Los padres están detenidos y es incierto el destino de una nena boliviana de dos años

Los padres están detenidos y es incierto el destino de una nena boliviana de dos años

Se cree que los otros familiares, oriundos de Bolivia, no vendrán a buscarla porque están implicados en la causa y quedarían detenidos. Para que no durmiera en un calabozo, alojaron a Pilar en una pieza de la Policía Federal. Intervendría el consulado.

EN LA TERMINAL. La mujer detenida, presunta “mula” de la banda de “El Gordo Rogelio”, con su pequeña hija en brazos frente a un efectivo. la gaceta / foto de analía jaramillo EN LA TERMINAL. La mujer detenida, presunta “mula” de la banda de “El Gordo Rogelio”, con su pequeña hija en brazos frente a un efectivo. la gaceta / foto de analía jaramillo
30 Septiembre 2016

Es la otra cara del narcotráfico, ese demonio que mata gente y destruye familias. Pilar tiene dos años. Es la hija de las supuestas “mulas” que habrían traído en el interior de su cuerpo pasta base para Rogelio “El Gordo” Villalba, el hombre que está acusado de ser el líder de una red de narcomenudeo de La Costanera. Pasó la noche en una pieza de la Delegación de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, junto a su madre. Hoy se definirá si es enviada a la Sala Cuna, donde permanecerá hasta que sea retirada por un familiar o sea entregada en adopción.

La pequeña, junto a sus padres de origen boliviano, partió de Orán, lugar donde reside, el lunes por la noche. El martes, sus progenitores fueron detenidos en la Terminal de Ómnibus por los federales al sospechar que habrían ingerido cápsulas con droga. Ella no entendía nada. Rodeada de hombres extraños, en el Patio de Comidas del shopping no dejaba de acariciar a su papá y a su mamá. No sabía que la mujer, de 22 años, tenía pedido de captura internacional por tráfico de drogas y su pareja, de 26, orden de expulsión del país.

La nena estuvo en el Hospital Avellaneda hasta ayer a la mañana, donde estaba internada su madre para ver si expulsaba las cápsulas. Como no lo hizo, se ordenó que fuera llevada a una celda común, al igual que su padre, al que no verá por un buen tiempo, ya que fue enviado a una comisaría tucumana. Allí comenzó el calvario para la pequeña. En la provincia no existe un lugar donde una madre puede ser alojada con un hijo de esa edad. En la Cárcel de Mujeres sólo pueden ubicar a mamás con pequeños en edad de lactancia. Tampoco pudieron darle arresto domiciliario, puesto que la detenida no es oriunda de la provincia.

La última alternativa que le quedaba era que un familiar directo se presentara para reclamar su custodia. Pero en la Justicia Federal saben que eso no ocurrirá. Los parientes de las “mulas” están involucrados en la causa y, si es que llegan a pisar suelo tucumano, lo más probable es que terminen en un calabozo. El juez Daniel Bejas, que entiende en la causa, podría ordenar hoy que sea enviada a la Sala Cuna. A partir de ese momento, el caso de la nena deberá ser entendido por un juez de Familia y Sucesiones, del fuero local.

Ayer por la tarde, Pilar correteaba como si nada en el patio de la dependencia de la fuerza federal. Su madre, custodiada por una policía, observaba que no hiciera travesuras y que no gritara más de la cuenta. Los investigadores, al observar esa escena, se sacaban el traje de duro y en sus rostros se dibujaba una enorme sonrisa.

“Por cuestiones humanitarias decidimos que se quede una noche aquí. Mañana (por hoy) se definirá cuál es su futuro. Tuvimos que reacondicionar una habitación para que no durmiera en un calabozo”, aseguró el comisario Jorge Luján, titular de esa división.

“Este es un caso muy raro, casi inédito. Normalmente los menores quedan a cargo de los parientes cuando sus padres están detenidos por haber cometido algún ilícito, o son entregados en custodia a sus abuelos o tíos”, aseguró el abogado Roberto Flores.

Silvia Furque, que coincidió con su colega, agregó: “con seguridad terminará en la Sala Cuna hasta que un familiar reclame su custodia. La Justicia Federal siempre es más comprensible en este tipo de situaciones. No sólo se fijan en los derechos de los niños, sino también en los de la madre”.

Bejas se enfrentó a un problema: la niña tiene nacionalidad argentina, pero sus padres realizaron este trámite de manera irregular, puesto que ellos usaron documentos argentinos falsos, por lo que el DNI de la menor no sería válido.

Si se confirma esa situación, la Justicia deberá dar intervención al Consulado de Bolivia para que también intervenga en el caso. Ellos, según explicaron fuentes judiciales, pueden hasta ubicar a sus familiares o conseguir un hogar de tránsito para la menor hasta que sus padres recuperen la libertad.

“Se debe averiguar en el consulado si es que no existe un planteo judicial realizado en ese país. Si es así, se debería enviar a la nena a esas tierras”, explicó Silvio Maza Villalba, defensor de Menores. “Pero si no aparece ningún familiar, el siguiente paso es darla en adopción. Ese trámite demora al menos dos años”, concluyó.

Ponen en riesgo su vida pensando que así evitarán ir a la cárcel

Es una situación límite. La pareja de “mulas” está empecinada en negar que tengan pasta base en el interior de su cuerpo para evitar terminar en la cárcel. Sin embargo, parecieran desconocer que no saldrán en libertad. Ella tiene pedido de captura internacional por tráfico de drogas, y él debe esperar tras las rejas hasta tanto se completen los trámites para que sea expulsado del país, tal como lo ordenó la Justicia.

A través de las escuchas telefónicas, los investigadores sospechan que los acusados habían ingerido cápsulas de pasta base para entregárselas a Rogelio “El Gordo” Villalba. Ellos negaron esa posibilidad, por lo que las autoridades ordenaron que se realizaran placas radiográficas en el abdomen.

Los médicos del Hospital Avellaneda les hicieron los estudios y observaron manchas en el interior de la zona abdominal de los dos adultos, aunque no pudieron determinar de qué se trata. Por ese motivo, no se les realizó el tratamiento para que evacuaran las cápsulas.

Fuentes judiciales confirmaron a LA GACETA que las “mulas” perfeccionaron sistemas para disimular la droga en su interior. Especialistas comentaron que envuelven la droga con material que impide que sean descubiertas cuando pasan por un cuarto donde hacen radiografías. El uso del papel carbónico es uno de los recursos más utilizados.

Por cuestiones legales, no se puede obligar a los sospechosos a que expulsaran ese material. El juez Daniel Bejas, ordenó entonces su trasladado a celdas comunes. El problema es que los uniformados tampoco pueden controlarlos si eliminan la sustancia de manera natural en sus lugares de encierro. Sí es que ellos no expulsan la supuesta droga, a partir de esta noche o mañana podrían sufrir serios problemas de salud, ya que corren el riesgo de que las cápsulas de látex revienten.

Búsqueda

Por otra parte, se confirmó que las autoridades están tras los paso de “El Gordo Cocina”, uno de los miembros de la banda que lideraba “El Gordo Rogelio”. Según los investigadores, él era el encargado de procesar la pasta base hasta obtener cocaína, estirarla y distribuirla en los diferentes puntos de venta que tenía en La Costanera. Se confirmó además que en esta provincia se analizarán el contenido de los más de 30 celulares que se incautaron en los operativos. Con diferentes pericias buscarán más integrantes de la red.

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