El aumento del costo para producir granos en el NOA es por los “yuyos”

El aumento del costo para producir granos en el NOA es por los “yuyos”

Daniela Pérez dijo que el uso de herbicidas para atacar los “yuyos” varía entre 90 y 180 U$S/ha.

LOS NÚMEROS. La ingeniera Pérez analizó la ecuación económica del cultivo de soja de la última campaña. LOS NÚMEROS. La ingeniera Pérez analizó la ecuación económica del cultivo de soja de la última campaña.
26 Noviembre 2016
La ingeniera agrónoma Daniela Pérez (Sección Economía-Eeaoc) expuso en Salta sobre “Costos financieros del control de malezas para producir granos en el NOA”.

“El modelo productivo que venimos gestionando fines de los ‘90, busca alcanzar el máximo potencial de rinde del cultivo de soja, muy focalizado en los factores reductores (plagas), y menos atentos a los limitantes y definitorios: agua y fertilidad”. Esto se comprueba al ver los bajos porcentajes de rotación con gramíneas y fertilización con fósforo. Esta manera de producir llevó a un “constante aumento de costos e intensificó la selección de resistencias”, si bien el bajo nivel de rotación fue para subsistir ante políticas económicas desfavorables, especialmente para la producción en arriendo.

En las últimas campañas, el aumento del costo de producir granos en el NOA tiene como componente principal al control de malezas. Los costos de manejo con herbicidas varían entre U$S 90/ha y U$S 180/ha, según la estrategia elegida en función del complejo de malezas presentes. Cuando las ‘malezas problema’ están recién introduciéndose en un lote, es el momento más eficaz para el control; lo que aquí puede parecer muy costoso se diluye en el costo medio total. Además, a mayor escala la efectividad disminuye. La presencia de ‘atacos resistentes’ incrementa el gasto entre 40-50 U$S/ha, con relación a lotes dónde solamente hay gramíneas RG. Cuando hay ‘atacos resistentes’, el maíz en la sucesión permite una estrategia de menor costo.

Las limitantes agroecológicas de la zona siguen siendo el agua y la baja estabilidad de los suelos; la “siembra directa” (SD) es determinante para sostener el sistema. La SD y la nueva tecnología de semillas en soja y maíz permitieron tener mayores rindes y más estables. El control mecánico de malezas con rastras debe ser evaluado.

“El sistema agrícola es complejo, nos lleva a cambiar la mirada, a analizar procesos biológicos, productivos, económicos, sociales y sus interacciones en un período de tiempo mayor a una campaña”. Mirar y planificar en términos de balances del sistema.

Hoy tenemos más experiencia, sabemos que “simplificar no es la mejor alternativa, que hay que rotar soluciones”. Las nuevas tecnologías de teledetección y comunicación pueden servir para ver el problema desde un nivel superior, generar SIG que permiten ampliar la mirada, hacer zoom del ambiente e integrar varios planos.

Manejar la complejidad del sistema requiere capacitar a las personas que trabajan en los campos; los equipos y redes de trabajo es un punto clave. Hay que evitar que las malezas se vuelvan la limitante; los cultivos se pueden sustituir, el deterioro del suelo y su infestación con malezas resistentes “no”.

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