Ellas hacen camino al andar

En una sola foto, convergen el pasado, el presente y el futuro de una historia que, en cierto modo, recién comienza: la del rugby femenino en Tucumán. Sí, puede que hayan pasado dos décadas desde el puntapié inicial que dieran las “Huarmis”, aquel grupo de pioneras surgido en la Escuela de Educación Física, pero recién en los últimos años fue que la disciplina comenzó a echar raíces y conquistar territorios en el interior de la provincia. Hoy, Tucumán tiene bien ganada una posición de privilegio en el mapa nacional, a fuerza de motorizar al rugby femenino con iniciativas que luego son imitadas por otras uniones.

“Cuando veo todas las cosas que están surgiendo, siento la satisfacción de saber que todo lo que hicimos con las ‘Huarmis’ no fue en vano”, confiesa Mirta Cabrera, la única de las fundadoras que sigue vinculada al rugby hoy en día, como árbitra y entrenadora. “Me llena de orgullo ver que sumaron tantas chicas, que haya tantos equipos, que tengamos torneo propio y hasta un seleccionado provincial. Y no sólo a mí me da orgullo: también a las otras ‘Huarmis’ con las que sigo en contacto. Ellas también sienten que aportaron su granito de arena para que esto fuera posible”, revela Mirta, la primera tucumana que se vistió de Puma, allá por 2004.

“Isa” Fontanarrosa pertenece a la segunda generación, la responsable del renacimiento del rugby femenino de la mano de Cardenales, el primer equipo de club de la provincia y, desde hace varias temporadas, el mejor del país. “Tenemos la suerte de ser una de las pocas provincias que tienen juveniles que tienen un torneo para ellas. La posibilidad de competir es muy motivante, así como el hecho de tener una concentración nacional juvenil el mes que viene acá, y que los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018 sean en Argentina”, destaca Isa, que sueña con seguir abriendo camino para las que vienen. “Ojalá puedan jugar permanentemente el Circuito Mundial, o que puedan llegar a ser profesionales algún día”, señala.

Una de las que venía pero ya llegó es Mayra Aguilar, la más “nueva” de Las Pumas. “En los últimos años el rugby femenino creció mucho acá, y está buenísimo esto de que empiece a haber concentraciones juveniles, porque ellas son el futuro del rugby femenino. Estoy muy contenta con cómo se están haciendo las cosas acá”, resalta la de Alberdi, que con apenas 20 años todavía tiene mucho por delante.

Luisina Contreras, con apenas 13, representa ese futuro del que habla Mayra. “Ojalá que más chicas se sigan sumando, porque es un deporte muy divertido y en el que se hacen muchísimas amistades. Antes lo juvenil era más de exhibición, hoy ya tenemos un torneo propio y un seleccionado. Todo eso te motiva a esforzarte y seguir creciendo para algún día poder estar donde hoy están Isa y Mayra”, cierra la juvenil de Monteros.