Desde Salta monitorearán la basura espacial

Desde Salta monitorearán la basura espacial

Se instalará un observatorio con cuatro telescopios en el cerro Macón, a 4. 650 metros de altura. Proyecto de alcance internacional.

EN EL CERRO. La flecha muestra el sitio donde serán instalados los telescopios. El observatorio comenzará a funcionar en abril del año próximo. EN EL CERRO. La flecha muestra el sitio donde serán instalados los telescopios. El observatorio comenzará a funcionar en abril del año próximo.
02 Agosto 2016
Desde que el hombre comenzó a explorar el universo, en el cielo hay algo más que estrellas. La chatarra espacial se ha ido acumulando en las últimas décadas y casi a diario caen fragmentos de esta basura sobre nuestro planeta. Esto representa un riesgo para la población, y de allí la importancia de que a partir del año próximo la Argentina contará con un observatorio para vigilar tanto la basura espacial como otros objetos potencialmente peligrosos para la Tierra, como los asteroides, según informa la agencia CTyS-Unlam.

El observatorio forma parte de un proyecto internacional denominado International Scientific Optical Network (ISON). Estará ubicado en el cerro Macón, en el noroeste de Salta, a 5.650 metros de altura. En ese lugar, en unos meses más, comenzarán a funcionar otros dos proyectos astronómicos internacionales: Abras (iniciativa conjunta de Argentina y Brasil) y Toros (siglas en inglés de Observatorio Austral Robótico de Transitorios).

De esta manera, Argentina podrá acceder a los datos ofrecidos por toda la red de telescopios dispuestos en distintas partes del mundo.

Cooperación rusa

El coordinador de este proyecto por parte la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), Stanislav Makarchuk, comentó que el proyecto ISON es financiado por la Academia de Ciencias de Rusia, en tanto que, para la ubicación del observatorio en Argentina, además de la Conae, participan el Conicet, el Instituto de Astronomía Teórica y Experimental de la Universidad de Córdoba (IATE) y la provincia de Salta.

“Cuando culmine la temporada de invierno, iremos al cerro Macón para dejar todo listo para la instalación de los dos primeros telescopios de ISON”, contó el director del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), Diego García Lambas. Y adelantó: “Si todo se da según prevemos, ambos comenzarán a funcionar en abril de 2017 y, ese mismo año, estaríamos ubicando dos telescopios más”.

Ya ha llegado una cúpula desde Rusia, que ahora está en el pueblo salteño de Tolar Grande. “Debemos realizar unas obras en el sitio y definir la provisión eléctrica antes de trasladarla al Macón”, especificó García Lambas.

Una vez que el observatorio comience a funcionar, Argentina quedará incorporada a la red global para el seguimiento de asteroides y el monitoreo de la chatarra espacial.

Detalles

El observatorio de ISON quedará a 177 metros de donde ya está edificada la torre y la cúpula del proyecto Abras. Cuando el observatorio esté finalizado, en total, quedarán asentadas tres cúpulas sobre una platea de cemento, que estarán alineadas y separadas a unos cuatro metros de distancia entre sí.

En una de las cúpulas irá un telescopio binocular y, en las otras dos, se pondrán telescopios de un solo tubo. “Los telescopios tendrán distintos tamaños y distintos objetivos”, aclaró García Lambas.

Los más pequeños -de 25 centímetros de diámetro- estarán destinados a estudiar objetos que se desplazan a gran velocidad, como lo es la basura espacial; en tanto que los más grandes -de 60 centímetros de diámetro- estudiarán objetos con un desplazamiento aparentemente no tan veloz, como son los asteroides cercanos a la Tierra.

La Academia de Ciencias de Rusia financiará el costo de los telescopios y demás instrumentos, en tanto que Argentina cubrirá los gastos de infraestructura.

“Al tener tres proyectos astronómicos en el sitio, se abarata la logística de instalación, porque se hará un parque de energía solar y la mayor parte del gasto será común, más allá de que Abras, Toros e ISON tendrán sus propios paneles solares y su propio instrumental para la provisión de energía”, agregó el director del OAC.

Órbita de la chatarra

La basura espacial tiene un movimiento aparentemente muy rápido en el cielo, por lo cual se precisa de telescopios que detecten con rapidez los objetos y puedan girar con velocidad para seguirlos. “Esta condición de poder moverse con rapidez lo tienen, sobre todo, los telescopios más pequeños, por lo que son considerados técnicamente de montura rápida”, explicó Lambas.

En general, lo que hacen los telescopios es seguir la rotación de la Tierra. Pero no es tan sencillo determinar la órbita de estos desechos que han quedado en el espacio, porque los objetos son detectados cuando se refleja en ellos un brillo que puede ser muy variable según la posición que tenga el objeto respecto a la fuente de luz.

“Como puede haber grandes variaciones de brillo, los telescopios deben tratar de captar la mayor parte de tiempo al objeto para poder calcular su órbita”, relató el astrónomo del OAC. Este observatorio vigilará una porción de cielo bastante amplia, que comprende gran parte del territorio argentino y de varios países limítrofes. La calidad del cielo desde el cerro Macón permitirá detectar con mayor precisión todos los objetos ubicados en distintas órbitas.

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