Mauro Icardi contó cómo comenzó la historia de amor con Wanda Nara

Mauro Icardi contó cómo comenzó la historia de amor con Wanda Nara

El futbolista habló de la excusa que buscó la modelo para que se produzca el primer encuentro a solas.

Mauro Icardi contó cómo comenzó la historia de amor con Wanda Nara
13 Octubre 2016
Mauro Icardi confesó cómo se fue enamorando de Wanda Nara, cuando la rubia estaba terminando la relación que tenía con Maximiliano López, por entonces amigo y compañero del actual goleador del Inter.
"Ella me invitó a dar un paseo con Maxi, Bergessio y su esposa y dije que sí. Cuando estaba solo en el segundo piso del barco escuchando música de repente vino Wanda y se sentó al lado mío sin ningún tipo de vergüenza. En ese momento su relación con Maxi López estaba terminando", contó el futbolista en su biografía "Sempre Avanti, la mia storia segreta" (Siempre adelante, mi historia secreta).
El amor entre Mauro y Wanda se fue cocinando a fuego lento, según recordó Icardi: "antes de irme a una gira de amistosos en Estados Unidos recibí un mensaje de Wanda. Me sorprendió porque por lo general yo hablaba con Maxi". "Me pidió si podía conseguirle un iPad de Estados Unidos porque aún no había llegado a Italia. El episodio me hizo pensar, ¿quiere la tablet o está buscando una excusa para ponerse en contacto conmigo? Cuando regresé a Milán, una de las primeras cosas que hice fue reencontrarme con Wanda. Tenía que darle el iPad, era la excusa perfecta", relató.
"Wanda y yo nos pusimos de novios el 27 de octubre, es el número que tengo tatuado en el brazo. Recuerdo otra cosa de ese día: estuvimos juntos todo el domingo desde el mediodía hasta el lunes, día en que ella tenía que volver a Catalina", agregó el joven de 23 años.
Y la historia de amor continuó: "a partir de ahí charlábamos todos los días y nos contábamos todo. (...) Wanda para hacerme parte de su vida me mandaba fotos de sus niños, a quienes yo ya quería mucho. Cada día hablábamos más y comenzó a contarme, con detalles, sus discusiones con su ex marido. En ese momento entendí que estaba sufriendo mucho. Me molestaba que estuviese atravesando esa situación. La escuchaba, buscaba hacerle el aguante pero solo la oía llora".
"No soportaba estar un minuto sin ella y le rogué que, por favor, volviera a mí. El jueves de la semana siguiente, ella volvió a Milán para pasar juntos el fin de semana. Nuestra primera salida en público fue a Esselunga, un supermercado. Salimos a comprar porque mi heladera estaba vacía", sostuvo.

Mauro Icardi confesó cómo se fue enamorando de Wanda Nara, cuando la rubia estaba terminando la relación que tenía con Maximiliano López, por entonces amigo y compañero del actual goleador del Inter.

"Ella me invitó a dar un paseo con Maxi, (Gonzalo) Bergessio y su esposa y dije que sí. Cuando estaba solo en el segundo piso del barco escuchando música de repente vino Wanda y se sentó al lado mío sin ningún tipo de vergüenza. En ese momento su relación con Maxi López estaba terminando", contó el futbolista en su biografía "Sempre Avanti, la mia storia segreta" (Siempre adelante, mi historia secreta).

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El amor entre Mauro y Wanda se fue cocinando a fuego lento, según recordó Icardi: "antes de irme a una gira de amistosos en Estados Unidos recibí un mensaje de Wanda. Me sorprendió porque por lo general yo hablaba con Maxi". "Me pidió si podía conseguirle un iPad de Estados Unidos porque aún no había llegado a Italia. El episodio me hizo pensar, ¿quiere la tablet o está buscando una excusa para ponerse en contacto conmigo? Cuando regresé a Milán, una de las primeras cosas que hice fue reencontrarme con Wanda. Tenía que darle el iPad, era la excusa perfecta", relató.

"Wanda y yo nos pusimos de novios el 27 de octubre, es el número que tengo tatuado en el brazo. Recuerdo otra cosa de ese día: estuvimos juntos todo el domingo desde el mediodía hasta el lunes, día en que ella tenía que volver a Catalina", agregó el joven de 23 años.

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Y la romántica historia continuó: "a partir de ahí charlábamos todos los días y nos contábamos todo. (...) Wanda para hacerme parte de su vida me mandaba fotos de sus niños, a quienes yo ya quería mucho. Cada día hablábamos más y comenzó a contarme, con detalles, sus discusiones con su ex marido. En ese momento entendí que estaba sufriendo mucho. Me molestaba que estuviese atravesando esa situación. La escuchaba, buscaba hacerle el aguante pero solo la oía llora".

"No soportaba estar un minuto sin ella y le rogué que, por favor, volviera a mí. El jueves de la semana siguiente, ella volvió a Milán para pasar juntos el fin de semana. Nuestra primera salida en público fue a Esselunga, un supermercado. Salimos a comprar porque mi heladera estaba vacía", sostuvo.

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