“Queremos que los chicos estén en un lugar mejor”, aseguran desde el Gobierno

“Queremos que los chicos estén en un lugar mejor”, aseguran desde el Gobierno

Tirado reconoció que las condiciones no eran buenas y detalló cuáles serán los cambios

LA ENTREVISTA. Los tres funcionarios dialogaron con LA GACETA.  LA ENTREVISTA. Los tres funcionarios dialogaron con LA GACETA.
03 Diciembre 2016
Un grupo de obreros trabaja en el Instituto Roca bajo el rayo del sol de la siesta. El cartel que se colgó en la entrada anuncia que las obras iniciaron el 1 de diciembre de 2016, pero las autoridades del lugar aclaran que las remodelaciones comenzaron mucho antes, a mediados de septiembre. Fue cuando el Ministerio de Desarrollo Social consiguió que le aprobaran el presupuesto de más de $ 10 millones necesarios, según señala el mismo letrero. “Queremos que los chicos estén en un lugar mejor”, resalta Sandra Tirado, Secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia.

La funcionaria está al tanto del lapidario informe que elevó la jueza de Menores Judith Solórzano a la Corte Suprema de Justicia. “Hablamos con la jueza por este y por varios temas, tenemos un contacto permanente con ella porque es la única jueza que tenemos a cargo de los adolescentes en conflicto con la ley penal. El ministro Gabriel Yedlin y yo estuvimos reunidos con ella en el Juzgado, luego la Corte nos notificó y a partir de ahí se realizó el pedido de fondos para hacer la obra. Hablamos con la DAU (Dirección de Arquitectura y Urbanismo) y en septiembre se inició el trabajo”, confirma.

Tirado reconoce que el Roca tiene una estructura edilicia carcelaria. “Lo que se busca con esta obra no es solo una mejora edilicia sino que esta no sea carcelaria, porque hoy tiene una estructura edilicia muy carcelaria. La idea es que los operadores terapéuticos puedan trabajar en la reinserción social de los jóvenes y esta estructura iba en contra de ese objetivo”, afirma.

Sobre ese aspecto, el director de la institución, Ernesto Sansierra, recuerda que cuando llegó al Roca cada habitación estaba separada por rejas, como en el penal. “Después de un largo trabajo conseguimos sacarlas y ahora solo hay una reja que separa el sector de las habitaciones, pero adentro los chicos pueden desplazarse libremente”, rescata.

Los cambios

Tirado admite que había mucho por mejorar en las instalaciones. “Había uno de los sectores que se llovía, entonces se los mudó a los chicos al comedor para poder arreglar el techo. Otro grupo está en la parte de atrás donde va a funcionar un centro de admisión y derivación, que es importante porque todos los adolescentes que sean aprehendidos no irán más a las comisarías sino que serán llevados a ese lugar y en las siguientes 24 o 48 horas se va a definir su destino”, adelanta.

Respecto a las tarimas de cemento sobre las que dormían los jóvenes, la funcionaria cuenta que ya fueron reemplazadas por camas de madera. “Los chicos ya están durmiendo en camas comunes, con colchas y colchones. Darles esto también fue un voto de confianza porque queremos que sientan que están en un lugar amigable, como una casa”, destaca. Sobre ese aspecto, Sansierra aclara que los jóvenes reciben frazadas y colchones ignífugos, y que no se les provee de sábanas por cuestiones de seguridad.

Los baños tampoco eran los adecuados, reconoce Tirado. “Lo que se va a hacer es baños anti vandálicos con todos los elementos que corresponden”, asegura, mientras recorre las obras con LA GACETA. Sin embargo, este diario no tuvo acceso a ese sector porque ya había sido inhabilitado como consecuencia de las obras.

Sansierra dice que no quiere entrar en una polémica con Solórzano, pero niega la existencia de alimañas. “Si uno viene un día y habla con los chicos, ellos lo verán como la oportunidad de conseguir la libertad y se van a quejar de todo. Pero es muy distinto convivir con ellos”, asegura.

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