La Policía le pide a la Justicia que le devuelva 600 armas secuestradas

Paul Hofer, secretario de Seguridad de la provincia, se reunió el miércoles con Edmundo Jiménez, ministro fiscal. Durante el encuentro hablaron de diferentes temas. Acordaron cómo trabajar en diferentes situaciones y resolvieron un problema que generaba preocupación en la Policía: recuperar las más de 600 armas que tiene secuestradas la Justicia.

Hasta aquí, excepto para los expertos, la cantidad no sería importante. Pero el valor de esas 623 armas supera los $ 6,43 millones. Con esa cifra en mano, los tucumanos mirarán con otros ojos esta estadística.

Ese es el costo actual de las armas, ya que es imposible determinar el valor de esos elementos secuestrados porque nadie a ciencia cierta sabe cuál es el estado en el que se encuentran esos elementos. Sin embargo, cuando a un hombre de la fuerza se le incauta una pistola o una escopeta, el Estado debe reponerla una nueva.

“Nuestro pedido fue aceptado por el Ministro. Tan buena fue la recepción que ya hasta acordamos cómo se trabajará para que esos elementos vuelvan a las manos de la Policía”, explicó Hofer en una charla con LA GACETA.

Aunque no se dieron a conocer los detalles del acuerdo, ambos funcionarios elaboraron un plan en conjunto. La Policía hará un detallado informe donde se dejará en claro en qué fiscalía se encuentran las armas secuestradas.

Jiménez, una vez que tenga ese listado, se lo enviará a cada uno de los fiscales del Poder Judicial para que investiguen en qué estado se encuentran las causas por las que están incautadas las armas en cuestión. Si no tienen ningún valor probatorio, se las devolverá.

Los registros con los que cuenta la fuerza y que en los próximos días serán enviados a la Justicia también arrojaron datos sorprendentes. Por ejemplo, la Policía tiene incautado un revólver desde 1982, es decir, hace casi 34 años.

Las armas llegan a la Justicia por diferentes razones. La más común es para ser sometida a peritajes porque fueron disparadas en un procedimiento. En principio, deberían ser peritadas y devueltas, pero ese trámite puede demorar bastante tiempo.

También existen casos en los que se secuestran armas en operativos y, después de analizarlas, se determina que perteneció a un policía. A partir de ese momento, comienza otra investigación: descubrir el momento en el que fue extraviada o si fue denunciada como robada por el uniformado.

Eso no es todo: hay muchas pistolas y escopetas que son utilizadas como pruebas en los juicios. El caso más emblemático fue el del crimen del juez Héctor Aráoz. La Justicia secuestró el arma de todos los policías imputados. Las tuvo en su poder hasta que finalizó el proceso, en diciembre de 2013. Pasaron más de 11 años desde ese hecho y aún no se puede determinar si las armas fueron entregadas a la fuerza.

Los tucumanos no podrán olvidarse fácilmente de una escena que ocurrió durante el juicio por el crimen de Ismael Lucena. El abogado Cergio Morfil manipuló una pistola delante del Tribunal. Ese arma le fue incautada en noviembre de 2011 a un policía y hasta el momento no fue reintegrada, pese a que ya se dictó condena.

“La cantidad de armas impacta. Son muchas para que estén almacenadas”, aseguró Ernesto Vidal, de la firma Canigó. “Hay que ver su estado para saber si podrán ser usadas nuevamente”, destacó.

La mayoría de estos elementos, según confirmaron fuentes policiales y judiciales, se encuentran en el centro de Secuestros que tiene el Poder Judicial. Cómo se las mantiene, es un misterio.

“Esas armas se las puede volver a utilizar siempre y cuando hayan estado protegidas, especialmente de la humedad. Si sus piezas se oxidaron, es un problema. De todas manera, para sacarlas a la calle hay que limpiarlas y aceitarlas para que funcionen correctamente”, explicó un armero que pidió que su nombre se mantuviera en reserva.

Si bien es cierto que la Policía cuenta con personal que se dedica al mantenimiento de estas piezas, en el mercado este trabajo se cotiza a $ 300 por unidad. Es decir, que el estado debería hacer un gasto de casi $ 187.000.

Un tesoro en Tribunales

$ 3, 8 millones cuestan las 384 pistolas nueve milímetros.
$ 2, 1 millones es el valor de las 194 pistolas 11.25.
$ 471.500 se necesitan para adquirir 41 escopetas.
$ 24.000 costarían los tres revólveres.

Esos recursos servirían para...

10 camionetas Toyota para patrullar.

25 móviles policiales para reforzar la prevención.

250 equipos de comunicación de última tecnología.

600 chalecos antibalas para los hombres de la fuerza.