas) y las Madres del Pañuelo Negro le pidieron nuevamente al responsable de la Sedronar la terminación del Cepla; a comienzos de septiembre el funcionario les había prometido que este se inauguraría en diciembre. El grupo “Ganas de Vivir” impulsa un comedor de noche para adictos, como una estrategia de tratamiento. Dos veces por semana, cocinan casi 100 raciones para enfrentar a dos de los problemas que más crecieron: el hambre y el consumo de “paco”. Dijeron que si el Cepla estuviese terminado, podrían tener una lugar dónde cocinar y dar de comer. “Quiero que se definan y nos digan si se termina o no, así dejamos de ilusionarnos. Ya estamos cansados de sentirnos discriminados. Lo invitamos al gobernador Manzur a que venga a comer al comedor, con los chicos. Los pobres no muerden, tienen hambre nada más”, indicó una vecina.

Tucumán padece una orfandad alarmante de centros de recuperación de adictos, pese a que en los últimos lustros recibió un permanente apoyo económico de la Nación.

Paradójicamente, mientras a nivel nacional se anuncian programas para combatir con firmeza este flagelo, por cuestiones burocráticas una obra fundamental está detenida desde hace casi un año, entretanto la droga sigue destruyendo chicos tucumanos y a sus familias por falta de tratamiento terapéutico.

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