Recorrido por la obra de Grima

ARTE

ANTOLOGÍA DE OBRAS

DONATO GRIMA

(Ediciones gráficas - Tucumán) 

Pocas veces sentimos de manera acuciante, al escribir, la imposibilidad de ofrecer al lector la realidad tal cual está más allá del lenguaje. Esta es una de esas veces. Siento la necesidad de escapar de los tropos literarios y buscar “por el tiempo de la tarde, el otro tigre, la aciaga joya, el de caliente sangre” en el decir de Borges.

En este caso experimento, efectivamente, la dificultad de poner al lector –solo con palabras– ante un libro de arte que es arte en sí mismo. De impecable factura, a todo color, de formato generoso en el que lucen las obras, con algunos pocos textos de críticos de distintas parte del mundo, el libro de arte de Donato Grima tiene algo peculiar. Él mismo lo ofrece como una gran síntesis de su vida al cabo de 50 años de vivir, pensar e investigar como un artista.

No es una colección de obras realizada por un curador, sino, por el contrario, una Antología de aquellas obras que fueron importantes en su vida. Y el modo como aparecen en el libro marca ese hecho: no respetan ninguna cronología sino la importancia vital de cada una de ellas en el momento de hacerla, su inserción existencial. Como ya se sabe toda obra está constituida de un texto y un contexto; el texto es lo visible, lo que aparece a nuestros ojos para ser interpretado, pero es el contexto el que ambienta y de algún modo, sin hacerlo explícito, determina a la obra misma.

El libro de Grima se sostiene sobre aquello no explicitado y que dota de inusitada fuerza sus dibujos, oleos y acrílicos. Se percibe que, por debajo de la obra realizada no operó una ideología, ni tendencias de moda, ni teorías diversas sobre el arte, ni maestros insoslayables; se palpa su vida misma: intensa, creadora, imaginativa, dolorosa, innovadora. Dos temas atraviesan el libro, el erotismo, que aparece en todas las épocas y la denuncia social, irónica y punzante, que marcó su hacer desde su juventud hasta hoy. Sin embargo, hay a mi criterio un punto de inflexión, la serie llamada “Nadie mira” contiene obras que expresan emociones diferentes, quizás la irremediable soledad del hombre. Un libro lleno de belleza, digno de consulta.

(c) LA GACETA

Cristina Bulacio