Cartas de lectores
01 Diciembre 2016

Anses

El 8 de diciembre se cumplirán exactamente 16 meses desde el inicio de mis tramites jubilatorios. Hasta la fecha dicho trámite estuvo seis meses en el Departamento Jurídico (UDAI Tucumán) en donde estaban “siendo evaluados mis antecedentes”; luego el pasado 6/6/16 y hasta la fecha actual pasó a la Unidad de Resolución de Trámites Centralizados “A” (Buenos Aires), y en donde se encuentran “siendo analizados los antecedentes presentados”. Interpuse dos Prontos despacho del expediente: uno en la UDAI Tucumán y el otro en la unidad correspondiente en Buenos Aires sin que hasta el momento obtuviera una respuesta a mis reclamos. Es ante esta situación en la que me encuentro totalmente indefenso ante esa institución y me pregunto cuánto tiempo más deberé esperar para poder obtener una jubilación como me corresponde después de haber aportado religiosamente durante más de 40 años de trabajo.

Héctor J. A. Navarro

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Ansiedad gubernamental

En diario Clarín del 28/11 leí un reportaje a Marcos Peña, jefe de Gabinete nacional, en el que afirma que los errores que cometió el gobierno de Mauricio Macri hasta ahora fueron “por ansiedad y no de mala fe”. Considerando esto, es que me permito sugerirle, tanto al presidente como a todos sus funcionarios, que recurran a algunas de las muchas opciones terapéuticas que existen para afrontar tal trastorno. Pueden valerse de drogas como Alprazolam, Clonazepam, Diazepam o Bromazepan (por mencionar algunas) que son muy efectivas, o sino a profesionales que a través de las teorías freudianas o lacanianas o de la Gestáltica puedan brindarles también un muy efectivo alivio a la ansiedad que manifiestan y así dejar de cometer tantos errores que tanto daño les están causando a millones de argentinos. Se lo sabremos agradecer.

Oscar Beltrán

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Fidel Castro (I)

La muerte de Fidel Castro produjo una encrucijada a los que pregonan y ejercen la democracia en nuestro país, y por ende reniegan de las dictaduras, toda vez que tuvieron que expresar sus condolencias al pueblo cubano por la pérdida de su líder. Lo de Castro es un hecho extraño para analizar: durante su larga dictadura no necesitó de elecciones democráticas ni de un poder legislativo para fomentar la educación, y con ello reducir al máximo el analfabetismo. En cuanto a salud, sus centros asistenciales cobraron fama mundial. Prueba de ello es que los personajes adinerados, cuando tienen un problema serio de salud, recurren sin más vueltas a ese país caribeño. Y en lo referido a seguridad, el régimen castrista era implacable con los autores de delitos, y con ello atemorizó a los corruptos, que no es poca cosa en esta América plagada de gobernantes acusados de “chorros” en gran escala, con pueblos engañados y empobrecidos. Por otro lado, toda vez que Castro concurría a eventos internacionales de orden democrático, donde desfilaba lo más representativo de cada país invitado, el dictador Fidel Castro se convertía en la estrella más esperada, escuchada y reporteada. Conocido su deceso, lo que me queda por decir es que las reelecciones, el nepotismo, la falta de ética, las reformas constitucionales por conveniencias personales, y las dinastías familiares en el poder, también son formas de dictaduras. Nuestro país es un claro ejemplo de ello: los Lencina, Cornejo, Perón, Juárez, Saadi, Menem, Rodríguez Saá, Insfrán, Romero Feris, Kirchner, Alperovich, etcétera, y decenas de ocupantes de cargos políticos menores, pero de relevancia a lo largo y ancho del país, son feudales. Queda claro que si se considera lo de Fidel Castro y compañía como un régimen dictatorial, a no rasgarse las vestiduras. Bien les cabe aquello de que “el muerto se admira del degollao”.

Ysmael Díaz

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Mario Bravo 247

Banda del Río Salí


Fidel Castro (II)

El 25 de noviembre la lluvia abrió las puertas del cielo para recibir al más grande ser humano de los últimos 60 años, cuando partía en el Granma para liberar a su patria del dictador Fulgencio Batista, sirviente del imperialismo norteamericano. Junto al doctor Ernesto “Che” Guevara Lynch de La Serna cambiaron el curso de la historia, y Cuba fue la patria de la igualdad, de la fraternidad y de la libertad; y su ejemplo llenó de esperanzas a todos los humildes de la tierra. En Cuba, que era el cabaret de mafiosos y banqueros yanquis, donde la miseria y la desnutrición hacían estragos en la población, surgió la educación y la salud para todos, y de un pueblo con 60% de analfabetos, salieron miles de médicos que van a curar dolencias y a socorrer al os necesitados en los lugares más pobres de la tierra. Pensemos: si el imperialismo con las multinacionales no fueran tan insaciables en su codicia y destinaran un mínimo a solucionar la miseria mundial, quizás podrían salvarse de la catástrofe millones de personas. Y allá va Fidel Castro Ruz, rumbo al séptimo cielo, de la mano del Che Guevara, guiados por Leandro Alem, Hipólito Yrigoyen, Evita Duarte, Augusto Sandino, Salvador Allende, Ho Chi Min, Nelson Mandela, Gamal Abdel Nasser, Yasser Arafat, Patrice Lumumba; Ricardo Balbín, Arturo Illia y Raúl Alfonsín. Va el hijo dilecto de estas tierras americanas a exponer ante Dios, clemente y misericordioso, la atrea cumplida para bien de la humanidad.

Amado Apud

Lídoro Quinteros 67

San Miguel de Tucumán


Fidel Castro (III)

La trayectoria de Fidel Castro a través del tiempo marcó un ícono para Latinoamérica y para el mundo entero. Al principio fue bien visto, junto a todos quienes lo acompañaron en la gesta del derrocamiento del fascista gobernante de Cuba, Batista, quien era amo y señor de toda esa región. Con el tiempo Castro fue variando en su ideología -cada cual argumentará los motivos de dicha decisión-, apoyándose sustancialmente en la Unión Soviética para poder subsistir durante 30 años al bloqueo económico impuesto por EEUU. No voy a entrar en las disquisiciones políticas sobre él, pero tal cual lo señalara LA GACETA en su crónica, marcó un icono cultural dentro y fuera de la política. El ideólogo de exportar la experiencia cubana a Latinoamérica no fue él, sino el “Che” Guevara, cuyo resultado ya lo conocemos. Mucho antes se formaron los grupos guerrilleros de orientación peronista, especialmente en nuestra provincia. Pero sí estoy en desacuerdo con la carta del doctor en Medicina Ramiro Castellanos, que manifiesta que “que gracias a nuestro valiente Ejército logramos vencer militarmente, aunque no políticamente a la guerrilla”. En el país no hubo ninguna guerra, sino que fuera de la Ley, las Fuerzas Armadas con apoyo civil y de grandes grupos económicos con el pretexto de combatir a la guerrilla, dieron lugar a la peor época de violaciones a los Derechos Humanos. Manifiesta Ramiro Castellanos, “que esperó personalmente este momento, no para condolerse de un tirano, sino lo que piensa de la revolución cubana”. Llama la atención el porqué esperó tanto tiempo, cuando la mayoría del pueblo argentino se expresaba, aun con los temores y terror del momento en contra de la Dictadura y la violación de los Derechos Humanos. No coincidí nunca con la ideología de Fidel Castro, pero sí tengo que reconocerle el valor, la constancia y su lucha desde sus mocedades sufriendo cárcel y exilio. Le sugiero a Castellanos que cuando incursione y mezcle a Fidel Castro con lo que aconteciera en el país, que el partido comunista apoyó el Golpe Militar de 1976. Para terminar debería leer el prólogo del trabajo que hiciera la comisión nombrada por Raúl Alfonsín, para investigar las desapariciones en el período 76-83 donde reinaba el Gobierno Militar, desarrollado en el libro “Nunca más”.

José Luis Avignone

Marcos Paz 922

San Miguel de Tucumán


Servicios adicionales

Hago mía la tristeza de los padres, hermanos y demás familiares que hoy lamentan la irreparable pérdida de este joven muerto en ocasión de robo; como cristiano no me caben dudas de que Dios les hará alcanzar la resignación que nace de la aceptación de este designio divino. En modo alguno pretendo aprovechar este caso que enluta a toda la sociedad tucumana; vivimos en inseguridad pública absoluta. Gozamos de las libertades consagradas en un Gobierno democrático, pero a la vez impone una serie de derechos individuales que estamos limitados a gozarlos, ya que la inseguridad se ha instalado de manera tal que resultará complicado salir. Tenemos distintas fuerzas de trabajando en Tucumán, por imperio de la Ley de Emergencia de Seguridad; algo no está bien estructurado, pueden ser muchas las razones para que no funcione ni ejecuten acciones como una unidad coherente en la prevención del delito. La política institucional no debe ser confundida con la política partidaria; hablemos claro y preciso: fracasaron todos los protocolos de seguridad, pues la policía como institución ha desvirtuado el estado psicológico que reinaba en la fuerza, conocido por espíritu policial. Este principio o como quieran llamarlo quedó en el pasado (para muchos, cosas de viejos). Señores, es necesario, ya que a través de las redes sociales encontré varios comentarios que reflejan la policía actual, que tiene una marcada efectividad en sus tareas privadas aranceladas, pues se ha convertido en una verdadera empresa de seguridad privada, dejando en manos de unos cuantos la seguridad pública, a través de los llamados servicios adicionales, los mejores calificados por la remuneración que se percibe. Acertado está que no es función policial perseguir el fraude fiscal; sería conveniente conocer que destino se da al 20% que se cobra por supervisión de un servicio adicional, están actuando como una casi sociedad de hecho. El estado provincial les provee los recursos humanos y materiales para su cometido, que al no existir un ordenamiento jurídico que regule esta actividad, hay quienes cobran como oficiales jefes y un extra por supervisar un servicio adicional. El adicional debe continuar desarrollándose, pero siguiendo un ordenamiento jurídico adecuado, para que todos en general estén en igualdad de condiciones y no permitir que se convierta en un negociado de unos cuantos. Señores no me anima ambición personal alguna, no existe en mí revanchismo de ninguna índole ni tampoco otro propósito que no sea alertar sobre una situación pública y notoria, que con el paso del tiempo será inmanejable. Simplemente inspecciones facturas emitidas en el concepto antes mencionado y podrán comprobar fehacientemente de que hablo. Quienes comandan la policía, deben recordar el lema de mi querida Escuela de Policía.

Luis Amado Díaz Díaz

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