Yerba Buena quiere volver a intentarlo

Si de separación de residuos se trata, podría decirse que Yerba Buena es pionera. Desde 2012 y hasta mediados de 2015, en esa ciudad pedemontana se implementó un plan piloto de clasificación en origen, del que participaron hasta 10 urbanizaciones cerradas. Tras esa experiencia, los nuevos gobernantes diagraman otro programa de gestión de desechos.

Hace unas semanas, el área que conduce Hernán Macedo -secretario de Servicios Públicos y Ambiente- le envió al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza, que consiste en la selección de más de un centenar de grandes generadores de basura, entre los que habrá locales comerciales y barrios cerrados.

Si prospera la idea, los participantes deberan sacar bolsas diferenciadas. Los plásticos, vidrios y cartón irán en un costal aparte y aguardarán a que se los lleve el camión de reutilizables. La iniciativa dispone que se emplee a trabajadores de cooperativas, que serán los encargados de hacer la selección o limpieza de lo recogido.

Llegada esta instancia, surge el nombre de la empresa Castillo Reciclados, a quien se le entregaría el material para que sea tratado en su planta de compactación y triturado. De hecho, actualmente la Municipalidad se encarga de llevar hasta ahí lo que los vecinos depositan en el punto verde de avenida Perón y Saavedra Lamas.

“En el primer mes, recolectamos 5.000 kilos”, cuenta Macedo, y enseguida promete que pronto se habilitarán más ecopuntos.

Para que los números le cierren a la gente de Castillo Reciclados (pues los altos costos fueron una de las razones que en 2015 condujeron al cierre del plan), la Municipalidad planea seguir costeando el traslado de la basura hasta el predio privado.