Siguen sin reconstruirse puentes del sur provincial

Siguen sin reconstruirse puentes del sur provincial

Es un remedio para salir del aislamiento. Su misión es acercar a la gente. Comunicar. Aportar al progreso. Tender un brazo entre los pueblos. Se los aprecia sobre todo cuando ya no están, cuando están rotos y no se los puede usar. Ello sucede con varios de la docena de puentes que cayeron durante el tormentoso verano de 2015 en nuestra provincia. Las lluvias también produjeron daños en canales y rutas; alrededor de 10.000 tucumanos perdieron sus pertenencias y sus casas quedaron dañadas, cuando no, destruidas.

Hay obras de arte que aguardan ser devueltos a la vida. En un informe que publicamos el domingo, se indica que los tres puentes sobre los ríos Seco, San Ignacio y Jaya permanecen en esa situación. El primero, ubicado a la altura de Cochamolle (Arcadia), en la ruta 324, conocida como “Interpueblos”, fue parchado con los riesgos que ello puede implicar en el futuro inmediato. La Dirección de Vialidad de la Provincia rellenó con áridos los espacios que dejaron los tres tramos del viaducto derribados por las aguas. En el terraplén levantado se reconstruyó la ruta con una capa asfáltica que se empalmó con el tramo que sobrevivió a la correntada. Actualmente, por allí se circula con normalidad. Sin embargo, el ancho del cauce se redujo, en ese sector, en un 70%. El paso que tenía unos 120 metros de extensión, quedó de unos 40 m, señala el informe. Un vecino dijo que este parche les va a traer muchos problemas. “No creo que este trabajo sobreviva a una creciente. Y lo que es peor, el agua va a desbordar hacia donde vivimos nosotros; quedó como un embudo. Cuanto menos, al terraplén lo hubieran protegido con gaviones. Tal como está, el agua lo va a socavar y lo hará desaparecer. Esta obra me parece muy precaria y se verá cuando comiencen a llegar las crecientes”, dijo. El viaducto sobre el río San Ignacio, en Los Pizarro, cruza una ruta muy empleada por la producción agrícola de la zona; el puente de reserva ni siquiera había sido inaugurado formalmente cuando una creciente lo hizo despedazó. “El nivel del puente era muy bajo y, además, los pilotes que lo sostenían eran huecos. Los que quedaron en pie se están desarmando solos. Fue una obra muy improvisada. Aquí todos sabíamos que no iba a durar mucho”, dijo un vecino de Piedra Grande.

Nada se hizo aún con el puente sobre el río Jaya que conduce al parque nacional Los Alisos. Habilitado en 2013, los lugareños habían advertido durante su construcción que la obra de arte estaba destinada a caerse, lo cual finalmente sucedió. “En verano, cuando llueve, como todo río de montaña crece que da terror y baja furioso. Nunca entendí por qué construían el puente por debajo del nivel del camino y con columnas huecas... lo de las columnas huecas no se puede creer”, dijo un vecino cuando la correntada lo volteó.

Parece inexplicable que en más de un año y medio, casi todo siga como era entonces o que se hayan hecho remiendos que no durarán mucho, según los mismos lugareños. ¿Los pilotes huecos son los apropiados en la construcción de puentes? ¿Por qué no se escuchó a los pobladores? ¿Quién se hizo responsable de la caída del puente del río Jaya que era nuevo? Es inexplicable la indiferencia de nuestros representantes por no dar una solución inmediata a estos problemas. Se gastan los dineros públicos en el pago de asesores, punteros y viáticos, pero no en obras vitales para la ciudadanía.

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