El Senasa vacuna contra la “Brucelosis caprina” en Catamarca

El Senasa vacuna contra la “Brucelosis caprina” en Catamarca

Los veterinarios realizaron encuentros con productores de las zonas, a los que les explicaron el alcance de la campaña y de los beneficios.

19 Noviembre 2016
BUENOS AIRES.- Comenzó la tercera campaña de vacunación gratuita contra la “Brucelosis caprina” en los departamentos de Capayán zona Sur y de Santa María, en la provincia de Catamarca. Se estima que se inocularán 31.000 caprinos entre ambos departamentos.

De esta forma continua el Plan de Control 2012-2022 aprobado por la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) y la Disposición 1/2015 de la Dirección Nacional de Sanidad Animal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

Previamente, veterinarios del Senasa realizaron encuentros con los productores de las zonas a quienes se les explicó el alcance de la campaña y los beneficios de la vacunación en los animales, a nivel productivo y en la salud de las familias. También se reunieron con los vacunadores capacitados para entregarles los kits de vacunación y la folletería explicativa para los productores.

Los garantes

Esta estrategia tiene especial importancia para el buen resultado de la campaña, debido a que los productores son los garantes de mantener encerrados a los animales hasta que llegue el vacunador y los inocule. De esta forma, se intenta lograr una amplia cobertura vacunal y la efectividad esperada en beneficio de la salud de su familia y de la producción de su majada. La aplicación de la vacuna “Rev-1” en los caprinos tiene como objetivo proteger a los animales, para cortar la transmisión y reducir considerablemente los casos en estos y en humanos en la provincia de Catamarca.

La “Brucelosis caprina” es una enfermedad crónica y dolorosa que históricamente en Catamarca ha afectado mucho a las mujeres y a los niños. Se espera lograr una drástica caída en los casos en humanos con la vacunación masiva, como sucedió en Mendoza y San Juan.

En febrero de 2015, en el marco del Programa Cambio Rural II del INTA, se conformó el grupo “Forestales La Cocha” con ocho productores muy diferentes en cuanto a tipo y escala de producción (cañeros, citricultores, viveristas, tabacaleros, horticultores y arrendatarios), pero con el interés común de diversificar sus producciones y aportar a la sustentabilidad de sus campos, a través de los servicios ambientales que brinda el árbol y el bosque.

Para poner en marcha el proyecto, con el asesoramiento técnico de la Agencia de Extensión Rural Aguilares y el Grupo Forestal del INTA Famaillá, se articuló con la Ley Nacional 25.080 de Inversiones de Bosques Cultivados que otorga Apoyo Económico No Reintegrable, llegando a cubrir casi el 80% del costo de las distintas modalidades de plantación, ya sea en macizo, cortinas protectoras o enriquecimiento de bosque nativo.

El primer desafío fue determinar el potencial forestal de cada integrante y su predio, en base a su capacidad de inversión y disponibilidad de tierras con destino a forestar. A partir de allí, se definieron los sitios de plantación, las especies adecuadas, insumos y mano de obra necesarios.

Para iniciar las plantaciones, se solicitó asesoramiento y el aporte de plantines de cedro, algarrobo blanco y estacas de álamo por parte del Grupo Forestal del INTA Famaillá.

Como primera actividad del Grupo Forestales La Cocha, se compró en forma asociativa árboles en pie para madera e insumos de vivero. Además, se repararon alambrados comunes y se contrataron fletes para el transporte de materiales. Particularmente, uno de los integrantes logró instalar un aserradero y carpintería con enormes posibilidades para desarrollar proyectos futuros.

Un plan

Con casi dos años de experiencia, actualmente el Grupo cuenta con un plan de forestación presentado, ejecutado y financiado -en parte- por el Ministerio de Agroindustria de la Nación. De esta manera, se convirtió en el primero del país en cobrar el apoyo económico en la modalidad “Pequeño Productor”, que recibe un adelanto del 50% al inicio de las tareas de plantación y el resto, a los 18 meses, con la plantación lograda.

Otro de los avances logrados fue la aprobación de planes de forestación para enriquecimiento de bosque nativo con cedro y algarrobo blanco. También, para la instalación de cortinas rompevientos de álamos, casuarinas y grevilleas de acuerdo al cultivo y zona a proteger y algunos macizos de Eucalyptus grandis destinados a postes y madera para aserrío.

Además, se puso en marcha un vivero de especies forestales nativas y exóticas (cedros, lapachos, pinos y eucaliptos) en el campo de uno de los miembros.

El Grupo ya tiene una serie de proyectos para ejecutar a futuro, que implican gestionar la toma de créditos para ampliar la maquinaria en el aserradero de uno de los miembros; presentar planes plurianuales de plantaciones de enriquecimiento de bosque nativo; ampliar la infraestructura de invernaderos para el vivero de uno de los productores, a fin de autoabastecer de plantines al Grupo, y realizar más plantaciones en macizo con especies de uso industrial. También prevén encarar proyectos de restauración de riberas, arbolado urbano y forestación de caminos rurales; lograr la certificación de plantaciones con especies nativas de alto valor e iniciar la transformación industrial de nuestros árboles y la eventual producción de manufacturas provenientes de dichas maderas.

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