Dos días para pensar la práctica escénica

Dos días para pensar la práctica escénica

Teresita Terraf reivindica la labor de los investigadores con la presencia de Jorge Dubatti, quien hablará sobre las nuevas herramientas teóricas.

UNA ESCENA VITAL. “Tina” es uno de los estrenos del año, pero Teresita Terraf advierte de problemas. foto de archivo UNA ESCENA VITAL. “Tina” es uno de los estrenos del año, pero Teresita Terraf advierte de problemas. foto de archivo
25 Octubre 2016
Investigar para poder escribir la historia, para reconstruir sus sentidos, para reconocer los puntos de inflexión que se fueron dando en el tiempo y para atesorar esas huellas. Esa es la justificación que le da Teresita Terraf a una tarea silenciosa como es pensar el teatro sin estar arriba del escenario, labor que estará nuevamente en primer plano con la realización de las VII Jornadas de Investigación Teatral.

La actriz y docente reivindica esa tarea y le da rigor académico de elaboración de un legado para el estudio de las artes escénicas tucumanas. La actividad se realizará hoy y mañana en el teatro Paul Groussac (Alberdi 71, donde se realizan las inscripciones de interesados desde las 14.30), con la participación del experto nacional Jorge Dubatti, quien brindará esta tarde la conferencia “Teatro matriz y teatro liminal” y luego el cursillo “Nuevas herramientas teóricas para pensar el teatro contemporáneo”. El cierre será con una función especial de la obra musical “Tina”. La propuesta integra el proyecto de investigación de la UNT “Construcción de sentidos y puntos de inflexión en la actividad teatral de Tucumán (1958-2013)”, que coordina Terraf y del que participan Jorge Gutiérrez, Sonia Saracho, Ana Lía Sorrentino y Andrea Ocón. “El conocer de nuestra práctica nos ayuda a aportar en la programación, el trabajo de campo, la relación con el público, la elaboración de leyes y la responsabilidad de las instituciones”, sintetiza la actriz en diálogo con LA GACETA.

- ¿Por qué estas jornadas?

- Es un espacio que faltaba en el teatro tucumano. Es necesario habilitar un lugar donde socializar las reflexiones teóricas en una práctica atravesada por el hacer. Nos cuesta volcar en el papel nuestra actividad. Dubatti habla de teatro perdido, de teatro muerto. Juntarnos para compartir trabajos es motivador para seguir haciéndolo y para que los alumnos comiencen a registrar sus experiencias.

- ¿Hay un hilo conductor con las anteriores?

- Hemos propuesto en cada edición distintos ejes temáticos, sin que ellos impidan la presentación de trabajos que aborden otros diferentes. Sólo no las hicimos en 2014 por los problemas que atravesaba nuestra Universidad.

- ¿Qué implica investigar en las artes escénicas?

- Siguiendo absolutamente a Dubatti y usando sus palabras: la investigación teatral implica el ejercicio permanente del duelo, de la asunción de la pérdida, en tanto vivimos el teatro en presente pero lo pensamos como pasado, como algo que aconteció y es irrecuperable en tanto acontecimiento. Si es acontecimiento viviente, la historia del teatro es la historia del teatro perdido. Investigar en las artes escénicas es salir en busca de esa pérdida.

- ¿Los modelos de referencia cambiaron a lo largo del tiempo?

- Sí. Comenzamos con la linealidad de Luis Ordaz, seguimos con los sistemas y subsistemas propuestos por Osvaldo Pellettieri, quien sabiamente incluyó a las provincias en su relevamiento y hoy abrevamos en la filosofía legada por Dubatti, que propone renovar y revolucionar internamente las bases y la articulación de las disciplinas científicas para producir teorías propias, latinoamericanas, y así dar entidad científica a lo no reconocido.

- ¿Qué aportes esperan conseguir de este encuentro?

- Aprender, motivar, compartir, valorar, recordar… Este año trabajamos el eje temático del teatro y el Bicentenario, lo que nos situó en un lugar donde la mirada retrospectiva cobra preponderancia. En un campo tan grande, la selección de a quien rendir homenaje no fue fácil. La enorme pérdida el pasado año de Eduardo Pavlovsky ayudó a definirnos y nos centramos en aquellos ámbitos donde el teatro ha encontrado su costado más humano, más comprometido y solidario. Elegimos homenajear las diferentes aplicaciones que nuestra disciplina tiene más allá de los escenarios, ese espacio sagrado que a los actores nos seduce y cautiva. En la terapia de grupo, las salas de los hospitales, las escuelas diferenciales, las calles hemos encontrado herramientas para modificar conductas, integrar al diferente, incluir al separado, aliviar al oprimido, dar voz al que no la tiene. De esta mirada surgió la figura de Luisa Vivanco, que estudió en el centro que dirigía Pavlovsky. Su presencia fue un punto de inflexión que replicó en el posterior trabajo de los alumnos. También entregaremos un reconocimiento a los familiares del querido Kike Rearte, por su trabajo en lo social sin interrupción hasta su fallecimiento.

- Siendo las séptimas jornadas, ¿cómo evalúan su realización?

- Estamos felices por el trecho andado. Hemos instalado la palabra investigación en el teatro tucumano desde que comenzamos a trabajar en el tema junto a Juan Tríbulo, convocados por Celia de Franco y Mimo Gómez. Hemos abierto un camino motivador en lo que a espacios de encuentro se refiere, y nos enorgullece comprobar cómo han sido inspiradoras y modelo para la creación de otros espacios similares, incluso a nivel institucional. Desde ellas, hemos trabajado la interdisciplinariedad, conectando nuestro hacer con otros saberes que lo atraviesan, acercando especialistas que nos han compartido su conocimiento desinteresadamente, brindando a la comunidad teatral disertaciones poco habituales en su ámbito. Hemos compartido con nuestros alumnos la exposición y el trabajo de campo, y los conectamos con la tarea de volcar en el papel sus experiencias, práctica no frecuente en nuestra actividad.

- ¿Qué les falta para seguir creciendo?

- Nos falta, entre muchas cosas, encontrar los resortes adecuados para generar medios y así poder concretar publicaciones tan necesarias a la hora de documentar; también necesitamos equipamiento y lugares para el debido resguardo de lo recuperado y seguir aprendiendo de los que saben más. Pero, sobre todo, nos falta hacernos de tiempo para escribir más.

- Como artista de larga trayectoria, ¿en qué momento está el teatro tucumano?

- Desde la producción, en un momento brillante. La escuela de teatro de la UNT ha influido en este aspecto. Me emociona ver a los alumnos posicionados con una solvencia que no se ve en otros lugares. No hay otra provincia con tantas propuestas y tan diversas. Desde el acompañamiento por parte de los organismos que deben hacerlo, en un momento muy crítico. El fantasma del cierre de salas, la suspensión de los subsidios y el recorte del presupuesto conspiran con todo lo que tenga que ver con la creatividad.

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