La alegría de los ganadores se traduce en agradecimientos

Aunque la alegría parece ser el sentimiento predominante entre los tres ganadores del súper pozo acumulado de Números de Oro, que alcanzó la cifra de de $ 240.000, lo que se escucha de los afortunados seguidores del entretenimiento del LA GACETA sólo son agradecimientos.

Julia Rita Rojas, por ejemplo, le da las gracias a su madre, a quien ya no tiene consigo. “No sé por qué se me dio por invocarla a Paula, mi mamá, que amé con toda mi alma, y salieron los números que me faltaban para completar la grilla”, relata, emocionada, la vecina de la capital. Aún no sabe qué destino definitivo dará a su parte de la recompensa, pero sí sabe que lo primero será una gran comida para sus hijos: Julieta, la contadora, Cristina, estudiante de Ingeniería en Sistemas, y Lourdes, estudiante de Artes.

Precisamente, su hija Julieta cuenta que Julia “se privó de todo para darnos lo mejor. Que es un regalo de la vida, a quien la vida ahora le devuelve algo”.

El mejor cumpleaños

Para Carlos Edmundo Nieva todas eran malas noticias: primero la diabetes nerviosa que le descubrieron, después la osteoporosis en las rodillas, y varios disgustos más que le amargaron la existencia. Hasta que comprendió que “las cosas suceden por algo”. Fue entonces cuando recibió “el premio del Cielo”, como dice él: completó la grilla de los Números de Oro.

“Todo fue muy extraño porque la semana pasada me quedé con dos números: el 38 y el 83. ¡Y esta semana gané con el único número que me falta, el 83!”, cuenta sorprendido este vecino de barrio Sur, de la capital tucumana. “Me levanté a las 6 de la mañana para ver si había salido el 83 y ¡justo! Mi hermano, ansioso, me llamó para preguntarme si había visto los Números de Oro. ¡Sí! le dije lleno de alegría, y no veía la hora de venir a LA GACETA para comprobar si valía la pena alegrarme”, contó este afortunado de 64, a punto de jubilarse. “Va a ser el mejor cumpleaños porque podré celebrar con un lindo asado con mi familia, especialmente con mis dos hijas y con mis cuatro nietos”, afirmó.

Carlos Nieva también quiere agradecer a alguien en especial: a su “gacetero”, don José, que tiene un puesto en Salta y San Martín. “Él es muy amable y siempre tiene un diario reservado para mí”, dice con gratitud.

La confianza en Dios es lo que lo ha levantado de la cama. “Yo era un hombre sano, muy deportista, me iba caminando desde la ciudad hasta Tafí Viejo, hasta que me descubrieron que tenía osteoporosis en las dos rodillas el 18 de enero de este año. Caí en cama, ya no podía ni levantarme. Pero la misericordia de Dios es infinita. Y ahora me da esta alegría, sólo le pido a Dios que me dé un poco más de vida”, manifestó contento.

Todo en familia

Karina Elizabeth Montenegro, de 21 años, es la tercera de las ganadoras de los Números de Oro de LA GACETA. La joven estudiante de Administración de Empresas, que vive en La Florida, aseguró que en este premio está involucrada toda su familia, a la que le agradeció por esta instancia plena en satisfacciones: “mi mamá, Juana Rosa, es quien controla los números de las tarjetas de todos. Y fue ella quien revisó la mía esta vez. Todavía no lo puedo creer”.

Karina invertirá el dinero en su casa, ya que vive con sus padres. “Estoy muy feliz”, agregó.