El primer paso para tratar la obesidad infantil es que los padres se comprometan

El primer paso para tratar la obesidad infantil es que los padres se comprometan

Los chicos por sí solos no pueden cuidar su salud. Además enfrentan una gran cantidad de tentaciones en materia de comida.

EL EJERCICIO ES UN ALIADO. En Kids Gym, primer gimnasio para chicos de Tucumán, se les enseña, además, algunas pautas para alimentarse bien.  LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.- EL EJERCICIO ES UN ALIADO. En Kids Gym, primer gimnasio para chicos de Tucumán, se les enseña, además, algunas pautas para alimentarse bien. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ.-
29 Septiembre 2016

El libro “Yo antes de ti”, el drama romántico escrito por la británica Jojo Moyes, tiene clavado el señalador en la mitad. Noemí lo encontró en cualquier anaquel, y sin mirar demasiado lo metió en la cartera cuando decidió que necesitaba hacer algo por su hija, Flor, de nueve años. La médica endocrinóloga le dio un ultimátum hace cuatro meses: la nena tiene que bajar sí o sí algunos kilos para que sus problemas de tiroides y su sobrepeso no se conviertan en diabetes u otra enfermedad más difícil antes de que Flor comience a desarrollarse. Porque hasta ahora, el problema más serio que sufre es la discriminación y el bullying en la escuela. Flor es el “chanchito”, es “Peppa Pig”; en el mejor de los casos es “la gordita” del aula.

“Llegó un momento en el que no quería ir a clases porque la pasaba muy mal y ahí tuve que decidir o decidir, por el bienestar de ella. Para mí es un gran esfuerzo esperarla la hora y media que hace gimnasia, dos veces por semana, pero es lo que le hace bien”, confiesa Noemí Cejas. Ella es empleada en una casa de familia y fue su jefa quien le recomendó que la llevara a Kids Gym, el primer gimnasio tucumano exclusivamente para chicos. Desde hace cuatro meses, Noemí busca a su hija de la escuela, la lleva al gimnasio y la espera leyendo su libro. “No ha bajado de peso, pero al menos se está manteniendo y ya no se enoja cuando le digo que caminemos, que vayamos a la plaza. Antes sólo quería andar en moto, en el auto del padre o en taxi, pero ahora al menos camina”, celebra la mamá.

Según las profes del gimnasio, Noemí es un caso atípico, tan atípico como ejemplar. “No sirve de nada que los chicos vengan acá, hagan actividad física tres veces por semana, adquieran hábitos saludables de alimentación y después vayan a la casa o a la escuela y vuelvan al sedentarismo o a la comida chatarra. Para controlar la obesidad infantil es fundamental el compromiso de los padres, porque hay muchas cosas que los chicos no pueden hacer por sí mismos”, explica María Marta Manca, una de las entrenadoras de este gimnasio, que ha cumplido tres años, y que ahora se ha convertido en la Fundación Conafi (Centro de Obesidad, Nutrición y Actividad Física Infantil). María Marta es presidenta de esa fundación, y advierte la necesidad de una ley de obesidad infantil (ver “No hay una ley...”).

Manca cuenta que en ocasiones ella les da tarea para la casa a los chicos: que los días que no van al gimnasio les pidan a sus padres que los saquen a dar cinco vueltas a la manzana caminando. “Pocas veces lo hacen, otras nos mienten (risas) y en ocasiones los papás nos reprochan que les demos estas tareas. Nosotros entendemos que estén cansados, que trabajan todo el día, pero también es importante que se hagan lugar para sostener el tratamiento de los chicos”, advierte.

Golosinas, gaseosas...

Los especialistas que llevan adelante la Fundación Conafi sostienen que la mayor dificultad para prevenir y combatir las enfermedades de exceso de peso en los chicos está en la alimentación. “Si bien los chicos son cada vez más sedentarios, no es tan complicado inculcarles el hábito del movimiento o hacerlos que hagan algún deporte. Pero en el tema de la comida sí es difícil, por la cantidad de oferta de golosinas, gaseosas o comidas chatarra a la que están expuestos”, remarca Marcelo Ferré, miembro de la Fundación.

“En el gimnasio los chicos aprenden qué les hace bien y qué no. Pero en mi caso, Flor se me escapa de las manos cuando va a la casa de la abuela, de los amigos o de otros familiares. Porque la gente dice: ‘cómo le voy a mezquinar, cómo no le voy a dar’. No lo hacen de malos, no saben el daño que les hacen a los chicos convidándoles cosas que no quieren comer. También están los que te dicen que tenés que estar tranquila, porque la nena o el nene ‘ya va a pegar el estirón’ y va a adelgazar. Pero eso no siempre pasa y las cosas se ponen más complicadas”, relata Noemí, mientras Flor hace algunos ejercicios en la cama saltarina.

“No se trata de dietas, nosotros no promovemos las dietas. Pero sí que los chicos sean capaces de reconocer qué cosas no les hacen bien a la salud. Si quieren comer algodón de azúcar, por ejemplo, lo pueden hacer, pero no todo el algodón, quizás sólo un pellizquito”, señala María Eugenia Mejías, también entrenadora del gimnasio para chicos.

Según las profes, haciendo números, son muchos más los chicos que llegan a hacer actividad física por prescripción de los médicos (generalmente endocrinólogos) que por perspicacia de los padres. “Hay de todo, están los que niegan el problema y también los que no son capaces de ver que no está bien que los chicos tengan sobrepeso. Nos guste o no, cuando hablamos de niños, muchas cosas dependen de los padres. Y la salud es una de ellas”, concluye Manca.


Problemas en la balanza
SEDENTARISMO
No sólo la tecnología (el celular, las tablets y los videojuegos) son los generadores del sedentarismo en los chicos. El contexto social también determina que los niños se muevan menos: “antes pasábamos el día entero andando en bicicleta en el barrio, pero ahora no dejamos salir a los chicos por miedo a que los maten o los roben”, advierte María Eugenia Mejías, entrenadora de Kids Gym y miembro de la Fundación Conafi. Las escuelas y colegios, además, están obligados a dictar nada más que una hora semanal de educación física, prácticamente nada, advierte la especialista. 
ALIMENTACIÓN
Los chicos están constantemente bombardeados con oferta de comida chatarra, golosinas, gaseosas y otros alimentos no saludables. La Ley 26.396 (de Trastornos Alimentarios) ordena que todos los establecimientos escolares deben contar con quioscos saludables, pero, en la práctica, ese punto no se cumple.
PADRES CON SOBREPESO
Según los especialistas de Kids Gym, muchos de los chicos con sobrepeso tienen un historial de padres en las mismas condiciones, lo que a veces lleva a naturalizar la problemática o a desconocer el problema hasta que aparecen los trastornos de la salud (hipertensión, diabetes, sindrome metabólico, todo en los niños). Cuando se ven obligados a consultar al médico, es el profesional quien les recomienda tratamiento para controlar el sobrepeso.
NO HAY UNA LEY ESPECÍFICA
La resolución 742/09, del Ministerio de Salud, que regula parte de la Ley de Trastornos alimentario, incorpora al Programa Médico Obligatorio prestaciones básicas esenciales para la cobertura de la obesidad, pero sólo en pacientes adultos. “Tenemos que lograr que los niños también estén cubiertos, porque están desprotegidos en esto”, advierte Marcelo Ferré, miembro de la Fundación Conafi.

Problemas en la balanza
SEDENTARISMO

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No sólo la tecnología (el celular, las tablets y los videojuegos) son los generadores del sedentarismo en los chicos. El contexto social también determina que los niños se muevan menos: “antes pasábamos el día entero andando en bicicleta en el barrio, pero ahora no dejamos salir a los chicos por miedo a que los maten o los roben”, advierte María Eugenia Mejías, entrenadora de Kids Gym y miembro de la Fundación Conafi. Las escuelas y colegios, además, están obligados a dictar nada más que una hora semanal de educación física, prácticamente nada, advierte la especialista. 

ALIMENTACIÓN
Los chicos están constantemente bombardeados con oferta de comida chatarra, golosinas, gaseosas y otros alimentos no saludables. La Ley 26.396 (de Trastornos Alimentarios) ordena que todos los establecimientos escolares deben contar con quioscos saludables, pero, en la práctica, ese punto no se cumple.

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PADRES CON SOBREPESO
Según los especialistas de Kids Gym, muchos de los chicos con sobrepeso tienen un historial de padres en las mismas condiciones, lo que a veces lleva a naturalizar la problemática o a desconocer el problema hasta que aparecen los trastornos de la salud (hipertensión, diabetes, sindrome metabólico, todo en los niños). Cuando se ven obligados a consultar al médico, es el profesional quien les recomienda tratamiento para controlar el sobrepeso.

NO HAY UNA LEY ESPECÍFICA
La resolución 742/09, del Ministerio de Salud, que regula parte de la Ley de Trastornos alimentario, incorpora al Programa Médico Obligatorio prestaciones básicas esenciales para la cobertura de la obesidad, pero sólo en pacientes adultos. “Tenemos que lograr que los niños también estén cubiertos, porque están desprotegidos en esto”, advierte Marcelo Ferré, miembro de la Fundación Conafi.

EL CONTEXTO 

Tucumán está por encima de la media nacional en obesidad

- En Argentina, los resultados de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación (2013) muestran una prevalencia del 37% de sobrepeso en mayores de 18 años, mientras que la prevalencia de obesidad es de casi el 21 %.

- En Tucumán el 21.6 % de los mayores de 18 años padece obesidad, o sea que 200.000 adultos mayores de 18 años -más de la mitad de la población- tiene exceso de peso, según datos provistos por Francisco D’Onofrio, experto en Nutrición y supervisor del Programa de Atención Integral de Obesidad.

Casi cuatro de cada 10 chicos padecen obesidad o sobrepeso en tucumán

- En marzo de este año, investigadores de la UNT realizaron un estudio en 700 chicos de entre seis y 19 años. Concluyeron que casi el 40% (cuatro de cada 10) padece sobrepeso y obesidad. El trabajo fue publicado en la revista de la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (RAEM). También señala que, considerando el índice de masa corporal (IMC), el 14% de los escolares estudiados presenta obesidad y el 22%, sobrepeso; la suma de ambos resulta un 36% de chicos por encima del peso normal. 

La obesidad trae problemas físicos y sociales

- Desde una perspectiva social, las estadísticas para todo el país inquietan: según el Inadi (datos de 2013) el 78% de la población obesa se siente discriminada. D’Onofrio enfatiza  además que el otro costado de la obesidad es generado en contexto de pobreza, y que a veces queda opacado por la desnutrición.


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