Desafían a los impulsores del “No” a demostrar que quieren la paz

Desafían a los impulsores del “No” a demostrar que quieren la paz

Vargas Llosa dijo que el acuerdo exige concesiones, sin humillación ni imposiciones Opinó que el voto negativo y la abstención no implican un rechazo a la paz, sino un escepticismo profundo frente al acuerdo

POR LA PAZ. Colombianos en Argentina exigieron un rápido acuerdo. reuters POR LA PAZ. Colombianos en Argentina exigieron un rápido acuerdo. reuters
17 Octubre 2016
BOGOTÁ.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa aseguró que los partidarios del “No” al acuerdo entre el gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deberán “demostrar con hechos que quieren la paz”.

“Una paz mejor que la que proponía el acuerdo, pero la paz, no de nuevo la guerra. Eso implica negociar, hacer y conseguir concesiones del adversario, algo perfectamente realista, a condición de que no confundan el triunfo del “No” con unas FARC derrotadas a las que se puede humillar e imponer toda clase de exigencias”, expresó el premio Nobel de Literatura en un artículo de un matutino español.

Según Vargas Llosa, “lo más desconcertante” del plebiscito celebrado el 2 de octubre sobre el acuerdo alcanzado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, en el que el “No” ganó por un margen de 50 centésimos, fue “casi el 63% de electores que se abstuvieron de ir a votar”. “El voto negativo y la abstención no implican un rechazo a la paz; manifiestan un escepticismo profundo frente a la naturaleza del acuerdo firmado en el que, con razón o sin ella, una gran mayoría de colombianos ve a las FARC como la gran triunfadora de la negociación y beneficiaria de concesiones que le parecen desmedidas e injustas”, aseguró.

Vargas Llosa destacó, sin embargo, que la actitud de ambos bandos tras conocer el resultado del plebiscito, abierta a seguir negociando, significa “que queda siempre una oportunidad para la paz”.

Ya nos los quieren

El escritor aseguró que la popularidad de las FARC “ha caído en picada” y que “una clara mayoría del pueblo colombiano no cree ya en lo que hacen ni en lo que dicen”.

“Su aspiración máxima es que no sólo se vayan de las montañas y la selva sino también de la vida política. Eso significa que a los antiguos guerrilleros les costará muchos esfuerzos y una entrega real al quehacer político pacífico para recuperar un papel importante en la Colombia del futuro”, señaló.

El autor de “La ciudad y los perros” y otras obras recordó que Colombia siguió siendo una democracia en el más de medio siglo que duró la guerrilla. “Eso es ya un extraordinario mérito. Un esfuerzo más, de todos, para que la paz sea posible”, instó. (Télam)

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