21 Octubre 2016
BOGOTÁ.- El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, señaló que hay propuestas que pueden “mejorar” el acuerdo de paz con las FARC, pero otras son “inviables”, como anular el sistema de la justicia transicional que propone el ex mandatario y actual senador Álvaro Uribe, promotor del “No” en el plebiscito del 2 de octubre.
Por otra parte, si bien el gobierno había autorizado un encuentro directo entre los impulsores del “No” y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), estas últimas rechazaron esa posibilidad y ratificaron que la mesa de negociaciones “está compuesta por el Gobierno” y esa guerrilla.
“El presidente es Santos. Hay que escuchar, pero no legitimar a saboteadores”, dijo -en referencia a Uribe-, Antonio Muñoz, alias “Pastor Alape”, uno de los negociadores de las FARC. Recordó que el periódico estadounidense The New York Times definió a Uribe, en una editorial, como “El hombre que bloquea la paz en Colombia”.
Uribe, por su parte, publicó una nota de opinión en el Wall Street Journal (WSJ) titulada “No hay manera de negociar con narcoterroristas”, donde criticó que, de haberse aprobado el acuerdo, se “habría reemplazado el sistema judicial de Colombia con un tribunal por separado, diseñado para las necesidades de las FARC y con el fin de garantizar la impunidad de sus crímenes de guerra”.
Además de llevar ante la justicia ordinaria a los cabecillas de la guerrilla que sean culpables de crímenes de guerra, Uribe insistió en que se les quite el privilegio de optar por cargos públicos. “Solo con estos cambios se puede garantizar que Colombia no caerá presa del populismo socialista apoyado por Venezuela que han avanzado las FARC y sus aliados”, agregó Uribe.
Aun así, Uribe dijo que la paz todavía puede lograrse “con profundos y necesarios cambios que han pedido millones de colombianos”, en alusión al ajustado triunfo del “No” en el plebiscito.
Además, el líder del derechista y opositor partido Centro Democrático propuso formalizar en el Congreso una “Gran Acuerdo Nacional” con una mesa técnica de tres patas: el Gobierno, las FARC y los partidarios del “No”.
El jefe guerrillero Alape respondió que la “propuesta de mesa técnica es incoherente, y su verdadero objetivo es dilatar y abrir la campaña electoral del saboteador señalado por el New York Times”. (Télam)
Por otra parte, si bien el gobierno había autorizado un encuentro directo entre los impulsores del “No” y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), estas últimas rechazaron esa posibilidad y ratificaron que la mesa de negociaciones “está compuesta por el Gobierno” y esa guerrilla.
“El presidente es Santos. Hay que escuchar, pero no legitimar a saboteadores”, dijo -en referencia a Uribe-, Antonio Muñoz, alias “Pastor Alape”, uno de los negociadores de las FARC. Recordó que el periódico estadounidense The New York Times definió a Uribe, en una editorial, como “El hombre que bloquea la paz en Colombia”.
Uribe, por su parte, publicó una nota de opinión en el Wall Street Journal (WSJ) titulada “No hay manera de negociar con narcoterroristas”, donde criticó que, de haberse aprobado el acuerdo, se “habría reemplazado el sistema judicial de Colombia con un tribunal por separado, diseñado para las necesidades de las FARC y con el fin de garantizar la impunidad de sus crímenes de guerra”.
Además de llevar ante la justicia ordinaria a los cabecillas de la guerrilla que sean culpables de crímenes de guerra, Uribe insistió en que se les quite el privilegio de optar por cargos públicos. “Solo con estos cambios se puede garantizar que Colombia no caerá presa del populismo socialista apoyado por Venezuela que han avanzado las FARC y sus aliados”, agregó Uribe.
Aun así, Uribe dijo que la paz todavía puede lograrse “con profundos y necesarios cambios que han pedido millones de colombianos”, en alusión al ajustado triunfo del “No” en el plebiscito.
Además, el líder del derechista y opositor partido Centro Democrático propuso formalizar en el Congreso una “Gran Acuerdo Nacional” con una mesa técnica de tres patas: el Gobierno, las FARC y los partidarios del “No”.
El jefe guerrillero Alape respondió que la “propuesta de mesa técnica es incoherente, y su verdadero objetivo es dilatar y abrir la campaña electoral del saboteador señalado por el New York Times”. (Télam)
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