El fiscal federal de Orán criticó la debilidad de los puntos fronterizos

El fiscal federal de Orán criticó la debilidad de los puntos fronterizos

Desde allí se abastece de cocaína a Tucumán.

DOLOR. La familia de Roldán, mientras esperaba que llegara el cuerpo. DOLOR. La familia de Roldán, mientras esperaba que llegara el cuerpo.
03 Octubre 2016
Según el fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, Tucumán aparece como un destino más de la droga que parte desde esa ciudad salteña. Sin embargo, no considera que haya algo especial en la conexión entre ambos puntos geográficos, ya que las bandas delictivas también envían cocaína a ciudades como Rosario, Buenos Aires o Córdoba.

En diálogo con LA GACETA, el funcionario judicial -en actividad desde 2005 en ese cargo- señaló que se ha recrudecido el narcotráfico en toda la frontera norte y Tucumán aparece como punto destacado porque siempre lo fue para jujeños o salteños por representar un centro comercial, universitario o laboral que históricamente generó interés en los habitantes de la región.

El punto de inflexión en Orán ocurrió, según Bruno, cuando se intensificaron los cortes en la ruta nacional 34 por piquetes liderados por el grupo Quebracho o Carlos “Tyson” Fernández, allegado a Raúl Castells. “Se encontraron con que el departamento San Martín estaba sitiado por los cortes y eso provocó que los tours de compras se trasladaran para el lado de Orán, donde el control es más liviano y hay 100 kilómetros menos para llegar a frontera”, detalló el fiscal.

Bruno está convencido de que el Estado debe trabajar en “elementos que sirvan de obstáculo para el libre tránsito de estupefacientes que se está dando en este momento”. Por eso destacó la debilidad de los controles de la ruta nacional 50, que conecta Orán con la frontera Boliviana. Allí solo controla el tránsito el Escuadrón 20 de Gendarmería Nacional, con 400 hombres. En cambio, por la ruta 34, existen tres puestos con 400 hombres en cada uno, apostados en las localidades de Pocitos, Aguaray y Tartagal.

Algunas de las soluciones que planteó Bruno para fortalecer el control son crear un nuevo puesto en Aguas Blancas, la última localidad antes de cruzar la frontera por la ruta 50. Allí, según el funcionario, debe trabajar un escuadrón de 400 hombres, comandado por un comandante principal de alto rango, “para que Gendarmería Nacional tenga presencia efectiva, no como la que tiene ahora que es únicamente una sección con turnos de 15 o 16 hombres que trabajan en una frontera tan caliente y tan grande”.

La extensión de la frontera también es un punto crítico para el fiscal federal, por eso propuso que haya un solo control aduanero integrado entre Bolivia y Argentina, habilitado por el puente internacional y que se encauce el río Bermejo. “En la actualidad el caudal del cauce está mayormente en Bolivia y eso impide que las fuerzas argentinas puedan hacer una tarea de prevención con los gomones, cuya circulación es por territorio boliviano”, precisó.

Bruno también se refirió a la modalidad de ingreso de droga más preocupante para las fuerzas de seguridad que es a través de avionetas. En el último gran operativo de Gendarmería Nacional se secuestraron más de 800 kilos de cocaína que había ingresado en forma aérea con el posterior acopiamiento de ladrillos en un campo de la zona del Chaco salteño. Según el fiscal, no alcanza únicamente con la colocación de un radar, “sino que hay que modificar la ley y tomar las decisiones que corresponden al poder político”.

Sobre los avances con el nuevo gobierno nacional, Bruno señaló que aún no pudo reunirse con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ni con el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco. “Seguramente cuando se acerquen a la frontera hablaremos con ellos para presentarles nuestra propuesta”. Hasta tanto, la Fiscalía Federal de Orán trabaja en forma conjunta con Cancillería, Migraciones, Gendarmería Nacional y Aduana, entre otras entidades.

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