Los artículos de Di Benedetto

RESCATE

ESCRITOS PERIODÍSTICOS

ANTONIO DI BENEDETTO

(Adriana Hidalgo - Buenos Aires) 

Antonio Di Benedetto es reconocido en las letras argentinas, principalmente, por esa gran novela que es Zama y por su profusa obra cuentística. Ahora, Adriana Hidalgo acaba de editar su obra periodística, Escritos periodísticos 1943-1986, y es ahí donde se alcanza a entrever no sólo su magnitud literaria, sino también la humana, aquello con lo que en el cotidiano se construye un hombre de letras.

El tomo se centra básicamente en su trabajo, durante poco más de tres décadas, en el diario Los Andes, de Mendoza, donde llegó a ser subdirector (director en los hechos), pero también para La Prensa y otros medios gráficos.

La antología, que sigue el orden cronológico de las publicaciones, “ilumina aspectos diversos”, dice Liliana Reales (autora de la investigación, selección, prólogo y notas): su formación, sus preocupaciones estéticas, sus intereses temáticos, las diferentes formas desde donde abordó la escritura.

El periodismo fue, para Di Benedetto, un territorio de lucha, la puerta desde la cual mirar al mundo; no sólo un modo de ganarse la vida; fue, también, un compromiso con la profesión, desde ese lugar complejo que ocupaba: marginal, “provinciano”.

“Extraordinario, innovador, inteligente, exigente, irónico, difícil, culto, de pocos amigos”, dice Reales, su estilo fue innovador desde el lenguaje, alejado de convencionalismos o pedagogías, en constante diálogo con las estructuras cinematográficas.

La temática de sus artículos es variada: festivales de Cannes, San Sebastián, Hollywood, Mar del Plata (donde fue jurado junto a Tomás Eloy Martínez); viajes por Europa y EE.UU., la Bolivia de la década del ’60, el terremoto de San Juan del 44, problemáticas políticas y rurales, sus encuentros con Julio Cortázar.

Su detención, el 24 de marzo de 1976, en manos de la dictadura, y el posterior el exilio, fueron un quiebre en su carrera. Ya no sería el mismo hombre a su regreso al país. Tampoco su obra lo sería.

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Hernán Carbonel