Demora en promover la reforma política y electoral

Demora en promover la reforma política y electoral

Aun año de las bochornosas elecciones en las que resultaron electas las actuales autoridades provinciales sigue pendiente de concretarse una imperiosa reforma político-electoral en Tucumán, iniciativa que el propio Gobierno había asumido como una de sus banderas de la gestión y que los sectores de la oposición se habían juramentado en impulsarla decididamente. El sistema que dejó gravemente herida la institucionalidad republicana -el que se pretendería modificar- está marcado por el clientelismo, el bolsoneo, el manejo discrecional de los recursos del Estado, y una ley electoral donde campean los acoples, ese artilugio electoral que terminó colapsando el cuarto oscuro y quitándole toda trasparencia al comicio.

Aunque tienen estado parlamentario varias propuestas de reformas, el Poder Ejecutivo provincial no dio aun el paso significativo para modificar los preceptos actuales -al menos con la profundidad y valentía que reclaman amplios sectores de la sociedad civil y de la opinión pública- y tampoco la oposición difundió un proyecto fundamental para modificar aquella matriz legislativa tan polémica y controversial. Desde el Gobierno, se buscó cuestionar, a través de seminarios, debates y encuentros, el voto electrónico y la boleta única -exigido por gran parte de la oposición y distintas organizaciones intermedias de la ciudadanía- aduciendo que no era la respuesta más adecuada y eficaz para resolver el escrutinio de los comicios, haciendo caso omiso a los avances constitucionales registrados en esta materia, que ya mostraron suficiente eficacia en su aplicación.

La mayor parte de la oposición, en cambio, parece decantarse por promover esta iniciativa, aunque los principales partidos y su legisladores no han mostrado hasta aquí la decisión de avanzar con la fuerza que requeriría el caso presentando un proyecto superador. El reciente encuentro protagonizado por el Acuerdo para el Bicentenario -recordaron los comicios de hace un año- apenas si fue un poco más allá: el frente aseguró que trabajan en la redacción de un paquete de leyes de reforma política que incluyen cambios en el control electoral y la eliminación del régimen de acoples; las medidas serán presentadas en los próximos 30 días. Aunque el propio gobernador, negó que su gestión no tenga voluntad de impulsar los cambios políticos electorales que él mismo anunció durante su discurso de asunción, el 29 de octubre pasado, solo argumentó que “hay varias iniciativas que se están manejando”, como fundamentos centrales de esa convicción.

Eso sí, el mandatario advirtió que antes de emprender cambios en la provincia se debe tener en cuenta lo que suceda con los proyectos de reforma para el sistema de elecciones nacionales que impulsa la Casa Rosada. El paquete de iniciativas del Gobierno nacional se encuentra en el Congreso e incluye modificaciones para avanzar en la Boleta Única Electrónica y cambios en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Esas iniciativas que se encuentran en el Congreso, junto a las ideas que promueve el Gobierno nacional y a otras que solitariamente duermen en algunos despachos y a aquellas impulsadas desde la convicción y fervor, deberían ser asumidas como disparadoras de un debate necesario y justo para avanzar en el desarrollo de la calidad democrática de la provincia. No se entiende ni se justifica una demora perniciosa y dañina en ajustar cuentas con el pasado oprobioso y dramático, que golpeó gravamen los cimientos de la democracia.

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