27 Agosto 2016
RÍO DE JANEIRO.- La Policía Federal de Brasil apuntó por sospechas de corrupción al ex presidente, Luiz Inácio Lula da Silva y a su esposa, en el marco del caso conocido como “Lava Jato”, que investiga una red corrupta en torno a la energética Petrobras. Las autoridades acusaron a Lula y su esposa, Marisa Letícia Rocco, de posible “corrupción pasiva” y de “lavado de dinero” por la construcción de un apartamento en Guarujá, en la costa del estado de San Pablo.
La investigación apunta a que el inmueble fue remodelado para el ex presidente por la constructora OAS a cambio de un trato de favor. Lula, jefe de Estado entre 2003 y 2010, niega que la casa sea suya o que haya estado reservada para él.
La Justicia debe decidir más adelante si acusa formalmente a Lula y su pareja de corrupción. La Policía Federal apuntó también a otras dos personas por las presuntas prácticas corruptas.
La operación conocida como “Lava Jato” (”Lavado de autos”) investiga el que es considerado como el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil.
Unos 50 políticos están bajo investigación debido al presunto pago de sobornos por empresas que obtuvieron licitaciones de Petrobras. El gigante energético semiestatal registró en 2015 pérdidas de U$S 10.700 millones, después de que se destapase el escándalo en 2014.
Las acusaciones contra Lula se dieron a conocer ayer en medio del juicio político para destituir a su sucesora, Dilma Rousseff -también del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT)-, quien es acusada de maquillar las cuentas públicas en 2015 para ocultar el verdadero déficit fiscal. (DPA)
La investigación apunta a que el inmueble fue remodelado para el ex presidente por la constructora OAS a cambio de un trato de favor. Lula, jefe de Estado entre 2003 y 2010, niega que la casa sea suya o que haya estado reservada para él.
La Justicia debe decidir más adelante si acusa formalmente a Lula y su pareja de corrupción. La Policía Federal apuntó también a otras dos personas por las presuntas prácticas corruptas.
La operación conocida como “Lava Jato” (”Lavado de autos”) investiga el que es considerado como el mayor escándalo de corrupción en la historia de Brasil.
Unos 50 políticos están bajo investigación debido al presunto pago de sobornos por empresas que obtuvieron licitaciones de Petrobras. El gigante energético semiestatal registró en 2015 pérdidas de U$S 10.700 millones, después de que se destapase el escándalo en 2014.
Las acusaciones contra Lula se dieron a conocer ayer en medio del juicio político para destituir a su sucesora, Dilma Rousseff -también del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT)-, quien es acusada de maquillar las cuentas públicas en 2015 para ocultar el verdadero déficit fiscal. (DPA)
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