Es la mejor noticia y seguro que usted la desconoce

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Al contrario de la creencia generalizada, la pobreza y la mortalidad infantil están disminuyendo sensiblemente en el mundo

foto de Rajanish Kakade para the new york times foto de Rajanish Kakade para the new york times
24 Septiembre 2016

Nicholas Kristof - The New York Times

El mundo es un caos. Miles de millones de personas viven encerradas en interminables ciclos de guerra, hambruna y pobreza, mientras más niños que nunca mueren de hambre, enfermedad y violencia. En la apreciación de estas calamidades las sociedades parecen estar de acuerdo. Por ejemplo en Estados Unidos, donde varias encuestas han arrojado que nueve de cada 10 ciudadanos cree que la pobreza mundial ha empeorado o permanecido igual durante los últimos 20 años.

Pero uno de los tópicos que dirigentes de todos los continentes tocaron esta semana en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) es que -de acuerdo con recientes estudios- estamos en un punto de inflexión particularmente notable. El número de personas que vive en la pobreza extrema (con 1,90 dólar por persona, por día) ha caído a la mitad en dos décadas. Además, la cantidad de niños pequeños que muere ha registrado un descenso en la misma proporción; ¡eso equivale a 6 millones de vidas al año salvadas por vacunas, promoción de la lactancia, remedios para la neumonía y tratamientos para la diarrea!

Cuestión de datos

Puede que los futuros historiadores consignen que lo más importante que ocurría en el mundo a comienzos del siglo XXI era un descenso pasmoso en los niveles de sufrimiento humano.

De acuerdo, usted cree que finalmente cedí bajo la presión después de haber pasado demasiado tiempo en las zonas más castigadas del planeta. Aquí van unos cuantos puntos informativos:

- En 1981 el 44% de la población vivía enla pobreza extrema, según reportes del Banco Mundial. Actualmente se cree que ese porcentaje equivale a menos de 10% y sigue bajando. “Esta es la mejor noticia que podemos dar en el mundo actualmente”, dice Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial.

- Durante toda la historia de la especie humana, hasta la década de 1960, la mayoría de los adultos era analfabeta. Actualmente, 85% de los adultos en todo el mundo sabe leer y escribir y ese porcentaje está creciendo.

- Si bien la desigualdad ha crecido en Estados Unidos, la tendencia global es más alentadora: en el ámbito internacional, la desigualdad está bajando debido a progresos de los pobres en países como China e India.

- La ONU apunta a erradicar la pobreza extrema para 2030. Los expertos creen que será posible acercarse bastante a esa meta.

Al alcance de la mano

En pocas palabras, tenemos una oportunidad concreta de borrar algunos males que han azotado a la humanidad durante miles de generaciones, desde analfabetismo hasta el tipo de pobreza más dura: la indigencia.

Sin embargo, la población general cree lo contrario, que la pobreza está empeorando. Una encuesta divulgada por la firma holandesa Motivaction destaca que sólo 1% de los estadounidenses se percataba de que se había reducido la pobreza.

Me pregunto si no será que quienes nos desenvolvemos en el ambiente del periodismo o trabajamos en cuestiones humanitarias nos estamos equivocando al concentrarnos tanto en la miseria humana. De esa forma dejamos a la población general con la percepción equivocada de que todo siempre está empeorando.

El ejemplo de los ciegos

Es importante reconocer el telón de progreso global. De lo contrario, la población podría percibir a la pobreza como un caso perdido y considerar que no tiene sentido continuar con la lucha… Justamente en el punto en que estamos logrando el progreso más acelerado que se haya registrado.

Conocí por primera vez el mundo en desarrollo en los años 80, como estudiante de Leyes y con una mochila al hombro, a veces viajando sobre el techo de trenes o autobuses y escribiendo artículos para pagar mis gastos. El aspecto más desgarrador de la pobreza que encontré pasaba, por ejemplo, por los mendigos ciegos, despojados de dignidad y de cualquier oportunidad de ser productivos.

Esto es mucho menos común actualmente, en parte debido a que la ayuda humanitaria -pese a verdaderas insuficiencias - ha marcado una profunda diferencia en materia de salud. La heroica obra del ex presidente estadounidense Jimmy Carter y donaciones farmacéuticas de Merck han vuelto menos común la ceguera de río. Cápsulas de vitamina A, que cuestan dos centavos de dólar, han reducido igualmente la ceguera. Los antibióticos han contribuido a reducir el tracoma cegador. Además, una simple cirugía de 25 dólares que desarrolló un oftalmólogo nepalí, el doctor Sanduk Ruit, permite que personas con cataratas vean de nuevo.

No seamos cínicos

Los cínicos se burlan diciendo que si se salvan vidas de más niños, ellos meramente crecerán para tener más bebés y causar nuevas hambrunas y ciclos de pobreza. ¡Claro que no! Es más, cuando a los padres de familia se les asegura que sus hijos sobrevivirán, deciden tener menos. A medida que las niñas son educadas y se ponen a disposición métodos anticonceptivos, caen las tasas de natalidad… justamente como ocurrió en Occidente. Las mujeres indias promedian actualmente sólo 2,4 nacimientos, las mujeres indonesias 2,5 y las mujeres mexicanas, 2,2.

Podemos regresar a nuestra realidad de guerra, cambio climático y crisis de refugiados. Pero hagamos una pausa de un nanosegundo de silencio para reconocer los mayores progresos en bienestar humano en la historia de nuestra especie; no para inspirar complacencia, sino más bien para acicatear nuestros esfuerzos y acelerar esta tendencia, la de mayor importancia en el mundo actual.

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