Tapas: disfrutá el placer de comer delicias en versiones pequeñas

Tapas: disfrutá el placer de comer delicias en versiones pequeñas

De España, al mundo: el tapeo es la conjunción perfecta de comida, bebida, amigos y alegría. Algunas ideas y un poco de historia.

27 Septiembre 2016

Las tapas acompañan una cerveza (caña sería, en este contexto, la palabra justa) a la caída del sol; funcionan como entrada antes de la cena o son una comida en sí misma.

Lo que entre nosotros falta, y hay que reconocer que les quita ángel, es la tradición de “ir de tapas”.

Porque el tapeo es, decididamente, mucho más que una cuestión de comida y bebida: es una forma españolísima de vínculo social.

Nos lo describen dos tucumanos: “salir de tapas es compartir con amigos la noche usando de excusa las comidas; charlar mientras se degustan mil manjares, de pie, y planificar lo que viene”, describe Alberto Ramos Vernieri, “experto” después de haber pasado, por trabajo, unas semanas en Madrid.

“Salir de tapas es... compartir momentos lindos y charlas con amigos, sin la formalidad de sentarse a una mesa, y los platos más deliciosos en versiones pequeñas. Se crea un ambiente divertido y bullicioso: todo el mundo de pie, charlando, riendo y sosteniendo su copa o apoyándola sobre una pequeña mesa, una barra o simplemente una ventana. En algunas ciudades hasta se hace difícil encontrar algún lugar para sentarse a comer ‘a la argentina’; todo ocurre de pie, en un pequeño salón que se continúa en la calle, especialmente en los meses cálidos”, describe María Teresa Ajmat, viajera entusiasta, especialmente si la tierra de sus abuelos es el destino.

¿De dónde salieron?

Historias hay muchas, y casi todas tienen que ver con reyes: de Alfonso X, llamado “El Sabio”, dicen que ordenó que en los mesones y las ventas no se sirviera alcohol si no venía acompañado con comida (así no se subía tan rápido a la cabeza).

Los mesoneros clocaban entonces pan con lonjas de jamón o trozos de queso sobre los rústicos vasos.

A Alfonso XIII, en cambio, el propio mesonero decidió cuidarlo (lógico... ¡era el rey!): soplaba fuerte viento cuando se sentó en un mesón cerca de la playa, en Cádiz, y pidió un jerez.

El dueño del local, tapó con una loncha de jamón la copa, para que no se llenara de arena.

Al rey le encantó la idea... los cortesanos no quisieron ser menos... ¡Y todos disfrutamos de las tapas!

Hoy se sirven en casi cualquier bar de España, desde la más humilde taberna pueblerina hasta el más pijo de los restoranes, e incluso se han escurrido en la alta cocina de la mano del famoso Ferran Adrià.

En algunos casos, simplemente acompañan gratis la caña o el tinto de verano (esa mezcla fresca de vino con hielo y gaseosa para sobrellevar el calor); bueno: no tan gratis: ya que como suelen ser salados, dan sed, y entonces...

Los pinchos

Lógicamente, con el paso del tiempo la variedad y la complejidad de las tapas han crecido inmensamente, y depende mucho de en qué región de España te encuentres.

Lo cierto es que se sirven frías y calientes, montaditas en una rodaja de pan, o en cazuelas de barro... y además, están los pinchos...

Los más típicos son la tortilla de patatas, los pescaítos y los calamares fritos, el pan con tomate, ¿Te animás a este paseo gastronómico por la Madre Patria?

Recetas rápidas y sencillas

Pa amb Tomàquet (pan con tomate)

Cortá en rodajas un pan rústico (tostalo si te gusta más); refregalo con tomate muuuuuy maduro cortado por la mitad hasta que la pulpa quede adherida al pan, aliñalo con aceite de oliva y sal y comelo inmediatamente, para que no se ablande. Otra opción es refregar el pan con un diente de ajo antes de pasarle el tomate

ónde hacerte la mamografía
n Maternidad 
n Hosp. Avellaneda 
n Centro de Salud 
n Asistencia Pública 
n Hosp. de Concepción
n Hosp. de Monteros 
n Área Op. Bda. Río Salí
n Hosp. del Este
n Las Talitas
n Hosp. de Aguilares 
n Tafí Viejo (Policlínico)
n Carrillo (Yerba Buena) 
n Tráiler Sanitario de la Mujer
Almendras diferentes

Tostá 250 g de almendras peladas en el horno durante unos 7 minutos (¡que no se quemen!). Mientras, molé una cucharada sopera bien llena de sal gruesa y 1/2 cucharadita de pimentón. Cuando las almendras estén listas, ponelas en un bol, añadí aceite de oliva y remové para que se impregnen. Espolvoreá con la sal especiada y remové de nuevo, para que se adhiera a las almendras. 

Olivas con anchoas

Dales una vuelta de tuerca a las aceitunas que vienen rellenas (podés mezclar rellenas con almendras y con pimientos): envolvelas con medio filete de anchoa y sostenelo con un palillo. 

Pinchos de morcilla

Cortá la morcilla en rodajas finas, rebozalas en harina y freílas hasta que estén doradas; quitá el excedente de aceite. Cortá rodajas finas de pan, cubrilas con trozos de morrón asado al fuego, colocá una rodaja de morcilla e insertá el pincho.

Montadito de chorizo y huevos de codorniz

Cortá pan en rodajas (es buena idea tostarlo un poco) y rebanadas finas de chorizo colorado de más o menos el mismo tamaño que las rodajas de pan. Freí en aceite de oliva tantos huevos de codorniz como montaditos vayas a preparar y montalos sobre el chorizo. Llevá los montaditos a la mesa mientras aún están  calentitos.


Salsas para papas (fritas u horneadas)

Brava 

Salteá en aceite de oliva 1/2 cebolla, añadí una cucharada de pimentón dulce y pimentón picante, a gusto (se supone que bastante, para que sea realmente brava). Espesá harina y con un poco de caldo dale consistencia cremosa.

De ajos asados 

Pelá los dientes de una cabeza de ajo y hornearlos en una asadera, con un poco de aceite de oliva, unos 20 minutos. Sacalos, y cuando estén tibios, espolvoreá con sal y hacé un puré. Añadí aceite de oliva, 2 cucharadas de yogur natural y 2 de mayonesa. Tapá y guardá en la heladera hasta el momento de usar.
 

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