El festival de Cine Gerardo Vallejo

El festival de Cine Gerardo Vallejo

La nueva edición del festival de cine Gerardo Vallejo que se ha puesto en marcha en Tucumán viene a confirmar que se trata de uno de los acontecimientos culturales más importante de la provincia y de la región que se realiza en el año, en gran medida sostenido por su continuidad y permanencia en la cartelera. Este festival, que nació en el año 2006 (arrancó como “Tucumán Cine”) con la impronta de promover mayores espacios para la exhibición de las producciones cinematográficas nacionales y latinoamericanas en nuestra provincia se presenta ahora en su onceava ronda prácticamente con el mismo espíritu con el que nació y creció. Lleva el nombre de uno de los tucumanos que con mayor dedicación, trascendencia y compromiso trabajó en la producción fílmica. Vallejo fue uno de los documentalistas -además de director, guionista, actor, productor- más importantes de la Argentina desde los años setenta hasta su muerte ocurrida en 2007 y sus piezas, de vasto contenido social e histórica, han marcado a toda una generación. Vallejo es especialmente recordado por dos sus películas: “El camino hacia la muerte del viejo Reales” (1974) y “El rigor del destino” (1985) con las que obtuvo gran éxito de crítica y público en todo el país. “En el cine me interesa mostrar la identidad nacional y la memoria popular, como puede verse en todas mis realizaciones”, había dicho en una entrevista. Y, precisamente, esa idea que trasmitió es la que se ha buscado mantener desde la organización que corre por cuenta del Ente de Cultura de la provincia, bajo el patrocinio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Además de películas, la muestra ha contado con charlas, debates y cursos específicos para realizadores. El espacio ha servido para que decenas de jóvenes talentos tucumanos participen activamente en su desarrollo y que progresivamente hayan convertido al festival en uno de los bienes culturales más importantes y más esperados. Habría que agregar en esta ponderación que el 11° Festival Tucumán Cine “Gerardo Vallejo” aportará también -como las anteriores ediciones, claro- su valor en la construcción de la “Marca Tucumán”, esa membresía que otorga reputación y visibilidad agregada y que genera una imagen virtuosa al espacio geográfico de la provincia.

En otras palabras, actividades como estas han ayudado a posicionar a la provincia en el país y en el mundo a través de la comunicación de valores propios y diferenciales, pero deberían ser tomadas y trabajadas no sólo como una muestra de cine, sino como un proyecto estratégico mucho más amplio y abarcador. Así, podríamos decir que el mantenimiento de este espacio es una contribución del cine a la promoción del destino turístico en el que trabajosamente están empeñados en desarrollar las administraciones públicas provinciales y, claro, se instala también como un movimiento sinérgico para sumar capacidades y potencialidades económicas. Ejemplos de certámenes fílmicos que han sido desarrollados exitosamente en el tiempo y que se transformaron en íconos o promotores de ciudades, están al alcance de una mano y ese debería ser el agregado de valor a construirse. La incorporación de la sociedad civil (empresas, instituciones intermedias, entidades profesionales) en la organización y participación de la muestra, dotaciones presupuestarias de mayor calado, una difusión regional y nacional más amplias y la decisión de buscar una movilización social para que los tucumanos “se apropien y compartan” sentidamente el festival podrían ser los nuevos aportes que alimenten el crecimiento de una iniciativa valiosa, que va incorporandose a la tradición y a la historia cultural tucumana y que todavía tiene un potencial a todas luces, mayor.

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