Respuestas tecnológicas a problemas regionales

Respuestas tecnológicas a problemas regionales

El INTA Famaillá cumplió 58 años de trabajo para el agro tucumano. Sopena es el nuevo Director del organismo. Los 60 del INTA.

FELICIDADES. Funcionarios del INTA Regional y de la Eeaoc, técnicos, productores e investigadores asistieron al acto que se realizó ayer en el INTA Famaillá. FELICIDADES. Funcionarios del INTA Regional y de la Eeaoc, técnicos, productores e investigadores asistieron al acto que se realizó ayer en el INTA Famaillá.
03 Diciembre 2016
Ayer se realizó un acto en el INTA Famaillá con motivo del festejo de los 60 años de creación del instituto que se sumó al festejo de los 58 años del INTA Famaillá, y a la vez, la asunción del nuevo director de esta EEA, Roberto Sopena.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) trabaja, desde el 4 de diciembre de 1956, en líneas tecnológicas que brindan soluciones concretas a problemáticas regionales, marcan el futuro en investigación y mejoran la calidad de vida de la sociedad.

Actualmente, el INTA tiene presencia en las cinco regiones de la Argentina, con una sede central, 15 centros regionales, seis centros de investigación, 52 estaciones experimentales, 22 institutos y más de 400 unidades de extensión. Y se destaca por ser una de las pocas instituciones en el mundo cuya estructura articula investigación y extensión, logrando un contacto directo con el territorio, que ayuda a los investigadores a estar vinculados con las problemáticas reales.

Con el aporte científico y tecnológico del INTA, la Argentina se posiciona como referente mundial en mejoramiento genético de cultivos, secuenciación de los genomas de papa, tomate, moha, trigo y girasol.

Estas investigaciones permiten generar plantas más resistentes a condiciones climáticas extremas, multiplicar rendimientos por hectárea, minimizar el ataque de plagas y enfermedades, entre otras aptitudes.

Con el foco en la articulación, el INTA sostiene programas de investigación con universidades y empresas para diseñar alimentos funcionales para ser transferidos a la industria.

En contribuciones a la salud humana, especialistas del instituto integraron el equipo interdisciplinario que presentó el prototipo de un dispositivo nacional de asistencia cardíaca mecánica, de larga duración, que sirve para asistir a niños que se encuentran a la espera del trasplante cardíaco.

Además, se destaca la creación de un bioinsecticida de control eficaz para combatir las larvas del mosquito transmisor del dengue.

En competitividad agrícola, se destacan las tecnologías que son exportadas y tienen proyección en el mundo como silobolsa, siembra directa y bioinsumos.

A estas innovaciones se suma el trabajo en agricultura de precisión, con dispositivos que automatizan procesos, y los aportes en generación de información estratégica a partir de infraestructura satelital.

Tecnologías simples

En cuanto a tecnologías apropiadas para productores de pequeña y mediana escala, el instituto promueve el desarrollo de maquinaria con funcionamiento sencillo y de bajo costo: Javiyú, Cañera INTA, La Reconquista, La Lola y Cuyana Cosechadora. Asimismo, trabaja en tecnologías vinculadas con acceso al agua y energías alternativas, que permiten fortalecer el desarrollo de comunidades y agricultores familiares.

Desde el inicio, el INTA es un promotor de la innovación científico-tecnológica para el sector agropecuario y garantiza que la sociedad se beneficie con sus logros.

Así, la unidad de Vinculación Tecnológica nace como un espacio en el que se transfieren tecnologías a empresas para su producción y comercialización, a cambio de pagos por licencias y regalías.

Por ello, en su historia logró más de 1.000 variedades registradas, 50 patentes aprobadas y 100 solicitadas.

En el territorio
  
El reconocimiento social que recibe la investigación científica-técnica encabezada por el INTA se debe no sólo a la calidad de la innovación, sino a su capacidad para adentrarse en los territorios, promover la adopción tecnológica y multiplicar el desarrollo equitativo de las regiones. Para lograrlo, lleva adelante programas y proyectos que, sobre una lógica asociativa, buscan mejorar los emprendimientos de diferente escala.

De este modo, el programa “Cambio Rural II” reúne a más de 12.500 productores que participan en forma asociada y vinculados a diversas actividades económicas, diseñando proyectos en conjunto que promuevan el desarrollo local y fortalezcan las economías regionales.

Además, en el marco del Programa Federal de Apoyo al Desarrollo Rural (Profeder) que involucra a otras líneas de trabajo como Proyectos de Apoyo al Desarrollo Local, Minifundio, Profam y Proyectos Integrados, el INTA asiste de manera directa a más de 18.400 pequeños y medianos productores en el país.

En articulación con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde hace 26 años, se destaca la acción del programa ProHuerta, que garantiza alimentos a más de 2,80 millones de personas y cubre el 90% de los municipios.

Los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial (PRET) -una propuesta innovadora del INTA que articula extensión e investigación- integran la estructura institucional con la que se aborda las realidades de los territorios. En la actualidad, funcionan 120 en todo el país, que alcanzan directamente a más de 183.000 productores.

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