27 Septiembre 2016
UNA VOZ ÚNICA. Franco Fagioli deslumbra con su registro de contratenor. LA GACETA / FOTO DE OSCAR FERRONATO.-
La ascendente carrera del contratenor Franco Fagioli está atravesando dos hitos de gran importancia. Hace dos viernes se transformó en el primer cantante nacido en Tucumán en actuar en la sala del Palacio Garnier de la célebre Ópera Nacional de París y lo hizo como protagonista de “Eliogabalo”, la última ópera barroca de Francesco Cavalli que estará en escena hasta mediados de octubre. En ella es dirigido musicalmente por otro argentino, el platense Leonardo García Alarcón.
Este viernes, Fagioli lanzará su álbum debut como solista para Deutsche Grammophon, el sello discográfico más importante de música clásica del mundo, con un CD dedicado a arias de Gioacchino Rossini. “Lo que tiene de especial este disco es que se remonta a mis comienzos como cantante”, afirma en una entrevista realizada en la sede de Universal Music, en Berlín. Recuerda que una de las primeras enseñanzas fue “Eccomi alfine in Babilonia”, aria del “Semiramide” de Rossini, que está en el disco y que tiene previsto estrenar próximamente en el escenario de la Ópera Nacional de Lorraine, en Nancy (Francia). En la nota, señala que su inicio “fue un poco diferente a lo que puede llegar a ser el de un contratenor en Europa, porque está solamente asociado a la música barroca o antigua o a un tipo de canto en particular”.
“Es un regalo de Dios tener una voz que pueda hacer este repertorio. Fue algo un poco sorpresivo para mucha gente”, dice en alusión a su registro, y agrega que ya de niño cantaba muy agudo en los coros infantiles de los que participó. “Yo nunca había dejado de cantar o de jugar con lo que es la voz aguda, sin saber que podía ser un contratenor”, comenta en el reportaje de referencia. Su conocimiento del registro le llegó cuando escuchó por primera vez a James Bowman en una grabación del “Stabat Mater” de Giovanni Battista Pergolesi, indica en la entrevista germana. “Entonces me dije: lo que yo hago realmente existe, no estoy jugando o imitando mujeres”, rememora.
Fagioli nació en 1981 en la capital tucumana, estudió en la escuela de ópera del Teatro Colón de Buenos Aires, donde aprendió de dos maestros -primero una soprano y después un barítono- la técnica de canto italiano, el belcanto con “canciones de Rossini, Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti, sin llegar a ser arias de ópera y, por supuesto, algunas que otras partituras de música barroca”. Cuando llegó a Europa, hizo carrera a partir de Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi y la música barroca, aunque poco a poco fue abriéndose paso con repertorios de Wolfgang Amadeus Mozart y ahora Rossini.
Fagioli vive en Madrid, donde debutará el año que viene en el Teatro Real con un recital de arias del repertorio que cantaba Cafarelli, gran cantante castrado del siglo XVIII, detalló un cable de la agencia EFE. El cantante regresará al escenario español en el papel del emperador Julio César en “Catoni in Utica”, de Leonardo Vinci, rol que también protagonizó en el Teatro Colón. Durante 2017, además, se presentará por primera vez en la Scala de Milán, con el “Tamerlano” de Händel.
Este viernes, Fagioli lanzará su álbum debut como solista para Deutsche Grammophon, el sello discográfico más importante de música clásica del mundo, con un CD dedicado a arias de Gioacchino Rossini. “Lo que tiene de especial este disco es que se remonta a mis comienzos como cantante”, afirma en una entrevista realizada en la sede de Universal Music, en Berlín. Recuerda que una de las primeras enseñanzas fue “Eccomi alfine in Babilonia”, aria del “Semiramide” de Rossini, que está en el disco y que tiene previsto estrenar próximamente en el escenario de la Ópera Nacional de Lorraine, en Nancy (Francia). En la nota, señala que su inicio “fue un poco diferente a lo que puede llegar a ser el de un contratenor en Europa, porque está solamente asociado a la música barroca o antigua o a un tipo de canto en particular”.
“Es un regalo de Dios tener una voz que pueda hacer este repertorio. Fue algo un poco sorpresivo para mucha gente”, dice en alusión a su registro, y agrega que ya de niño cantaba muy agudo en los coros infantiles de los que participó. “Yo nunca había dejado de cantar o de jugar con lo que es la voz aguda, sin saber que podía ser un contratenor”, comenta en el reportaje de referencia. Su conocimiento del registro le llegó cuando escuchó por primera vez a James Bowman en una grabación del “Stabat Mater” de Giovanni Battista Pergolesi, indica en la entrevista germana. “Entonces me dije: lo que yo hago realmente existe, no estoy jugando o imitando mujeres”, rememora.
Fagioli nació en 1981 en la capital tucumana, estudió en la escuela de ópera del Teatro Colón de Buenos Aires, donde aprendió de dos maestros -primero una soprano y después un barítono- la técnica de canto italiano, el belcanto con “canciones de Rossini, Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti, sin llegar a ser arias de ópera y, por supuesto, algunas que otras partituras de música barroca”. Cuando llegó a Europa, hizo carrera a partir de Georg Friedrich Händel, Antonio Vivaldi y la música barroca, aunque poco a poco fue abriéndose paso con repertorios de Wolfgang Amadeus Mozart y ahora Rossini.
Fagioli vive en Madrid, donde debutará el año que viene en el Teatro Real con un recital de arias del repertorio que cantaba Cafarelli, gran cantante castrado del siglo XVIII, detalló un cable de la agencia EFE. El cantante regresará al escenario español en el papel del emperador Julio César en “Catoni in Utica”, de Leonardo Vinci, rol que también protagonizó en el Teatro Colón. Durante 2017, además, se presentará por primera vez en la Scala de Milán, con el “Tamerlano” de Händel.
Lo más popular
