En 20 años, una sola falta (y justificada)

En 20 años, una sola falta (y justificada)

La salud de su hija lo ausentó de la cancha.

EN LA “POPU”. A Fernando no le gusta la platea, su lugar habitual es la tribuna de calle Laprida. EN LA “POPU”. A Fernando no le gusta la platea, su lugar habitual es la tribuna de calle Laprida.
22 Septiembre 2016
En más de dos décadas de ver jugar a Atlético de local, Fernando Sayavedra sólo faltó una vez al Monumental de 25 de Mayo y Chile. Al igual que el último domingo, aquel viernes 19 de marzo de 2010 el “Decano” también recibía a Estudiantes. Y como ocurrió el mediodía dominical, aquella noche también el “Pincha” se quedó con el partido: 3 a 1 (el gol del “Decano” lo hizo su actual DT, Juan Manuel Azconzábal, de palomita). Como si precisara excusar aquel faltazo, Fernando le explica a LG Deportiva que tenía un buen motivo para desairar a su Atlético querido.

“Mi hija Daniela del Rosario estaba internada con leucemia linfática aguda, y le estaban haciendo quimioterapia”, cuenta. Y agrega con total felicidad: “gracias a Dios, hoy está recuperada. Una vez la llevé conmigo a la cancha”.

Fernando nació hace 50 años, en Yerba Buena. Está convencido de que la condición de hincha no se construye, sino que es algo natural. “No vengo de familia futbolera, pero mi viejo es de San Martín. Y desde hace 22 años, cuando me casé, que vivo en el barrio Victoria, cerca de la cancha de San Martín. No hay explicación de por qué soy de Atlético, creo que es de nacimiento: para este sentimiento no hay otra explicación”, considera.

A la cancha va siempre con su hijo, Maximiliano, de 18 años. A este prácticamente le tocó disfrutar de un Atlético de buenos momentos, con dos ascensos a Primera y la permanencia, lograda a partir de la gran campaña en el Torneo de Transición. Fernando, por el contrario, sufrió con su derrotero por categorías más bajas, como el viejo Argentino A. “Cuando yo era chico jugábamos contra Ben Hur, por decir algo. Por eso le digo a mi hijo que debe valorar esto. A su edad yo iba a la cancha y Atlético jugaba en cualquier división”, dice.

A ambos les incomoda la platea; prefieren el fervor de la popular. “Yo voy a la (tribuna sobre calle) Laprida, casi siempre. Algunas pocas veces estuve en la platea, pero no... es otra cosa, no se siente igual. Yo vivo el partido en forma intensa”, señala. De hecho, agrega que se apasiona mucho cuando las gargantas “decanas” entonan el famoso “no sé cómo voy, no sé cómo vengo, sólo sé que te vengo a alentar...”. “Yo no soy hincha de la ‘tele’; en la cancha, empieza el partido y te olvidás de todo, podés tener algún problema, cualquier cosa, te olvidás”, afirma Fernando. Según precisa, esa devoción por ir siempre a la cancha le trajo algunos planteos familiares y hasta laborales. “Obviamente, tuve muchos problemas con mi familia; pero siempre fui a alentar a Atlético”.

Eso sí, no se define como un hincha “enfermo”. “No soy de esos hinchas fanáticos, y eso le inculco también a mi hijo: que vaya a la cancha y que disfrute el partido”, puntualiza.

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