“La música es como la escenografía de las letras”

ACTÚA HOY
• A las 22, en el Teatro Mercedes Sosa, en San Martín 479

Sonríe cuando se le pregunta cuántos años lleva su carrera artística, y responde bajito que comenzó en 1964, así que habrá que sacar las cuentas nomás. “Pero la edad es una cuestión de actitud”, se ataja. Los números de la información de prensa son tajantes: 4.200 conciertos realizados; más de 5 millones de espectadores y 3 millones de discos vendidos. Con estos datos, está claro que Piero no necesita presentación, aunque se apresura a decir que regresa con un nuevo disco, “América”, y que nunca detuvo su actividad artística.

El creador de temas inolvidables como “Mi viejo”, “Soy paz, soy pan, soy más” y “Manso y tranquilo”, repetidos por distintas generaciones, recuerda vagamente durante la entrevista con LA GACETA que actuó en esta ciudad, donde estuvo acompañado por su guía espiritual Indra Devi, la primera occidental que enseñó yoga en la India (fue en mayo de 1983 en el Palacio de los Deportes). “Allí fue cuando pude explicarle a Indra que yo no canto, que yo hablo con la gente. Los tucumanos son muy cálidos, de eso me acuerdo bastante bien. Tengo amigos y personajes de la vida acá”, agrega.

Piero fue secretario de Cultura de Buenos Aires en 1998, designado por Eduardo Duhalde. Y en 2002 se le inició una causa por presunto uso irregular de 40 subsidios concedidos a la Fundación Buenas Ondas, que él presidía, por la Subsecretaría de Minoridad de la Provincia de Buenos Aires. Es un tema que aún le pesa, pero aclara que no quedó ninguna causa pendiente.

- ¿Cómo se desarrolla actualmente tu carrera artística?

- Nunca la abandoné, nunca paramos: desde hace muchos años recorremos toda América Latina, Europa, Australia y Estados Unidos, donde nos viene a ver una multitud de latinos. Lo que pasa es que no trabajamos en Argentina por distintas razones.

- Y volvés ahora…

- Sí, en medio de la malaria. El país está mal, la gente está con serios problemas de supervivencia y de entender lo que pasa. Ojalá me equivoque, pero en todos los rubros hay lamentos y quejas; es como si se estuviera trabando el país…

- Evidentemente defendías otro proyecto político.

- Pero no estuve ni con el anterior ni con este…

- Musicalmente, compusiste otras canciones en este tiempo. ¿Qué es de la vida del Piero cantautor?

- En este caso presentamos un disco nuevo, “América”, con canciones nuevas que son producto de nuestras giras. Son distintas miradas de nuestro querido continente desde una mirada crítica y socialmente comprometida, como la que tengo.

- A eso iba, en tus temas hay un reclamo permanente…

- Bueno, no te olvidés que en un momento dijimos que había que terminar con las canciones de protesta y pasar a las de propuesta, lo que es más difícil. Pero lo uno no quita lo otro. Estamos concentrados en la solidaridad y en el amor, que son más que aquellos relatos políticos que pueden ser muy bonitos, pero que están lejos de la realidad. Estamos trabajando y metidos en América Latina, trabajando en el proceso de paz de Colombia. Estoy muy involucrado, tratando de sumar. Tengo la nacionalidad colombiana desde hace 20 años, y en septiembre vamos a ir de gira por los lugares más castigados, con Alejandro Lerner, León Gieco, Víctor Heredia y Pablo Milanés. Vamos a abarcar seis regiones en principio: Amazonia, Andina, Caribe, Insular, Orinoquía y Pacífico.

- ¿Cómo armás tu recital?

- Armamos un sistema como si fuese un concierto a la carta. La gente se mete en Facebook y vota tres canciones y vamos armando una lista entre 15 y 20 composiciones, además de los nuevos temas de “América”, algunos de los cuales interpretamos. Los temas van cambiando según las regiones… En esta gira será infaltable “Soy paz, soy pan, soy más”. Te aclaro que en las nuevas canciones hay rock, candombe, baladas y joropo… Finalmente la música es como una escenografía de las letras.

- Vos te fuiste del país por una causa judicial. ¿Cómo quedó esa situación?

- Todo se resolvió, aunque no como me hubiese gustado a mí… era por U$S 400, y al final terminaron devolviéndome U$S 15.000 dos meses después. En fin, hay cosas incomprensibles, y fueron aprendizajes que hice. Y me fui porque me desengañó lo que me pasó... con todo el esfuerzo que estaba haciendo. Con la granja buscaba una alternativa para los pibes a los que nadie les tira un hueso. En esa época había 200.000 chicos de la generación “ni”, y ahora son bastante más de un millón.