Cartas de lectores
20 Octubre 2016

Tres años sin agua (I)

Los vecinos de la calle Bolivia al 300, entre Rivadavia y Laprida, queremos expresar nuestro fastidio, porque hace aproximadamente tres años que el servicio de agua potable que brinda la SAT, se encuentra interrumpido casi en su totalidad. Un hilo del fluido se puede observar en horas de la madrugada y tan solo por un par de horas. Por falta de presión no permite el agua llegue a los tanques de reserva. La falta de agua pone a las familias en una situación de extrema vulnerabilidad. Este no es un problema nuevo, como prueban todos y cada uno de los reclamos que hemos realizado ante la empresa, tanto en forma individual como conjunta, además de actuar como contribuyentes responsables, porque a pesar de la falta del suministro, hemos continuado pagando las facturas en tiempo y forma. Aún confiamos en que esto pueda resolverse por vía administrativa, sin tener que recurrir a la vía judicial. No obstante, dejamos expresamente establecido que hacemos reserva de la vía legal, en caso de no tener una solución inmediata a lo solicitado, por los daños y perjuicios ocasionados y por la falta de reciprocidad entre lo abonado y el servicio que se dejó de prestar. Para evitar ese tipo de accionar la SAT debe brindar soluciones definitivas al problema, realizando las acciones que permitan que el suministro no sufra interrupciones totales ni parciales, y que la presión del agua sea conforme a legislación vigente. Solicitamos también el amparo del Ente Regulador del Servicio de Agua y Cloacas de Tucumán (Ersact), como así también la intervención de la Defensoría del Pueblo para que esta situación sea resuelta sin mayores dilaciones.

Fabián Ferrari y 22 firmas más

Bolivia 347

San Miguel de Tucumán


Tres años sin agua (II)

La política está seriamente cuestionada, y no por la política en sí misma, sino por la falta de sensibilidad de aquellos que en nombre de la política, hacen uso y abuso de ella. Hoy, el funcionario más cuestionado de este gobierno es el mandamás de la SAT, personaje que ha demostrado incapacidad para ocupar un cargo tan relevante como el que ostenta. Entre sus facultades está la de administrar millones de pesos aportados por los contribuyentes, reinvirtiéndolos en obras que redunde en beneficio de los ciudadanos. Y hoy nos encontramos con años de abandono de las redes de agua y cloacas, llegando al absurdo que a solo 14 cuadras de la plaza Independencia (Bolivia al 300) desde hace tres años que no contamos con tal elemental y prioritario fluido como es el agua. Los vecinos, hartos de tanto peregrinar en la SAT y no ser escuchados, ya no recurrimos por este medio al insensible ingeniero Alfredo Calvo, sino al gobernador de la provincia, para que de una vez por todas, use el oflador (sentido común) y corra a los funcionarios que como el de la SAT, manchan a su gobierno, y demuestre que sí le interesa la calidad de vida de los tucumanos.

Eduardo Malaspina

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Bolivia 355
San Miguel de Tucumán


Gallos de riña (I)

La máquina que llamamos animal está hecha para “moverse”; lo hace por dos razones: la persuasión y la fuerza; la zanahoria y el garrote; persigue lo que le gusta y huye de lo que no le gusta; persigue la comida, el sexo, etcétera, y huye del dolor, de la muerte. Pero el movimiento supremo se da en la “lucha”; hay un derrame de adrenalina, no sólo en los contendientes, también en los espectadores (varones). En el Imperio Romano, el circo era ver cómo se mataban los gladiadores; ahora, es ver fútbol (tienen en común el movimiento). En nuestra maduración nos hacemos más sensibles al dolor ajeno. Señores del gobierno democrático, republicano y federal, los cambios deben ser “graduales”, no entren al quirófano con motosierra, porque además de extirpar el tumor van a destrozar al paciente. Las personas sensibles que por amor a los animales propiciaron la abrupta prohibición de las riñas de gallos, no sólo dejan sin trabajo a 200.000 criadores; también propician la muerte y extinción, inmediata, de un millón de gallos de riña. ¿Para qué vamos a criar estos animales si no hay riñas? Se podía hacer menos sangriento el combate, redondeando las púas y adecuando el reglamento (lo importante es el movimiento). Algo similar se está haciendo con las corridas de toros; no todas terminan con la muerte del animal. Si no tienen sensibilidad social con los criadores, al menos ténganles lástima a los gallos de riña; no los empujen al exterminio; permítanle sobrevivir peleando, que es su manera de servir.

José Manuel Sader

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24 de Septiembre 19

San Miguel de Tucumán


Riñas de gallos (II)

No dejo de sorprenderme cada vez que leo o veo que personas que citan leyes pretenden que se dispongan otras nuevas, para impedir riñas de gallos o carreras de caballos (que tienen que ver con nuestro acervo cultural); sin embargo, son incapaces de preocuparse por jóvenes y niños, que día a día pierden la vida o están transitando un camino de dolor y angustia por el consumo de drogas. Suena hipócrita rasgarse las vestiduras por defender ciertas cuestiones, y no importarles aquellas que tienen que ver con la persona y dignidad humana. Ojalá dedicaran su tiempo aunque sea a dar apoyo moral, o sostener económicamente a las pocas organizaciones que se dedican a cuidar a esos jóvenes desprotegidos, ya que el Estado, entre otras cosas, como ellos citan, tampoco se ocupa de estos. Tengo entendido que la riña de gallos es una actividad que comparten muchos padres con sus familias, en diferentes barrios y que mantiene a los jóvenes alejados de las malas influencias. Me parece importante destacar que se debería jerarquizar prioridades para la sociedad que vivimos.

Ermelinda Dimarco

Avenida Democracia 380
San Miguel de Tucumán


Era un pueblo tranquilo

Vivo en un pueblo que era tranquilo, llamado Las Cejas, retirado de la ciudad capital que, paradójicamente, de tranquilidad ya no le queda nada, ya que hace muchos años sufro la molestia de los parlantes de mis vecinos. Les he pedido por favor a cada uno de ellos que sean más considerados; he denunciado incontables veces a la Policía; he tratado que me ayuden a terminar con esta tortura de cada fin de semana largo; cada fiesta patria; días del padre y de la madre; Navidad y Año Nuevo. Esta situación me está enfermando física y psíquicamente. Ya no sé qué hacer ni a dónde recurrir. Tengo entendido que hay leyes que regulan este tipo de molestias pero por lo que veo, las autoridades no lo toman en serio. Me gustaría vivir tranquila en mi propia casa y que los gobernantes se hagan cargo de los problemas de los ciudadanos como corresponde. Después de todo han sido elegidos con ese fin.

Enriqueta Vardiero
Las Cejas Cruz Alta


Ambulancia de San Pablo

En su carta “Ambulancia de San Pablo” (17/10) la lectora Silvia María Siccar hace referencia a la ambulancia que estaba varada al lado oeste del Hospital de esta localidad. En ella menciona que fue donada por el gobernador y el vice, y en realidad fue traída desde la Capital Federal a fines de 2014 y fue donada por el Ministerio de Salud de la Nación a la comuna de San Pablo y Villa Nougués. Estuvo activa hasta que asumió el actual comisionado rural, a fines de 2015, se la paró aduciendo problemas presupuestarios; estuvo escondida en un galpón de El Manantial alrededor de tres meses y gracias a que se lo denunció en LA GACETA fue traída a este pueblo. Sabemos que la dirección del hospital y el comisionado rural se niegan a hacerla circular porque evitan mayores gastos; le sustrajeron la batería y se estuvo deteriorando a la intemperie. El 17/10 (creo entender que por el impacto mediático) se dispuso un nuevo destino; sólo el comisionado y el chofer que la trasladó saben adónde la llevaron. Señores funcionarios, tomen conciencia de la necesidad imperativa que tiene la gente de esta sufrida población y les demos a los pacientes la comodidad que necesitan para ser trasladados.

Carlos Alberto Drube

Avenida San Martín 51

San Pablo


Educación vial

Quisiera hacer un comentario respecto de las fotos que sacan por el exceso de velocidad. Me parece un atropello que saquen esas imágenes, pues lo que debe hacerse es educar a la población sobre conducta vial, enseñado a la gente desde la más tierna infancia, en la salitas verdes y jardín de infantes. Sacar fotografías o escrachar no es la manera de enseñar. ¡Por favor! Ojalá que la educación vial tome en nuestro país el protagonismo que ahora no tiene. Así manejaremos todos mejor; no es posible que haya personas que se dediquen a realizar esa parodia diariamente, cuando sería mejor realizar cursos de capacitación a los ciudadanos, esa será la única forma de convivir mejor.

Delia de Fernández

Pasaje Bernardo Houssay 530

San Miguel de Tucumán

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