Secuestrado en Santiago, terminó en el Arsenal

Secuestrado en Santiago, terminó en el Arsenal

Cantos tenía 21 años y era estudiante.

GERMÁN CANTOS. Era hermano de Roberto Cantos, integrante del Dúo Coplanacu. GERMÁN CANTOS. Era hermano de Roberto Cantos, integrante del Dúo Coplanacu.
26 Septiembre 2016
Germán Cantos era un estudiante santiagueño de 21 años que cumplía el servicio militar al momento de su desaparición. En 2014, fue la única víctima del noveno juicio por crímenes de lesa humanidad celebrado en Tucumán (por estos días se desarrolla el doceavo, “Operativo Independencia”).

El proceso fue una derivación de la megacausa “Arsenales II-Jefatura II” (2013). Por su paso por el Arsenal habían sido juzgados entonces ex gendarmes y ex militares. D’Amico no había podido ser incluido en esa ocasión por cuestiones procesales.

La familia Cantos en los 70 era conocida en su provincia por su militancia y por sus dotes artísticas (Roberto Cantos, del Dúo Coplanacu es hermano de Germán), y habían sido perseguidos. Varios familiares permanecen desaparecidos.

El 3 de septiembre de 1976, Cantos fue secuestrado dentro de la unidad en la que el imputado Jorge D’Amico era su superior. Cuando sus padres fueron a buscarlo, les aseguraron que había desertado. Comenzaron entonces la búsqueda. Ex conscriptos declararon que el joven tenía miedo y que ya había sido retenido mientras sus compañeros salían de franco. Cantos fue trasladado a Tucumán y alojado en el Arsenal. Sobrevivientes lo vieron allí hasta un año después. Se sospecha que fue fusilado.

Cantos pudo filtrar una carta para su familia desde el Arsenal, en diciembre de 1976. Dedicó párrafos a sus padres y hermanos. “Si en una de esa no cuentan conmigo para las Fiestas, tengan en cuenta que es una falta con preaviso. De ustedes y para siempre, Germán”, concluye el documento.

Sobrevivientes que pudieron verlo y hablar con él consignaron que culpó al imputado y que relató que fue torturado. Se cree que permaneció casi un año con vida tras su secuestro.

D’Amico había declarado que no tuvo “nada que ver” con el secuestro. “Se me acusa de ser antidemocrático (por su pasado carapintada) y por ser funcionario de Carlos Juárez (entre 1996 y 2002 fue secretario de Seguridad). Quizás mi gran pecado haya sido ese”, dijo.

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