Chicos y libros

Chicos y libros

¿Qué estrategias son efectivas para acercar a los chicos a la lectura en una era de múltiples competencias tecnológicas? ¿Qué títulos y qué géneros son apropiados en las distintas etapas de la infancia y adolescencia? ¿Por qué es importante que lean? ¿Importa el dispositivo en que lo hagan? ¿Hay que insistir, inducir o seducirlos para lograrlo? Editores, escritores, docentes y algunos de los mayores especialistas y referentes de la literatura infantil argentina nos ofrecen una guía para padres y maestros.

Chicos y libros
21 Agosto 2016

Por Gloria Rodrigué - Para LA GACETA - Buenos Aires

Cuando reflexiono acerca de los chicos y la lectura me viene a la cabeza algo que no tiene nada de nuevo: el lector tiene que entusiasmarse, volar, jugar, disfrutar. Todos verbos que podríamos utilizar cuando pensamos en esas competencias tecnológicas que, valga la redundancia, hoy le hacen competencia a la lectura.

Creo que hay que volver a generar ese espacio-tiempo para la lectura. Es un tiempo más lento, requiere que nos detengamos. Me parece que eso es algo valioso, algo que no hay que perder aunque cueste, y cuando alguien –mediador, editor, padre, educador- introduce a un chico en la lectura, también le está habilitando ese espacio, ese tiempo para salirse del tiempo, que todo libro habilita.

Creo que entrar en contacto con los libros antes de saber siquiera leer las letras es una estrategia efectiva en tiempos de tantas competencias tecnológicas. Creo que si los libros están dentro de su mundo en las primeras etapas, si son parte de su universo a explorar, si hojear las páginas de un libro forma parte de su juego cotidiano; llegado el tiempo de una lectura más comprensiva, esto no será difícil.

Hay que aprovechar el tiempo del asombro y la curiosidad, el tiempo previo a la lectura escolarizada; de forma que un libro siempre se asocie con el placer y no con el deber. No importa en el dispositivo en el que lo hagan; no es la tecnología algo que hay que atacar; lo que no se puede perder es la oportunidad de generar lectores. Por eso, creo que una de las maneras de que los lectores no mueran, es haciendo libros infantiles: libros-trampa, libros atrapa-niños, libros-brujos.

En La Brujita de Papel tenemos varios títulos interesantes para esa primera etapa, libros que juegan con el humor y con una estética despojada, como los de Javier Garrido; libros donde el collage y la originalidad son una marca, como los de Pablo Bernasconi; libros donde las palabras cantan, como los de Jorge Luján. Será una tecnología antigua, pero como buenos editores, todavía la consideramos eficaz.

© LA GACETA

Gloria Rodrigué - Directora de La Brujita de papel, ex directora editorial de Sudamericana.

Publicidad
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios