“Un compromiso de país se logra con diálogo”

“Un compromiso de país se logra con diálogo”

Felipe González ve mucha crispación en el país. “Uno tiene que gobernar sobre la pluralidad de ideas y no sólo para quien los vota”, sostuvo el ex jefe de Gobierno español.

AMABLE CON MACRI. “Lleva menos tiempo en el gobierno que nosotros repitiendo elecciones”, comparó el socialista. AMABLE CON MACRI. “Lleva menos tiempo en el gobierno que nosotros repitiendo elecciones”, comparó el socialista.
31 Julio 2016
Felipe González ingresa al salón VIP del hotel Sheraton Tucumán y va hacia la mesa donde lo espera Pablo Pineda. El maestro y actor español con Síndrome de Down, que ha defendido la integración durante la semana en la provincia, ha pedido conocer en persona al ex presidente del Gobierno de su país (1982-1996), pero cuando él se le acerca, Pineda no puede contener el gesto de asombro. 
González le hace una broma galante y le dice que lo ha visto hecho todo un político, dando conferencias y siendo saludado en las calles. “Usted ha sido mi presidente en mi infancia, en mi adolescencia y en mi juventud. Yo lo admiro mucho. Y mi madre también”, le dice Pineda. Y el político de 74 años se deja emocionar. “Usted está igual”, le dirá, todavía, su compatriota de 41 años. “Sí, estoy igual, sólo que con muchos más años”, será la sonriente respuesta.
Esta simpatía es uno de los estados de ánimo que el carismático ex líder europeo exhibió anoche, cuando analizó la situación política de España, de Europa y del mundo en diálogo con la prensa, antes de su disertación ante el empresariado de todo el país.
Por ejemplo, el socialista fue crítico -incluso de su propio partido- cuando renegó de que, luego de dos elecciones (la del 20 de diciembre y la del 26 de junio pasados), España siga sin formar gobierno.
- Es como si uno le dijera a los ciudadanos: usted se equivocó al votar, así que vote de nuevo y acierte. Otra vez votan y pareciera que otra vez les dijeran se han vuelto a equivocar, voten de nuevo. Si hubiera repetición de elecciones, ninguno de los cabezas de cartel debería repetir (como candidatos). Es lo menos que pueden hacer como autocrítica.
- ¿Qué papel le cabe al PSOE?
- Hacer oposición y, como ya dije en febrero, en el supuesto de que el Partido Socialista no pueda formar gobierno, no debe obstaculizar que se forme gobierno del Partido Popular, incluso si es Rajoy, que como creo, no se lo merece.
- Parece que el PSOE no le va a hacer caso…
- No lo sé. Pero España no se merece estar sin gobierno desde octubre. No es posible teniendo en cuenta los problemas que tenemos en nuestro país y los problemas de Europa, por favor. Desde el “Brexit” a los problemas del terrorismo, la crisis de nuevo en el sistema financiero italiano, intento de golpe de Estado en Turquía, todo el problema de los refugiados está otra vez sobre la mesa, la guerra en Oriente Medio… España no se puede permitir estar un año sin gobierno: me parece un disparate y, lo digo con claridad, me parece una irresponsabilidad. 
- ¿Cómo lo ve a Mauricio Macri?
- Arrancando. Lleva menos tiempo en el gobierno que nosotros repitiendo elecciones (sonríe). No tengo diagnóstico de la situación argentina. ¿Qué me gustaría que ocurriera? En la sociedad veo un exceso de crispación. Soy partidario de que haya diálogo  para enfocar los problemas mediante compromisos. La política es el arte de gobernar el espacio público que compartimos. Uno tiene que gobernar sobre la pluralidad de ideas y no sólo para quien los vota, sino para el país. Uno tiene que ofrecer un proyecto de país que interese a todos, inclusive a los que no te han votado. Hay que conseguir un compromiso de país con un proyecto de país. Para llegar a ese compromiso hace falta mucho diálogo y mucho pacto.
- Europa se ha tornado expulsora y el “Brexit” demuestra que la idea de unión está en crisis. ¿Cuáles son los valores que debe encarnar ahora el progresismo?
- El deseo, la pulsión de progreso, nunca es vieja. La virtud de la socialdemocracia es que puede tener nuevos principios cuando cambia la situación, lo cual es mucho más difícil de conseguir con la ideología comunista, que es rígida. Tiene usted razón: está en crisis esa idea. Pero permítame que le diga: está en crisis la idea misma de Europa. Lo del “Brexit” es un ejemplo clarísimo. Y a esto lo diré clarísimo: también es el ejemplo de una irresponsabilidad de los líderes, que es cada vez más frecuente. Así que el señor (David) Cameron decidió incendiar la casa para salvar los muebles, y se quedó sin casa y sin muebles. Y ha metido al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en un lío monumental con fracturas territoriales y fracturas generacionales. Los viejos de mi edad votaron por irse de Europa, mientras que los jóvenes votaron por quedarse. Así que los que tienen que vivir más años van a soportar esa fractura. Pero no se votar por irse o no irse de Europa: se votan emociones. Ahí está la campaña de Donald Trump: a lo mejor algún día dice una cosa razonable, pero tendrá que ser porque se equivoca… La idea germinal de Europa era la de construir la economía social de mercado, la “Sociedad del Bienestar!. Sin embargo, se ha enfrentado mal la crisis económica. Después, tenemos un enorme problema para entender lo que pasa con los refugiados. El último detalle es decidir que la Alianza Atlántica, teóricamente para defenderse de lo que era la Unión Soviética, ahora es el instrumento que se va a ampliar en las aguas del Mediterráneo para controlar los flujos migratorios y de refugiados. Vamos a tener a la OTAN, con esos enormes barcos, junto a lanchas de neumáticos de pobres desgraciados muriéndose en las playas. No digo que no haya que hacer algo serio, pero esto es inconcebible. Estamos con la crisis de los refugiados cuando Europa, por su situación demográfica, de acá a 2050 va a necesitar como mínimo 20 millones de inmigrantes. Pero observen un fenómeno: mientras más nivel de desarrollo tiene una sociedad, y de mejores servicios públicos goza, más rígida se vuelve a la hora de admitir flujos migratorios inesperados. Es decir, de Siria al Líbano, ese pequeñito país, pasaron 1,7 millón de refugiados, que es la tercera parte de la población. Parece mentira, pero la pobreza es más generosa que la riqueza.

Felipe González ingresa al salón VIP del hotel Sheraton Tucumán y va hacia la mesa donde lo espera Pablo Pineda. El maestro y actor español con Síndrome de Down, que ha defendido la integración durante la semana en la provincia, ha pedido conocer en persona al ex presidente del Gobierno de su país (1982-1996), pero cuando él se le acerca, Pineda no puede contener el gesto de asombro. 

González le hace una broma galante y le dice que lo ha visto hecho todo un político, dando conferencias y siendo saludado en las calles. “Usted ha sido mi presidente en mi infancia, en mi adolescencia y en mi juventud. Yo lo admiro mucho. Y mi madre también”, le dice Pineda. Y el político de 74 años se deja emocionar. “Usted está igual”, le dirá, todavía, su compatriota de 41 años. “Sí, estoy igual, sólo que con muchos más años”, será la sonriente respuesta.

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Esta simpatía es uno de los estados de ánimo que el carismático ex líder europeo exhibió anoche, cuando analizó la situación política de España, de Europa y del mundo en diálogo con la prensa, antes de su disertación ante el empresariado de todo el país.
Por ejemplo, el socialista fue crítico -incluso de su propio partido- cuando renegó de que, luego de dos elecciones (la del 20 de diciembre y la del 26 de junio pasados), España siga sin formar gobierno.

- Es como si uno le dijera a los ciudadanos: usted se equivocó al votar, así que vote de nuevo y acierte. Otra vez votan y pareciera que otra vez les dijeran se han vuelto a equivocar, voten de nuevo. Si hubiera repetición de elecciones, ninguno de los cabezas de cartel debería repetir (como candidatos). Es lo menos que pueden hacer como autocrítica.

- ¿Qué papel le cabe al PSOE?
- Hacer oposición y, como ya dije en febrero, en el supuesto de que el Partido Socialista no pueda formar gobierno, no debe obstaculizar que se forme gobierno del Partido Popular, incluso si es Rajoy, que como creo, no se lo merece.

- Parece que el PSOE no le va a hacer caso…
- No lo sé. Pero España no se merece estar sin gobierno desde octubre. No es posible teniendo en cuenta los problemas que tenemos en nuestro país y los problemas de Europa, por favor. Desde el “Brexit” a los problemas del terrorismo, la crisis de nuevo en el sistema financiero italiano, intento de golpe de Estado en Turquía, todo el problema de los refugiados está otra vez sobre la mesa, la guerra en Oriente Medio… España no se puede permitir estar un año sin gobierno: me parece un disparate y, lo digo con claridad, me parece una irresponsabilidad. 

- ¿Cómo lo ve a Mauricio Macri?
- Arrancando. Lleva menos tiempo en el gobierno que nosotros repitiendo elecciones (sonríe). No tengo diagnóstico de la situación argentina. ¿Qué me gustaría que ocurriera? En la sociedad veo un exceso de crispación. Soy partidario de que haya diálogo  para enfocar los problemas mediante compromisos. La política es el arte de gobernar el espacio público que compartimos. Uno tiene que gobernar sobre la pluralidad de ideas y no sólo para quien los vota, sino para el país. Uno tiene que ofrecer un proyecto de país que interese a todos, inclusive a los que no te han votado. Hay que conseguir un compromiso de país con un proyecto de país. Para llegar a ese compromiso hace falta mucho diálogo y mucho pacto.

- Europa se ha tornado expulsora y el “Brexit” demuestra que la idea de unión está en crisis. ¿Cuáles son los valores que debe encarnar ahora el progresismo?
- El deseo, la pulsión de progreso, nunca es vieja. La virtud de la socialdemocracia es que puede tener nuevos principios cuando cambia la situación, lo cual es mucho más difícil de conseguir con la ideología comunista, que es rígida. Tiene usted razón: está en crisis esa idea. Pero permítame que le diga: está en crisis la idea misma de Europa. Lo del “Brexit” es un ejemplo clarísimo. Y a esto lo diré clarísimo: también es el ejemplo de una irresponsabilidad de los líderes, que es cada vez más frecuente. Así que el señor (David) Cameron decidió incendiar la casa para salvar los muebles, y se quedó sin casa y sin muebles. Y ha metido al Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte en un lío monumental con fracturas territoriales y fracturas generacionales. Los viejos de mi edad votaron por irse de Europa, mientras que los jóvenes votaron por quedarse. Así que los que tienen que vivir más años van a soportar esa fractura. Pero no se votar por irse o no irse de Europa: se votan emociones. Ahí está la campaña de Donald Trump: a lo mejor algún día dice una cosa razonable, pero tendrá que ser porque se equivoca… La idea germinal de Europa era la de construir la economía social de mercado, la “Sociedad del Bienestar!. Sin embargo, se ha enfrentado mal la crisis económica. Después, tenemos un enorme problema para entender lo que pasa con los refugiados. El último detalle es decidir que la Alianza Atlántica, teóricamente para defenderse de lo que era la Unión Soviética, ahora es el instrumento que se va a ampliar en las aguas del Mediterráneo para controlar los flujos migratorios y de refugiados. Vamos a tener a la OTAN, con esos enormes barcos, junto a lanchas de neumáticos de pobres desgraciados muriéndose en las playas. No digo que no haya que hacer algo serio, pero esto es inconcebible. Estamos con la crisis de los refugiados cuando Europa, por su situación demográfica, de acá a 2050 va a necesitar como mínimo 20 millones de inmigrantes. Pero observen un fenómeno: mientras más nivel de desarrollo tiene una sociedad, y de mejores servicios públicos goza, más rígida se vuelve a la hora de admitir flujos migratorios inesperados. Es decir, de Siria al Líbano, ese pequeñito país, pasaron 1,7 millón de refugiados, que es la tercera parte de la población. Parece mentira, pero la pobreza es más generosa que la riqueza.

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