03 Diciembre 2016
PSICOLOGÍA. Erin Sweeny, psicóloga.FOTO TOMADA DE LA BBCMUNDO.COM.
Erin Sweeny, una psicóloga de violadores y abusadores sexuales, lleva más de 20 años dedicándose a esos pacientes y asegura que su trabajo es odiado por la gente, pero que es necesario entender el comportamiento de ese tipo de conductas y descubrir por qué llegan a cometer ese tipo de delito, según reprodujo la BBC Mundo.
"Todos las personas que cometen delitos sexuales son diferentes en muchos aspectos, pero lo que tienen en común es que han tenido una infancia triste. Por lo general, con padres abusivos, negligentes, no comprometidos o ausentes. La mirada materna contribuye a definir cómo comenzaron a experimentar y a ver el mundo, especialmente en el caso de las mujeres", afirmó Sweeny.
La psicóloga contó que muchos de los delincuentes se creen con derechos adquiridos sobre las mujeres y el sexo. Otros, dice, luchan con las emociones y la única que pueden expresar de manera fiable es la ira y algunos están motivados por la venganza.
"Uno de mis pacientes había violado a una mujer frente a su pareja y les había dado una golpiza salvaje a ambos. En apariencia, era simpático, bien parecido y sociable", dijo la especialista y aclaró que ese tipo de delitos no hace distinción de clase, de dinero, de educación o religión.
El trabajo que realiza se trata de explorar los detalles de las violaciones: sus pensamientos, sus sentimientos y las conductas que condujeron al abuso propiamente dicho.
"La manera en que los medios presentan el sexo y a las mujeres son en parte responsables, por volverlas un objeto. Si un hombre joven con un pasado problemático empieza a asociar pensamientos e imágenes violentas con excitación sexual, luego necesitará poner en marcha una cadena de refuerzo que confirme esta asociación (en la realidad)", sentenció la psicóloga.
Uno de mis pacientes había violado a una mujer frente a su pareja y les había dado una golpiza salvaje a ambos. En apariencia, era simpático, bien parecido y sociable, pero debajo albergaba pensamientos negativos perturbadores, de venganza, y los agravios se desencadenaban cuando se sentía rechazado, estaba estresado o rumiaba sobre los daños que otros le habían hecho. También se excitaba sexualmente con fantasías violentas. Y cuando bebía alcohol, su razonamiento se deterioraba aún más.
Así funciona la mente de un violador
"A veces es muy difícil. A veces ellos son los que disparan mis pensamientos más profundos y debo admitir que en ocasiones he llegado a pensar toda clase de cosas horribles que me gustaría hacerle a ellos como castigo", confesó Ern Sweeny.
La investigación científica sugiere que el tratamiento, si se siguen los principios adecuados, puede llevar al cambio y que los delincuentes sexuales no reinciden en la medida en que todo el mundo cree que lo hacen.
"Todos las personas que cometen delitos sexuales son diferentes en muchos aspectos, pero lo que tienen en común es que han tenido una infancia triste. Por lo general, con padres abusivos, negligentes, no comprometidos o ausentes. La mirada materna contribuye a definir cómo comenzaron a experimentar y a ver el mundo, especialmente en el caso de las mujeres", afirmó Sweeny.
La psicóloga contó que muchos de los delincuentes se creen con derechos adquiridos sobre las mujeres y el sexo. Otros, dice, luchan con las emociones y la única que pueden expresar de manera fiable es la ira y algunos están motivados por la venganza.
"Uno de mis pacientes había violado a una mujer frente a su pareja y les había dado una golpiza salvaje a ambos. En apariencia, era simpático, bien parecido y sociable", dijo la especialista y aclaró que ese tipo de delitos no hace distinción de clase, de dinero, de educación o religión.
El trabajo que realiza se trata de explorar los detalles de las violaciones: sus pensamientos, sus sentimientos y las conductas que condujeron al abuso propiamente dicho.
"La manera en que los medios presentan el sexo y a las mujeres son en parte responsables, por volverlas un objeto. Si un hombre joven con un pasado problemático empieza a asociar pensamientos e imágenes violentas con excitación sexual, luego necesitará poner en marcha una cadena de refuerzo que confirme esta asociación (en la realidad)", sentenció la psicóloga.
Uno de mis pacientes había violado a una mujer frente a su pareja y les había dado una golpiza salvaje a ambos. En apariencia, era simpático, bien parecido y sociable, pero debajo albergaba pensamientos negativos perturbadores, de venganza, y los agravios se desencadenaban cuando se sentía rechazado, estaba estresado o rumiaba sobre los daños que otros le habían hecho. También se excitaba sexualmente con fantasías violentas. Y cuando bebía alcohol, su razonamiento se deterioraba aún más.
Así funciona la mente de un violador
"A veces es muy difícil. A veces ellos son los que disparan mis pensamientos más profundos y debo admitir que en ocasiones he llegado a pensar toda clase de cosas horribles que me gustaría hacerle a ellos como castigo", confesó Ern Sweeny.
La investigación científica sugiere que el tratamiento, si se siguen los principios adecuados, puede llevar al cambio y que los delincuentes sexuales no reinciden en la medida en que todo el mundo cree que lo hacen.
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