Advierten por una posible “fuga de cerebros”

Advierten por una posible “fuga de cerebros”

Miembros del Conicet se reunieron con diputados y senadores para manifestarles su preocupación por el recorte para investigaciones. Les entregaron una carpeta con los institutos y las investigaciones en curso para que dimensionen cómo afectará un recorte.

PREOCUPADOS. En la sede del Conicet, los legisladores nacionales escucharon el planteo de los investigadores. PREOCUPADOS. En la sede del Conicet, los legisladores nacionales escucharon el planteo de los investigadores.
25 Octubre 2016
Los investigadores del Conicet consideran que el recorte al presupuesto de Ciencia y Técnica propuesto para 2017 está “creando las condiciones para una nueva oleada de fuga de cerebros”. Así lo manifestó Daniel Campi, vicedirector de Conicet Tucumán, luego de la reunión que organizaron con diputados y senadores para expresarles su preocupación por las cifras.

Según Campi, si se aprueba el recorte entonces se perderán recursos que al Estado le ha costado muchísimo formar. “Sería un contrasentido romper con esta política”, dijo. Fue contundente al señalar que el “desfinanciamiento de dos años puede significar 10 años para que vuelva a funcionar”, y agregó que una política errática en Ciencia y Técnica será difícil de recuperar.

De la reunión participaron las senadoras Beatriz Mirkin (FpV) y Silvia Elías de Pérez (Cambiemos). Mirkin ya había concurrido a la primera reunión que se realizó hace unos días en la sede del museo de la UNT (Munt). Según trascendió, la senadora se comprometió ante los presentes a votar en contra del presupuesto si las cifras no mejoran.

Por su parte, Elías de Pérez se mostró optimista y aseguró que hará lo posible para que aumenten las partidas en el presupuesto. “La semana pasada nuestro interbloque se reunió con el presidente de la comisión de Presupuesto y los ministerios correspondientes para que (el aumento) sea una realidad”, planteó.

También participaron los diputados Marcelo Santillán y Mabel Carrizo (FpV). “La reducción del presupuesto 2017, que pasaría del 0,75% que alcanzó el kirchnerismo a 0,59%, además de un gran retroceso es una herida mortal al corazón de lo que puede hacer la ciencia en el país y en el caso de Tucumán, todavía más, ya que las líneas de investigación y desarrollo tienen impacto en áreas de la salud, la producción y la educación, aportando calidad de vida, desarrollo de las economías regionales y soberanía al pueblo argentino”, afirmó Carrizo, representante de La Cámpora.

Los alcances

Campi reconoció que pese a que el presupuesto en los últimos años no fue acompañando el crecimiento que hubo en becarios y carreras, lo mismo pudieron seguir funcionando. “Hubo una distorsión en la que el 90% de los recursos se iba en sueldos y quedaba poco para funcionamiento”, explicó Campi. Sin embargo, señaló que a través del Programa de Mejoramiento Institucional pudieron comprar equipamiento y mejorar la infraestructura. Además, dijo que continuaron recibiendo subsidios para compra de insumos y la incorporación de personal de apoyo, que son técnico altamente capacitados en el manejo de máquinas y herramientas tecnológicas.

“Ahora el recorte es muy fuerte y va a poner en peligro la continuidad de grupos de trabajo y de equipos que han costado años construir. No habrá plata para insumos ni repuestos”, manifestó Campi. Otro ejemplo que dio fue que tampoco se podrán costear las campañas de arqueólogos y geólogos, que suelen pasar largas temporadas investigando en la Cordillera o en otros lugares. “Les quedarán dos opciones: o estar de brazos cruzados o, si son jóvenes y muy buenos, buscar que los llamen desde el exterior”, amplió.

Otro punto que les preocupa mucho es el artículo 7 que establece el “congelamiento de vacantes”. Campi explicó que esto es gravísimo porque si un técnico que maneja equipamiento de alta complejidad se enferma, se jubila o se va no van a poder reemplazarlo. “Si hay equipos parados que no se usan, entonces, se deterioran”, explicó.

Un pensamiento compartido por la comunidad científica es que el presupuesto ha sido elaborado por gente que no “tiene idea de la complejidad del sistema científico”. Más grave aún es que el titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, es el mismo funcionario de la época kirchnerista.

“El Conicet no ha sido consultado. Creo que se basan en un prejuicio ideológico o no tienen una valoración positiva de que la Argentina tenga ciencia propia. Creen que es lo mismo tenerla o no”, reflexionó Campi.

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