Lousteau dejará Washington antes de la asunción de Trump

Lousteau dejará Washington antes de la asunción de Trump

Por diversos motivos, el embajador argentino en el país norteamericano dejará el cargo y ya suenan nombres para reemplazarlo.

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12 Noviembre 2016
BUENOS AIRES.- Carlos Kirchner aseguró ayer ante la Justicia que nunca adjudicó ninguna obra en favor de Lázaro Báez y que su inclusión dentro de la causa obedece a cuestiones políticas por la “portación de apellido”.
“Nunca durante toda mi gestión licité, adjudiqué, contraté o integré una comisión para otorgar obras a la empresa Austral Construcciones, ni le asigné recursos para hacer ninguna obra vinculada a ruta alguna, nacional o provincial, ya que no era mi responsabilidad”, señaló el ex subsecretario de Coordinación de Obras Públicas en el escrito que presentó ayer un escrito ante el juez federal Julián Ercolini.
El primo de Néstor Kircher declaró haber conocido personalmente a Báez después de la muerte de su primo, aunque aclaró que fueron encuentros ocasiones en el ámbito familiar.
“No tuve nunca ninguna relación con Lázaro Báez ni con sus hijos ni con ninguna de las personas antes identificadas que serían parte de su grupo, a quienes ni conozco. Al único que conocí y pude haber visto alguna vez en Río Gallegos fue a Lázaro, la última vez fue en el entierro de mi primo Néstor”, sostuvo.
El primo de Néstor Kirchner había sido señalado el miércoles por el ex funcionario Hugo Rodríguez, que durante su indagatoria sostuvo que Carlos Kirchner controlaba buena parte de la obra pública que administraba López, ahora preso después de ser capturado con nueve millones de dólares. “Carlos Kirchner manejaba una super-subsecretaría. Todo pasaba por ahí”, indicó Rodríguez.
Rodríguez fue el primer ex funcionario indagado por el supuesto desvío de fondos de las obras viales que rompió el silencio: relató que Néstor Kirchner manejaba la obra púbica desde el Hotel Faena, durante el gobierno de su mujer, dijo que López centralizaba las obras de Vialidad Nacional y le impidió controlarlas y denunció que renunció cuando notó irregularidades.

BUENOS AIRES.- La decisión en la Cancillería argentina ya está tomada: el embajador argentino en los Estados Unidos, Martín Lousteau, pasa sus últimos días en Washington ya que volverá antes de que asuma el nuevo presidente Donald Trump, el 20 de enero.

Los motivos son dos, primero que el ex ministro de Economía hace tiempo que insiste en competir por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2019 y para lograr dicha empresa sabe que deberá primero competir en las elecciones del año próximo.

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El otro es que tanto el presidente Mauricio Macri, como la canciller, Susana Malcorra, y el mismo Lousteau, apoyaron de forma explícita a la candidata demócrata Hillary Clinton.

Ante la derrota, Lousteau puede convertirse en el fusible que descomprime la situación. En las últimas horas, y frente a los reproches internos, el embajador buscó públicamente revertir las críticas.

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“En el gobierno nacional hay gente que tiene relación previa con el Partido Demócrata. En poco tiempo la Argentina revirtió la relación con Estados Unidos, pero con una administración que salía, entonces lo que yo dije es que es natural que la continuidad facilita las cosas. Esto es una descripción de algo, no un apoyo”, argumentó ayer en declaraciones radiales.

En la Casa Rosada también intentaron desvincular el regreso de Lousteau con un castigo y lo relacionaron a las próximas elecciones porteñas. “Martín siempre dijo que tenía pensado volver”, sostuvo un funcionario cercano a Macri.

“Todo lo que pasó esa semana fue un papelón. No se puede jugar así en una elección de otro país, y menos uno tan importante como ése”, se lamentó un funcionario de carrera del Palacio San Martín.

Lousteau no tuvo prácticamente contacto con el comité de transición de Trump que se armó en agosto pasado. “Yo no hice ninguna manifestación a favor de Hillary. Ni en Argentina, ni en los cables que mandé”, sostuvo en el embajador declaraciones a Vorterix.

No obstante, días antes de las elecciones sostuvo que, si bien Argentina es el país de la región que más lejos se encuentra, en distancia, de Estados Unidos, la actual administración  “ve como más sencilla” una presidencia de Hillary Clinton. El mensaje fue consecuente con la política que tomaron Macri y Malcorra.

Ahora, en el Palacio San Martín, la mayor preocupación en los pasillos es cuál será el perfil del reemplazante de Lousteau.

Según el informe del portal Perfil, varias fuentes coincidieron que se debería buscar un embajador político o de carrera cercano a lo que fue el menemismo. “La clave es alguien que tenga vínculos con los republicanos y no cometer el mismo error que con Suiza”, explicaron.

Por ahora no hay nombres concretos, pero suenan Emilio Cárdenas, Fernando Petrella y Martín Redrado entre otros. Aunque la última palabra la tendrán el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, quienes están detrás de la política internacional del Gobierno.

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