Leandro Robin: guitarra, canto, carisma y facha

Leandro Robin: guitarra, canto, carisma y facha

Ahora llamado "El tucu", su vida artística aprovecha el aventón de Gran Hermano 2016: inminente salida de su disco, recitales y festivales.

 LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO
26 Octubre 2016
No era cualquier casa: era la vidriosa casa de Gran Hermano 2016. Leandro Robin entró, jugó y ganó, aunque haya salido cuarto, a fuerza de guitarra, canto, carisma y facha. “No hemos tenido historias amorosas”, aclara de entrada, y pasa a exponer sus porqués.

“Era muy difícil porque éramos todos muy distintos y, al ser el más grande (cumplió los 30 el 18 de octubre) había mucha diferencia de edad, pero sobre todo, de crianza, conceptos y objetivos. Yo entré en la casa con un objetivo claro, que era buscar que GH sumara a mi carrera -declara-. Con cierto temor, porque o podía quedar bien, como quedé, o me podían escrachar. Durante los cien días siempre me mantuve concentrado en mi meta. Tenía que aguantar; la verdad es que fue un sacrificio estar ahí adentro”.

El sacrificio tendrá forma de disco, editado por Universal, a punto de salir. Ese es su mayor logro y vino a LA GACETA a compartirlo, porque además de ese contrato esencial, ha firmado otros: con Endemol y con Dixi. “Significa todo lo que yo he buscado. Ahora tengo una empresa que me representa, que produce mi carrera, que invierte, nada más y nada menos que Universal Music, la compañía discográfica más grande del mundo que tiene una sede en Argentina, y están apostando al folclore a través de mi persona y de Luciano Pereyra”.

- ¿Estrictamente folclore?

- Yo he puesto como consigna que sea folclore. En muchas oportunidades han intentado cambiarme de género, más que nada por una cuestión de imagen, y nunca me he sentido cómodo. Quería defender a muerte lo que yo creo y me salió bien, gracias a Dios. Creo que dependió de las ganas que le pusimos. Todos sabemos que el folclore se renueva, con personajes nuevos, que tiene gente que escribe y que compone, que está permanentemente haciendo que esto crezca.

- ¿Quiénes son tus referentes?

- Soy un amante de don Ata, pero no he tomado como referencia algún artista en particular. Siempre he tomado de muchos un poquito para hacer algo mío; he tratado de desligarme de eso de imitar a alguien, como teniendo un ídolo.

- ¿Cómo se arma el disco “Así de simple” ?

- Hay siete canciones inéditas compuestas especialmente por Gustavo Ecclesia . De las otras cinco, una es de Matías de la Rosa, y los otros cuatro temas han sido ya editados.

- ¿Y en cuanto a ritmos?

- Tiene de todo, pero es básicamente fiestero. Hay chacarera, gato, una zamba, y también chamarrita entrerriana, chaya, cumbia charanguera, bastante orientada al folclore, que se puede emparentar con un huayno, pero está muy bueno. Es un disco muy divertido, que a mí me representa mucho.

- ¿Cómo es tu vida después de GH?

- Un poquito más ocupada. El contrato con Endemol me genera compromisos en la pantalla que me sirven para sumar. No hay siesta, todo es en horario corrido. Mi vida transcurre entre reuniones, prensa, radio y TV. A la noche nos juntamos con Gustavo a componer (ya estoy componiendo mis primeras canciones) y a producir para el segundo disco.

- ¿Qué dicen en tu familia?

- Mi familia está muy feliz, apoyándome siempre, muy contentos porque se ha dado lo que buscaba.

- ¿La vida amorosa?

- Soltero nomás, más solo que Kung Fu en el Día del Amigo. “Así como nací muero, soltero”, dice el corte de difusión del disco.

A esta altura, Leandro Robin ha sido rebautizado. A tal punto que hasta en Burruyacu le dicen El tucu Leandro, el que se atreve a soñar en grande, a través de la música, de las costumbres y ante todo, de la buena onda. Y eso se nota su agenda. El sábado, en Buenos Aires, formó parte de la Fiesta de las Estrellas: le tocó cantar en Corrientes y Talcahuano, después de Vitale-Baglietto. Y el sábado se presenta en la Fiesta Chayera, en Córdoba capital, de la mano de su padrino, Sergio Galleguillo.

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