Para la mamá “ciruja”

El partido de ayer fue el partido de menor convocatoria desde que San Martín regresó a la B Nacional. ¿A qué se debía la merma de público? No podía responder al presente futbolístico del equipo; por dos motivos: por un lado, porque el hincha “ciruja” ya se hartó de demostrar que aun en las peores se hace presente en la cancha; por otro, porque el “Santo” venía de ganar de visitante, y podía ratificar una levantada. No, la merma de público no se debía a eso. ¿Acaso un motivo económico? Tampoco. Aunque la plata no abunda, aunque el dinero no alcanza, los precios de las entradas se mantuvieron respecto de los anteriores partidos de local, donde el público había concurrido en mayor número. Además, a esta altura del mes, mucha gente ya cobró; y los hinchas que lo hicieron tempranamente, todavía no entraron en “reserva”. No, la merma de público tampoco se debía a lo económico.

¿Y entonces? El almanaque dio la respuesta: ayer fue el Día de la Madre. Varias banderas rojiblancas afirman: “mi vieja me dio la vida, el ‘Santo’ mi corazón”. Acaso ayer haya sido el momento para honrar a la primera, suspendiendo, por un partido, al segundo. Tal vez muchas mamás habrán mirado a sus hijos, y con esa mirada le habrán pedido que ese domingo hagan una excepción, y se queden con ellas a tomar unos mates vespertinos, en lugar de ir a la cancha. Quizá muchos simpatizantes no habrán necesitado de un pedido -directo o indirecto-, sino que habrán optado voluntariamente, por sacarlas de paseo por algún circuito turístico de Tucumán.

Claro, también se vieron hinchas que llevaron a sus mamás a la cancha, a modo de original presente. Y dicho sea de paso, el equipo se sumó a la fecha, y le regaló un triunfo a la mamá “ciruja”.