Los criaderos de Aedes están en recipientes chicos, en tanques con poca agua y en piletas de lona

Los criaderos de Aedes están en recipientes chicos, en tanques con poca agua y en piletas de lona

Un experto aseguró que las enfermedades que transmite el mosquito necesitan de personas que la traigan cada verano.

27 Noviembre 2016
“El dengue es un llamado de atención en política ambiental”. Así de directo es Nicolás Schweigmann, doctor en Ciencias Biológicas, investigador del Conicet y líder del grupo de estudio de mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Consultado por LA GACETA, el experto comenta que las enfermedades que transmite el mosquito Aedes aegypti necesitan de personas que las traigan cada verano. “Nosotros lo que tenemos, y a montones, es el vector, que es quien se encarga de pasarlo a otras personas y así sucesivamente”, recalcó.

La mejor forma de controlar el mosquito es garantizando “manzanas seguras”, libres del vector, opinó. Esto, según dijo, requiere el compromiso de los vecinos (“volver a encontrarse, dialogar, solidarizarse”) y de los municipios en limpiarlas. También exige un replanteo de las políticas públicas en materia ambiental, sostuvo. “Desde hace años parece que la mejor forma de combatir el mosquito es echarle flit (sic). Persiste la idea de que la fumigación es lo mejor. Nada más errado. Se trabaja sobre una de las etapas porque se mata al mosquito adulto y no se resuelve el tema de los criaderos. Hasta en los hospitales y en las escuelas tenemos criaderos”, remarcó.

Tampoco cree que la mejor solución sean los programas de concientización sobre el “patio limpio”. “Lo que sucede muchas veces es que yo limpio, pero quizás mi vecino no y eso no ayuda. O tal vez tenga de vecino a un terreno baldío. Hay que crear conciencia colectiva”, insiste.

Sus 20 años de experiencia estudiando mosquitos nos regalan estos datos: nunca ha encontrado larvas de estos insectos ni en charcos formados por la lluvia ni en charcos formado por los ríos o arroyos ni en lagunas, y tampoco en ambientes acuáticos grandes como piletas de natación llenas. Siempre han hallado en recipientes pequeños como hasta en tambores de 200 litros, tanques con poca agua o piletas de lona.

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