Una voz en la que conviven sonidos de todo el mundo

ACTÚA HOY
• A las 22, en Casa Managua (San Juan 1.015).

Dentro de su voz hay muchas más. Paulinha pasó varios de sus 26 años recorriendo el mundo, experimentando otras culturas, absorbiendo otros sonidos. Y la conjunción de todo ello se escuchará esta noche, en Casa Managua, cuando tenga como invitados a Juanest, Eugenia Haro y Carlos Carrizo.

La artista tucumana trabaja en la fusión del pop con el jazz, la trova y la bossa nova, y juega con letras y ritmos propios desde 2012 para “poder expresar de la mejor manera mis emociones y experiencias” en distintos idiomas: canta en español, inglés, italiano, portugués y francés dentro de un mismo tema, según le confesó a LA GACETA.

- ¿Qué te dio cada lugar donde viviste?

- Muchísimas cosas, sería una lista interminable. Holanda y Alemania me dieron el orden, la puntualidad y la responsabilidad y, junto a Francia, la paciencia y el interés por los idiomas, porque no entendía ni una palabra. En Las Palmas de Gran Canaria, España, son muy relajados y disfrutan de las cosas diarias, y aprendí a gozar de la simpleza de un día soleado, de los aromas, de las estrellas y no solo de los triunfos. Y el sudeste asiático me sacó de mi zona de confort y puso a prueba mi ingenio. En la India, por ejemplo, me encontré con situaciones que nunca antes había vivido ante las cuales la calma, la confianza y la picardía me sacaron adelante. Aprender de las diferentes culturas me hizo comprender y respetar las diferentes formas y modos de vida, no juzgar y valorar lo que tengo en Tucumán, que no existe en ningún otro sitio del mundo.

- Estás por viajar nuevamente a Barcelona. ¿Estar en un lugar te agobia?

- No me agobia, pero sí siento que necesito movimiento. Me encanta conocer nuevos horizontes y cuando se presenta la oportunidad no dudo ni me da miedo ir de un lugar a otro.

- ¿El mundo no es internet en este momento histórico?

- No lo sé. Internet es un bicho raro que ayuda y perjudica. A mí me salvó muchas veces y me asombran las cosas que se pueden hacer desde un celular. Otras veces estoy sumergida en una pantalla virtual, rodeada de gente, y cuando me doy cuenta, me pregunto qué estoy haciendo.

- ¿La fusión debe tener un anclaje en algún género?

- Me gustan muchos géneros, no podría anclarme en uno. Pero sí creo que hay que tener un punto de partida, lo que indudablemente tiene que ver con el lugar donde se creció; hay que partir de una raíz musical e ir sumando los otros géneros para lograr la fusión. Disfruto y me enloquece el funk, por ejemplo, y ojalá algún día tenga la capacidad de componer temas de ese estilo. Quiero reencarnar en una negra, que cante e improvise sobre lo que va tocando en el piano.

- ¿Qué te inspira a componer?

- Los amores en mi vida, y no sólo los de pareja. Mi ahijado Benicio y su madre, mi hermana, son grandes amores que me inspiran. También lo hacen las miradas profundas, dolorosas; las sonrisas de alegría; las quejas, mías y de la gente; las historias; los lugares; las enseñanzas que recibo, y lo que quiero dejarle a este mundo. Y, entre todo, las palabras de mi gurú, Carlos. Quiero plasmar entre letras y música mis sentimientos sin filtros, desnudar lo que me sale desde el corazón (por no decir tripas). Que mi canción represente lo que me sucede y lo que siento en el momento de escribirla.

- ¿En qué consiste tu disco “Otoños” y cuándo va a salir?

- Empezó a fines de 2012 con su primera canción. En ese momento nunca me imaginé grabar un CD, ni siquiera escribir tantos temas. Consiste en mis idas, en las distancias y en ese amor abierto, que nunca comenzó pero que no podía terminar. “Otoños” es el tiempo que pasé en Europa, la soledad, lo diferente, el cambio, las alegrías... Creo que para fin de año va a estar listo. Quiero darle la maduración que necesiten las canciones y la música.