“Actualmente el país está exento de lugares para recuperar la fauna”

“Hoy la medicina veterinaria debe tener un perfil claro y definitivo donde la brújula debe ser la conservación. No queda otro camino. Debe abanderarse en esa lucha donde los animales domésticos deben tener dueños y los silvestres, filosóficamente, no”, decía en 2008 Fidel Baschetto, médico veterinario cordobés, en las XXVII Jornadas de Actualización de Ciencias Veterinarias. En el 2° Congreso de Medicina Veterinaria y Conservación de Fauna Silvestre, que se realizó el fin de semana pasado en la residencia universitaria de Horco Molle, el mismo Baschetto ratificó esos dichos y sostuvo que el Estado debe trabajar para que la fauna no quede cautiva. De esa manera se evita su posterior rehabilitación, que es un trabajo largo, complicado y caro.
   
“La Argentina, como muchos países, tiene más carencias que soluciones: hemos comprendido los últimos 20 años que la recuperación y liberación de fauna no es un trabajo sencillo: no se puede hacer de manera circunstancial, por lo que se necesitan proyectos claros, ordenados, fuertes, con generación de recursos humanos y económicos. Actualmente, el país está exento de estos lugares de recuperación de fauna”, indicó en su exposición denominada “Centros de atención y valoración de la fauna silvestre confiscada: la fauna y su destino fuera de la naturaleza”, que se realizó en el Congreso organizado por el Colegio de Médicos Veterinarios de Tucumán y la Universidad Nacional de Tucumán.

Pero para el veterinario cordobés, en ese tema, el de recuperación de fauna silvestre, Tucumán hace la diferencia: “ustedes tienen un centro de experimentación de fauna silvestre en Horco Molle: allí tienen un bastión científico y técnico. No es sólo de discusión empírica, sino técnica. Eso es muy importante para su ecosistema”.

Para el presidente del Colegio de Veterinarios de Tucumán, Miguel Guerineau, también son insuficientes los centros de atención de fauna y que la Reserva de Horco Molle recibe animales rescatados por la Dirección de Fauna de la Provincia pero resalta que tienen un límite (“de hecho hoy no tienen dónde ponerlos”). “Esta problemática pasa en todas las provincias del NOA, sobre todo. La idea de estas reuniones es que la gente se capacite. E invitamos especialistas de Brasil, que tienen más prácticas en manejo de animales silvestres; están más avanzados que nosotros”, agrega Guerineau y resalta también que, en lo que respecta a la formación del futuro veterinario, también hay falencias respecto a la recuperación de la fauna: “es uno de los temas que se trata en este Congreso. Hay una gran falla. De hecho no hay ni una materia de fauna en todas las universidades nacionales: en Casilda, Rosario, hay una optativa. Entonces, la formación es más de postgrado y para ello organizamos este tipo de Congresos. El domingo -por ejemplo- se dictará un curso de postgrado. Vinieron veterinarios de Salta, Jujuy y hasta de Chaco”.

Manos incorrectas

Para que un animal silvestre caiga en manos de los médicos especializados, hay diversos factores. Y uno de ellos es la captura ilegal, que abastece a los mercados interno y foráneo para el mascotismo: un delito sancionado por la ley 22.421 de conservación de fauna silvestre. ¿Cómo se evita que la fauna quede en manos equivocadas? Para Baschetto lo que hay que evitar a toda costa tiene dos aristas: la captura ilegal in situ y la comercialización. Por ello recomienda a los gobiernos provinciales, quienes son las autoridades de aplicación, hacer un control bivalente: ya que muchas veces se captura la fauna de una provincia y se comercializa en otras. Y ejemplo de ello son las tortugas terrestres: son oriundas de Santiago del Estero, y se venden en las calles céntricas de San Miguel de Tucumán, ante los ojos de todos los transeúntes.

Cómo hacer para que el tapir vuelva a formar parte de nuestro ecosistema

La reinserción en la naturaleza de la fauna silvestre fue uno de los temas planteados en el 2° Congreso de Medicina Veterinaria y Conservación de Fauna Silvestre que concluyó el domingo en Tucumán. Y para Fidel Baschetto, médico veterinario y autor del libro “Repensando los zoológicos”, a ese tema hay dos formas de analizarlo: planificar qué hacer con los decomisados que llegan de la caza ilegal y, segundo, determinar qué especie está en peligro de extinción o ha desaparecido en su ecosistema y poder reproducirla en forma cautiva y liberarla luego.

“Esto último podría pasar en Tucumán con el desaparecido tapir. Pero para ello, deberían entender que para que el tapir vuelva a la naturaleza se necesita mucho trabajo y esfuerzo. Es otra forma de ver la reintroducción; es la necesidad de incorporar a la provincia un animal que se extinguió. Un ejemplo que ya se está dando es la del yaguareté en Iberá (Corrientes)”, describió el experto cordobés.

En el Congreso se expusieron temas relacionados con las especies en extinción (“Reintroducción del yaguareté en Iberá”, a cargo de Jorge Peña; o “Reproducción de especies amenazadas en la institución Itaipú Binacional, con énfasis en la cría de harpía o gavión real y venado bororó”, de Zalmir Cubas (Brasil).

Sobre el felino, Baschetto indicó que se trata del animal con mayor retracción areal de la Argentina: “el yaguareté hace 100 años vivía hasta en Río Negro, en Mendoza, Córdoba y Entre Ríos. Hoy esa en un pedacito de Santiago del Estero, Chaco, Jujuy, Salta, Misiones. Mientras que en Corrientes se extinguió y están tratando de generar un plan de cría y reintroducirlo donde antes estuvo”, relató.