27 Agosto 2016
TRISTEZA. Juan Carlos Carol no sólo se ganó el respeto de sus compañeros, sino también de sus ocasionales rivales. Hugo Ginel destacó lo buena persona que fue. la gaceta / foto de HECTOR PERALTA (archivo)
El fútbol tucumano está de duelo. A los 80 años, ayer falleció Juan Carlos Carol, uno de los mejores futbolistas que surgió en el “Jardín de la República”.
El popular “Burro” fue uno de los mayores emblemas que tuvo San Martín en sus 106 años de vida. Nació el 26 de diciembre de 1935 y se dio el gusto de debutar en Primera a los 18 años, precisamente en un clásico frente a Atlético. En su paso por los “Santos”, Carol conquistó 147 tantos en partidos oficiales. También es el máximo goleador de los clásicos tucumanos.
Tras dejar una huella imborrable en la entidad de La Ciudadela, Carol, en la década del 60 fue transferido a Cerro de Montevideo. Con el dinero de su venta, San Martín construyó una parte de la tribuna de calle Pellegrini.
Cuando finalizaba la década, Carol decidió pegar la vuelta a su querido San Martín. Pero ya en esa ocasión lo hizo como técnico. En esta función dejó también su marca registrada dirigiendo al equipo en los torneos de la desaparecida Federación Tucumana de Fútbol.
La noticia de su fallecimiento causó un enorme pesar, no tan sólo en la familia “Santa”, sino también entre quienes gozaron de su amistad, más allá de los colores y camisetas que los desvelaban.
Un palabra autorizada
Comparte el podio de los mayores referentes futbolísticos de la entidad de Bolívar y Pellegrini con Jacinto Eusebio Roldán, alguien que se sintió conmovido cuando lo anoticiaron del deceso del “Burro”. “No tuve la suerte de verlo jugar, pero es indudable que fue un jugador de una jerarquía enorme. El hincha de San Martín que lo vio, guardará un recuerdo imborrable de él”, dijo quien los hinchas consideran el jugador más relevante de la historia de San Martín.
Jacinto luego recordó que lo tuvo como técnico en las inferiores y en Primera. “Aunque fue Segundo Corvalán quien me hizo debutar en Primera, de Juan Carlos (Carol) guardo una fraternal imagen por todo lo que me enseñó en esos tiempos. Es una enorme perdida, no sólo para el fútbol tucumano, sino también para todo el deporte porque su vida fue un ejemplo para el resto de los deportistas”, dijo.
Roldán comenta que Carol siempre se daba vuelta por el club. “Era un hombre que amaba mucho a San Martín y estaba dispuesto a colaborar cada vez que lo necesitaban. En los días de los partidos, nos sabíamos sentar cerca. Él siempre iba al estadio con su nieto, que es tan fanático como él. Dios quiera que pueda descansar en paz”, acotó el ex futbolista.
Se descuenta que mañana, en ocasión del partido frente a Argentinos Juniors, la familia “sanmartiniana” tendrá la posibilidad de rendirle un merecido homenaje a unas de las mayores glorias que transitó por La Ciudadela. ¡Hasta siempre maestro querido”.
El popular “Burro” fue uno de los mayores emblemas que tuvo San Martín en sus 106 años de vida. Nació el 26 de diciembre de 1935 y se dio el gusto de debutar en Primera a los 18 años, precisamente en un clásico frente a Atlético. En su paso por los “Santos”, Carol conquistó 147 tantos en partidos oficiales. También es el máximo goleador de los clásicos tucumanos.
Tras dejar una huella imborrable en la entidad de La Ciudadela, Carol, en la década del 60 fue transferido a Cerro de Montevideo. Con el dinero de su venta, San Martín construyó una parte de la tribuna de calle Pellegrini.
Cuando finalizaba la década, Carol decidió pegar la vuelta a su querido San Martín. Pero ya en esa ocasión lo hizo como técnico. En esta función dejó también su marca registrada dirigiendo al equipo en los torneos de la desaparecida Federación Tucumana de Fútbol.
La noticia de su fallecimiento causó un enorme pesar, no tan sólo en la familia “Santa”, sino también entre quienes gozaron de su amistad, más allá de los colores y camisetas que los desvelaban.
Un palabra autorizada
Comparte el podio de los mayores referentes futbolísticos de la entidad de Bolívar y Pellegrini con Jacinto Eusebio Roldán, alguien que se sintió conmovido cuando lo anoticiaron del deceso del “Burro”. “No tuve la suerte de verlo jugar, pero es indudable que fue un jugador de una jerarquía enorme. El hincha de San Martín que lo vio, guardará un recuerdo imborrable de él”, dijo quien los hinchas consideran el jugador más relevante de la historia de San Martín.
Jacinto luego recordó que lo tuvo como técnico en las inferiores y en Primera. “Aunque fue Segundo Corvalán quien me hizo debutar en Primera, de Juan Carlos (Carol) guardo una fraternal imagen por todo lo que me enseñó en esos tiempos. Es una enorme perdida, no sólo para el fútbol tucumano, sino también para todo el deporte porque su vida fue un ejemplo para el resto de los deportistas”, dijo.
Roldán comenta que Carol siempre se daba vuelta por el club. “Era un hombre que amaba mucho a San Martín y estaba dispuesto a colaborar cada vez que lo necesitaban. En los días de los partidos, nos sabíamos sentar cerca. Él siempre iba al estadio con su nieto, que es tan fanático como él. Dios quiera que pueda descansar en paz”, acotó el ex futbolista.
Se descuenta que mañana, en ocasión del partido frente a Argentinos Juniors, la familia “sanmartiniana” tendrá la posibilidad de rendirle un merecido homenaje a unas de las mayores glorias que transitó por La Ciudadela. ¡Hasta siempre maestro querido”.
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