30 Julio 2016
ACCESIBLE. Los medicamentos homeopáticos suelen ser económicos: $50 u $80 por mes un esquema básico. panchrest-partnership.com
Al principio, la idea sonó a locura. ¿Un servicio de homeopatía, en una institución de salud pública? Durante el primer mes, ni un solo paciente tocaba la puerta de la doctora Pilar Cárdenas Ypa, quien por ese tiempo estaba acompañada por uno de los primeros homeópatas tucumanos, Miguel Isas. Pero después de la prueba de fuego con la sala de espera vacía empezaron a llegar los primeros pacientes. Hoy son más de 250 los que buscan una alternativa a la medicina tradicional y se atienden regularmente en el servicio de la Asistencia Pública, de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Para conseguir un turno nuevo hay que esperar hasta mediados de septiembre.
“Es el único servicio gratis de homeopatía del país, es algo histórico que Tucumán haya dado el primer paso en esto. En países como Francia, Estados Unidos o India, por ejemplo, hay hospitales enteros de homeopatía, pero en Argentina sólo hay consultas privadas”, celebra Cárdenas Ypa, quien ante la consulta de LA GACETA reconoce que los dos días a la semana de consultorio son escasos para la demanda que se ha generado.
Según la médica, el perfil de los pacientes y las patologías que se atienden en el servicio son amplísimos. “Vemos muchas embarazadas que no quieren tomar medicamentos alopáticos, chicos alérgicos que sus mamás ya no les quieren dar más corticoides porque les hacen muy mal, gente con hipertensión... Hay de todo un poco. De todas maneras, el médico homeópata no da un diagnóstico del modo que lo hacen los alópatas, nunca se reemplaza el diagnóstico de los especialistas, entonces es muy frecuente que derivemos para que el paciente tenga también la opinión del médico especialista y opte qué camino seguir”, explicó Cárdenas Ypa, hasta el momento la única homeópata del servicio. La médica admite que todavía hay mucha resistencia desde la medicina tradicional hacia la homeopatía, pero que el objetivo no es reeplazar una disciplina por otra. “Tengo pacientes con problemas cardíacos crónicos, por ejemplo, que no dejan de hacerse controles con los cardiólogos, pero que prefieren los medicamentos homeopáticos -sostuvo-. Creo que de parte de los médicos alópatas hay resistencias porque todavía hay mucha ignorancia, pero no se trata de reemplazar una cosa con otra”..
“Hay una sola medicina y es la que cura. No importan los fundamentos, los principios o leyes que la sostengan. Lo que importa es que funcione. Y la homeopatía es una alternativa para muchas dolencias que no pueden ser tratadas desde la medicina tradicional. La homeopatía cura a la persona, en cambio la alopatía cura la enfermedad. Los síntomas más importantes son los mentales ”, sostiene Miguel Isas, un veterano en la materia. Discípulo de Julio Prebisch, ex rector de la UNT y el introductor de la homeopatía en la provincia, Isas es uno de los primeros médicos homeópatas locales. Además, se atribuye el haber impulsado la creación del servicio de Homeopatía de la Asistencia Pública.
“Durante una cena en octubre de 2010 comenté un caso espectacular que me había tocado. Un hombre que había tenido un derrame cerebral quedó afásico, no podía hablar. Lo atendí, él me apostó que no iba a poder curarlo y al mes de tratamiento me llamó para decirme que él había perdido la apuesta, que había recuperado el habla. Se lo comenté al entonces intentende de la capital, Domingo Amaya, y le dije que si quería hacer historia abriera el servicio de Homeopatía en la Asistencia Pública, lo que finalmente se hizo el 4 de junio de 2013. Es, por exagerado que suene, un hito histórico”, sostiene Isas.
El médico destaca la importancia de hacer llegar la homeopatía a las personas que no tienen recursos para hacer las consultas y optar por esta alternativa medicinal. “Los medicamentos son muy baratos en relación a las drogas convencionales, pero las consultas son caras porque son larguísimas. Además, los homeópatas no trabajamos con obras sociales porque lo que pagan es muy poco. Una consulta dura no menos de una hora...”, explicó Isas. “Es muy importante que exista la posibilidad para la gente que no puede pagarla. Ahora sería bueno fortalecer el servicio y agregar más días a la semana”, señaló.
“Es el único servicio gratis de homeopatía del país, es algo histórico que Tucumán haya dado el primer paso en esto. En países como Francia, Estados Unidos o India, por ejemplo, hay hospitales enteros de homeopatía, pero en Argentina sólo hay consultas privadas”, celebra Cárdenas Ypa, quien ante la consulta de LA GACETA reconoce que los dos días a la semana de consultorio son escasos para la demanda que se ha generado.
Según la médica, el perfil de los pacientes y las patologías que se atienden en el servicio son amplísimos. “Vemos muchas embarazadas que no quieren tomar medicamentos alopáticos, chicos alérgicos que sus mamás ya no les quieren dar más corticoides porque les hacen muy mal, gente con hipertensión... Hay de todo un poco. De todas maneras, el médico homeópata no da un diagnóstico del modo que lo hacen los alópatas, nunca se reemplaza el diagnóstico de los especialistas, entonces es muy frecuente que derivemos para que el paciente tenga también la opinión del médico especialista y opte qué camino seguir”, explicó Cárdenas Ypa, hasta el momento la única homeópata del servicio. La médica admite que todavía hay mucha resistencia desde la medicina tradicional hacia la homeopatía, pero que el objetivo no es reeplazar una disciplina por otra. “Tengo pacientes con problemas cardíacos crónicos, por ejemplo, que no dejan de hacerse controles con los cardiólogos, pero que prefieren los medicamentos homeopáticos -sostuvo-. Creo que de parte de los médicos alópatas hay resistencias porque todavía hay mucha ignorancia, pero no se trata de reemplazar una cosa con otra”..
“Hay una sola medicina y es la que cura. No importan los fundamentos, los principios o leyes que la sostengan. Lo que importa es que funcione. Y la homeopatía es una alternativa para muchas dolencias que no pueden ser tratadas desde la medicina tradicional. La homeopatía cura a la persona, en cambio la alopatía cura la enfermedad. Los síntomas más importantes son los mentales ”, sostiene Miguel Isas, un veterano en la materia. Discípulo de Julio Prebisch, ex rector de la UNT y el introductor de la homeopatía en la provincia, Isas es uno de los primeros médicos homeópatas locales. Además, se atribuye el haber impulsado la creación del servicio de Homeopatía de la Asistencia Pública.
“Durante una cena en octubre de 2010 comenté un caso espectacular que me había tocado. Un hombre que había tenido un derrame cerebral quedó afásico, no podía hablar. Lo atendí, él me apostó que no iba a poder curarlo y al mes de tratamiento me llamó para decirme que él había perdido la apuesta, que había recuperado el habla. Se lo comenté al entonces intentende de la capital, Domingo Amaya, y le dije que si quería hacer historia abriera el servicio de Homeopatía en la Asistencia Pública, lo que finalmente se hizo el 4 de junio de 2013. Es, por exagerado que suene, un hito histórico”, sostiene Isas.
El médico destaca la importancia de hacer llegar la homeopatía a las personas que no tienen recursos para hacer las consultas y optar por esta alternativa medicinal. “Los medicamentos son muy baratos en relación a las drogas convencionales, pero las consultas son caras porque son larguísimas. Además, los homeópatas no trabajamos con obras sociales porque lo que pagan es muy poco. Una consulta dura no menos de una hora...”, explicó Isas. “Es muy importante que exista la posibilidad para la gente que no puede pagarla. Ahora sería bueno fortalecer el servicio y agregar más días a la semana”, señaló.
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