Golpeó a un niño drogado y luego quiso abusar sexualmente de él

Golpeó a un niño drogado y luego quiso abusar sexualmente de él

El ataque ocurrió en una plaza; el menor, de 12 años, fue atendido en el Hospital de Niños.

EN LA PLAZA. Trastos que serían de gente que prácticamente vive allí. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
EN LA PLAZA. Trastos que serían de gente que prácticamente vive allí. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
29 Agosto 2016
Si no fuese por la intervención de una persona que llamó a la Policía, el final habría sido peor. Fue la rápida llegada de los uniformados lo que impidió que un niño de 12 años fuera abusado sexualmente por un adulto. El chico estaba solo en una plaza, en plena madrugada, y bajo los efectos de alguna droga.

La llamada ingresó al Sistema de Emergencias 911 alrededor de las 3.30 del sábado. Una persona les advertía a los policías que, en la plaza situada en la esquina de las avenidas Las Américas y Mate de Luna, un hombre estaba golpeando a un niño.

Cuando llegaron los uniformados, supieron que esa persona tenía intenciones de abusar del chico. El agresor salió corriendo en cuanto divisó al móvil policial y, pese a que lo persiguieron, no pudieron alcanzarlo.

Como el menor estaba solo, los policías lo subieron al patrullero y lo llevaron a la seccional 7ª. Después de comunicarles la situación a las autoridades, decidieron que lo mejor era trasladarlo al Hospital del Niño Jesús para que recibiera asistencia médica, ya que el chico estaba bajo los efectos de alguna sustancia.

Más tarde supieron que el niño tenía domicilio en el barrio Antena de Alderetes. Lo que no pudieron determinar es de qué manera llegó hasta ese sitio de la capital, a esa hora de la madrugada, ni quién le suministró las drogas que había consumido.

Vecinos preocupados

En la zona de la plaza donde ocurrió el ataque, mientras tanto, los vecinos quedaron afligidos y comentaron que es habitual la presencia dementares de edad durante la madrugada.

“Este es un lugar donde se juntan chicos muy pobres”, indicó María del Carmen Herrera, una mujer que agregó que, de vez en cuando, cuando los vecinos observan algo extraño, avisan a las autoridades para que se envíe algún tipo de asistencia.

Juan Carlos Medina, que también su casa en esa zona, coincidió con la mujer. “Los chicos vienen por momentos, están un par de días y después se van. Evidentemente alguien los corre o los llevan para otro lado. Tenemos entendido que la gente del Gobierno a veces los ayuda”, dijo.

María Fernanda de Rodríguez, otra vecina, también expresó su preocupación. “Es un tema muy serio porque muchos de esos chicos tienen problemas de adicciones, a pesar de que son muy pequeños. Evidentemente los padres no se hacen cargo y el Estado tampoco se encarga de velar por ellos. Si no fuera así, no estaríamos hablando de este aberrante hecho”, comentó, indignada.

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