Dos tucumanas competirán en el Mundial de Pole Artístico

Dos tucumanas competirán en el Mundial de Pole Artístico

Ana Laura Ruzicka y Sofía Bigliardo bailarán por un sueño, en Rumania.

COMO HERMANAS. Sofía (23 años) y Ana Laura (26) comenzaron hace seis años haciendo acrobacia en tela. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI COMO HERMANAS. Sofía (23 años) y Ana Laura (26) comenzaron hace seis años haciendo acrobacia en tela. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
15 Septiembre 2016
Aunque todavía subsiste cierto prejuicio en el imaginario popular argentino, alimentado por las fantasías que tanto favor le hacen al rating de Showmatch, el Pole Dance (más conocido como “Baile del caño”) se fue despegando en los últimos años de ese lado “prohibido” que trajo consigo desde su origen vinculado al cabaret, y se convirtió en una disciplina deportiva que hoy lucha por ganarse el status de olímpica, y que va cobrando cada vez más fuerza en Tucumán.

“Uno dice Pole Dance e inmediatamente la gente lo asocia con lo érotico, pero no va por ese lado. Lo que nosotras hacemos es Pole Sport, que se trata de destreza en el caño”, aclara Sofía Bigliardo, quien junto a Ana Laura Ruzicka competirá desde mañana en el Mundial de Pole Artístico, que se realiza en Bucarest, Rumania. Se trata de las primeras tucumanas en clasificarse a una competencia de este tipo, luego de obtener el tercer puesto en el Sudamericano que tuvo lugar en diciembre.

“Es una disciplina muy completa. No se trata simplemente de subirse al caño; necesitás mucha destreza, fuerza, elongación y equilibrio. De hecho, muchas mujeres vienen a clase por el lomo que les saca. Otras porque lo ven como una actividad alternativa al gimnasio. Les resulta más divertido que hacer aparatos o salir a correr. Además, cualquiera puede hacerlo”, sostiene Ana Laura.

Entre otros beneficios, la práctica del Pole Dance ayuda a tonificar los músculos del cuerpo, a quemar grasas -se estima entre 300 y 500 calorías en una sesión- y a mejorar la capacidad cardiovascular y pulmonar.





Quien logre vencer el prejuicio, descubrirá una adicción, aseguran Ana Laura y Sofía, quienes se conocieron haciendo acrobacia en tela, y hace año y medio se pasaron al caño. Hoy son instructoras y enseñan en el gimnasio Energy Fitness Center. “Al principio, nuestras alumnas empiezan algo inhibidas, pero después quieren venir todos los días y comprarse los conjuntitos, que son más cómodos. Se vuelven re fanáticas”, dice Ana Laura, quien junto a Sofía tiene un grupo de 60 alumnas.

“Es importante que quienes quieran aprender Pole Dance, lo hagan con instructoras certificadas, que son las que saben cómo cuidar a las alumnas. Se hace mucho esfuerzo, hay mucha tracción y pueden producirse lesiones si no hay una buena entrada en calor”, completa Sofía.

Si bien la mayoría son mujeres, aclaran que también hay lugar para los hombres. “Muchos hacen caño, y algunos hasta son más flexibles que las mujeres”, asegura Laura. “Tienen más fuerza, por naturaleza. Pero la administran tan bien que te dejan con la boca abierta”, agrega Sofía.

Preparadas

La dupla tucumana llegó hace una semana a Rumania para entrar en clima y horario, además de conocer lugares como el castillo de Drácula, en Transilvania.

“No sé cuántas veces soñé que ganábamos, je. Igual, somos realistas, sabemos contra quiénes competimos, porque las buscamos y las evaluamos. Hay chicas muy buenas, pero para nosotras ya es increíble estar viviendo esto”, rescata Sofía.

“Venimos a competir contra chicas que vemos siempre por Youtube. Es como que te guste ver videos de Messi y de repente estés por competir contra él. Sí, es probable que no ganemos, pero no vinimos a pasar vergüenza. Nos entrenamos mucho y sabemos que podemos hacer un buen papel. Si no, ni hubiésemos venido”, cierra Ana Laura.

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