28 Noviembre 2016
BUENOS AIRES.- Las alianzas partidarias en Capital Federal comenzaron a perfilarse para las elecciones de 2017 en medio de crecientes especulaciones sobre un peronismo dividido tentado por el Frente Renovador y el GEN y también por Martín Lousteau, quien a su vez podría jugar por adentro o por fuera de Cambiemos.
Las elecciones del año que viene no modificarán demasiado el esquema de mayorías en la Legislatura porteña ni en el Congreso, pero se leerán como un balance de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, quien tomó la posta porteña sin una oposición contundente pero con el desafío de sostener el bastión del PRO, la cuna del partido que llevó a Mauricio Macri a la presidencia.
El oficialismo y la oposición coinciden en un obvio triunfo del partido gobernante; sin embargo, hay dos elementos clave que serán leídos hasta 2019: el porcentaje de votos que le saque el PRO al segundo; y los acuerdos partidarios que realice la oposición, hoy disputada por un peronismo partido y por la sombra oscilante de Lousteau, quien el año pasado estuvo a tres puntos de diluir las aspiraciones presidenciales de Macri. Embajador en Estados Unidos, Lousteau afirmó hace unas semanas a Clarín que se postulará como jefe de Gobierno en 2019. Sin embargo, para las elecciones de medio término, no está claro el rol que jugará su partido: si por dentro o por fuera de Cambiemos.
Por otra parte, en el oficialismo porteño, la candidatura de Elisa Carrió es una expresión de deseo desde hace meses, alimentada incluso por ella misma, al dejar abierta la chance de presentarse en Capital o en la provincia Buenos Aires ya que tiene asentado domicilio en ambos distritos.
Pero ir con Lousteau y Carrió juntos de candidatos, para el oficialismo no sería negocio: aunque les daría un amplio triunfo del más del 40% de los votos, implicaría ceder esas bancas para los candidatos de esas fuerzas políticas, dejando al PRO puro con menos bancas que en la actualidad.
En un distrito en donde el jefe del Ejecutivo está convencido de que “la mejor campaña es la gestión”, focalizada en la mejora de las villas y la policía porteña, posiblemente el candidato, que ya se baraja en la mesa chica, sea el mismo vicejefe de gobierno, Diego Santilli.
Mientras tanto, la oposición porteña -si es que no se cuenta a Lousteau en ese conglomerado- busca rearmarse atenta a la división del peronismo, luego de que en septiembre se partiera el bloque del FPV en la Legislatura y a principios de este mes, el histórico dirigente Juan Manuel Olmos anunciara la formación del Nuevo Espacio de Participación (NEP), una jugada que busca el diluir el poder de La Cámpora en el PJ.
Es que la agrupación que protagonizó el año pasado una muy escasa performarce electoral -no llegó al balotaje- es aliada al presidente del PJ porteño Víctor Santa María, quien con la formación del NEP se quedó sin los apoderados del partido, claves para definir las listas electorales. (Télam)
Las elecciones del año que viene no modificarán demasiado el esquema de mayorías en la Legislatura porteña ni en el Congreso, pero se leerán como un balance de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta, quien tomó la posta porteña sin una oposición contundente pero con el desafío de sostener el bastión del PRO, la cuna del partido que llevó a Mauricio Macri a la presidencia.
El oficialismo y la oposición coinciden en un obvio triunfo del partido gobernante; sin embargo, hay dos elementos clave que serán leídos hasta 2019: el porcentaje de votos que le saque el PRO al segundo; y los acuerdos partidarios que realice la oposición, hoy disputada por un peronismo partido y por la sombra oscilante de Lousteau, quien el año pasado estuvo a tres puntos de diluir las aspiraciones presidenciales de Macri. Embajador en Estados Unidos, Lousteau afirmó hace unas semanas a Clarín que se postulará como jefe de Gobierno en 2019. Sin embargo, para las elecciones de medio término, no está claro el rol que jugará su partido: si por dentro o por fuera de Cambiemos.
Por otra parte, en el oficialismo porteño, la candidatura de Elisa Carrió es una expresión de deseo desde hace meses, alimentada incluso por ella misma, al dejar abierta la chance de presentarse en Capital o en la provincia Buenos Aires ya que tiene asentado domicilio en ambos distritos.
Pero ir con Lousteau y Carrió juntos de candidatos, para el oficialismo no sería negocio: aunque les daría un amplio triunfo del más del 40% de los votos, implicaría ceder esas bancas para los candidatos de esas fuerzas políticas, dejando al PRO puro con menos bancas que en la actualidad.
En un distrito en donde el jefe del Ejecutivo está convencido de que “la mejor campaña es la gestión”, focalizada en la mejora de las villas y la policía porteña, posiblemente el candidato, que ya se baraja en la mesa chica, sea el mismo vicejefe de gobierno, Diego Santilli.
Mientras tanto, la oposición porteña -si es que no se cuenta a Lousteau en ese conglomerado- busca rearmarse atenta a la división del peronismo, luego de que en septiembre se partiera el bloque del FPV en la Legislatura y a principios de este mes, el histórico dirigente Juan Manuel Olmos anunciara la formación del Nuevo Espacio de Participación (NEP), una jugada que busca el diluir el poder de La Cámpora en el PJ.
Es que la agrupación que protagonizó el año pasado una muy escasa performarce electoral -no llegó al balotaje- es aliada al presidente del PJ porteño Víctor Santa María, quien con la formación del NEP se quedó sin los apoderados del partido, claves para definir las listas electorales. (Télam)
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