Se cumplen dos años de la masacre de Ayotzinapa

Se cumplen dos años de la masacre de Ayotzinapa

El caso de la desaparición de 43 estudiantes todavía convulsiona a los mexicanos.

VISITA. El enviado del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ene Jarab, llega a la escuela a la que asistían los 43 alumnos.  reuters VISITA. El enviado del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ene Jarab, llega a la escuela a la que asistían los 43 alumnos. reuters
25 Septiembre 2016
CIUDAD DE MÉXICO.- La vida de la familia Gutiérrez Solano cambió de un día para otro hace dos años, cuando su hijo Aldo resultó herido de bala en la cabeza la noche de la desaparición de 43 de sus compañeros de la escuela de Ayotzinapa. El joven alegre y vivaz quedó postrado inconsciente en la cama de un hospital, situación en la que sigue actualmente. “Fue algo feo para nosotros. Desesperación, indignación, todo se juntó”, contó Ulises Gutiérrez, uno de los 13 hermanos de Aldo. “Gracias a dios empezamos a organizarnos y con el tiempo, poco a poco, fuimos sobrellevando la situación”.

Aldo tenía 19 años cuando fue herido por una bala el 26 de septiembre de 2014. Una persecución policial fue el preludio de su tragedia y la de 43 de sus compañeros de la escuela normal para la formación de maestros Raúl Isidro Burgos, en el estado de Guerrero.

Para Ulises y su familia fue un duro golpe y un cambio en su rutina. Todos los días deben estar en la habitación que el joven normalista ocupa en el Instituto Nacional de Rehabilitación, en la Ciudad de México. Cuidarlo implica turnarse cada semana para viajar desde Guerrero hasta la capital. “La familia está permanentemente. El detalle es que nos vamos cambiando porque es muy pesado estar todos ahí, así que nos vamos turnando”, explica. Aldo se encuentra en estado vegetativo desde el fatídico día, aunque de acuerdo con los médicos, ha evolucionado positivamente. El neurólogo cubano Francisco Machado Curbelo, uno de los médicos que se encargan del caso del joven a pedido de la Comisión de Atención a Víctimas, explicó que, pese a los avances en su salud, no se puede cantar victoria. Según Machado, los programas de rehabilitación lograron que se regularice su nutrición y que ya no se le alimente por vía intravenosa.

El 26 de septiembre de 2014 estudiantes de Ayotzinapa tomaron autobuses para acudir a una manifestación en la capital. Los jóvenes fueron perseguidos por policías municipales de la ciudad de Iguala, a unos 200 kilómetros de la Ciudad de México. Según expertos independientes, el ataque duró varias horas e incluyó a la Policía de los municipios de las vecinas Cocula y Huitzuco. Los agentes estaban aliados con un grupo criminal al que entregaron a los estudiantes. A Aldo le dispararon cuando, con otros jóvenes, trataba de eludir una patrulla que les bloqueaba el paso. El Gobierno mantiene la hipótesis, de que los 43 estudiantes desaparecidos fueron asesinados e incinerados en un basurero por el grupo criminal, pero las investigaciones de peritos independientes, refutaron esa hipótesis. A dos años del hecho que estremeció México, los padres de los desaparecidos continúan buscándolos y exigen la aparición con vida de sus hijos. (DPA-Télam)

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