El gigante de Bioquímica quiere despertar

El gigante de Bioquímica quiere despertar

Salió la licitación por $98 millones para terminar la obra en el edificio de la ex Quinta Agronómica, que estaba frenada desde 2012.

EN LA QUINTA AGRONÓMICA. Lo que está construido corresponde a la primera etapa del proyecto. En total, la facultad alcanzaría los 19.500 metros cuadrados de edificación.  la gaceta / foto de héctor peralta EN LA QUINTA AGRONÓMICA. Lo que está construido corresponde a la primera etapa del proyecto. En total, la facultad alcanzaría los 19.500 metros cuadrados de edificación. la gaceta / foto de héctor peralta
26 Noviembre 2016
La obra de la facultad de Bioquímica - ese gigante dormido de hormigón- podría estar terminada a mediados de 2018. La rectora de la UNT, Alicia Bardón, concretó el llamado a licitación (nacional e internacional) para completar el edificio por un monto de $ 98 millones con fondos provistos por la Nación. La superficie construida y que ahora debe “quedar habitable” es de 8.000 metros cuadrados. Había quedado inconclusa en 2012, la primera parte se realizó con los fondos de YMAD. Hoy la facultad está dispersa en varios edificios; la sede central se encuentra en el Rectorado. “El trabajo de diseño está concebido con todas las medidas de bioseguridad que necesita una facultad”, manifestó Bardón, quien reconoció que esa es la mayor debilidad de la actual sede. “Tocamos todas las puertas para hacer comprender a las autoridades nacionales que una facultad que genera tanta ciencia y tecnología y tiene tantas opciones de posgrados merecía tener un edificio acorde a su desarrollo”, agregó. Bardón contó que el proyecto se gestó cuando ella era decana de esa facultad (2002-2006 y 2006-2010).

Este proyecto se enmarca en un plan de infraestructura que incluye unas 37 obras públicas en todo el territorio de la provincia. En julio se conoció el informe confeccionado por la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, que conduce Daniel Chaín, por un total de $ 846 millones (costos que se fueron ajustando por la inflación). En ese mismo plan estaban incluidas las obras de la escuela de Cine y TV (terminada) y la de la facultad de Agronomía y Zootecnia (en ejecución).

La memoria descriptiva del proyecto señala que el edificio contendrá: oficinas administrativas, dirección, secretarias y decanato, consejo directivo con sus correspondientes locales de apoyo, biblioteca, bar y todo el sector de aulas comunes asociado a una sala auditorio para 320 personas.

El resto del edificio está organizado a partir de cuatro elementos particulares destinado a los institutos de Química, de Biología y Química Biológica, de Biotecnología, Microbiología y Fitoquímica, de Farmacia, Física, Matemáticas, Inglés e Informática. Habrá laboratorios destinados a alumnos en planta baja, con sus correspondientes drogueros, locales de guardado, oficinas docentes y, en planta alta, las áreas destinadas a la investigación, laboratorios, oficinas para docentes, drogueros, contando algunos laboratorios con la posibilidad de crecer y con el área de oficinas en un tercer nivel.

Pendiente

Es un anhelado proyecto de la UNT, que desde 2012 no había podido reactivarse pese a varias promesas. De hecho, en 2014, cuando se anunció la creación de la Secretaría de Proyectos Nacionales de Inclusión y Desarrollo (que manejaba La Cámpora), una de las esperanzas era la llegada de “fondos frescos” desde la secretaría de Obras Públicas que coordinaba el tucumano, José López. Eso nunca sucedió.

El proyecto original estaba contenido en el mega plan de obras de la “Ciudad Universitaria” que comenzó a financiarse con los fondos mineros. Para el funcionamiento de la facultad de Bioquímica se habían planteado dos naves idénticas (solo se construyó una) que en total iban a alcanzar 19.500 metros cuadrados, de los cuales 14.000 corresponderían a superficies cubiertas y los restantes 5.500 a superficies semicubiertas como galerías y patios de acceso. La obra de hormigón que hay actualmente estuvo a cargo de la constructora tucumana Horbet SA.

“La estructura está bien. Se hicieron los estudios necesarios”, precisó Patricia Rodríguez Anido, secretaria de Planeamiento y Gestión de Proyectos y Obras. Agregó que el plazo es de 18 meses, “pero con nuestro clima podría estirarse un poco más”.

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