Sin pavimento y repleta de pozos, la ruta 306 quedó abandonada desde Leales hacia el sur

Sin pavimento y repleta de pozos, la ruta 306 quedó abandonada desde Leales hacia el sur

Los pobladores se quejan por la falta de ambulancias. Precarias reparaciones de la ruta.

PIEDRAS DE RELLENO. Como un cráter lunar, el agujero ocupa la mitad de la ruta provincial 306. LA GAETA / FOTOS DE FRANCO VERA.- PIEDRAS DE RELLENO. Como un cráter lunar, el agujero ocupa la mitad de la ruta provincial 306. LA GAETA / FOTOS DE FRANCO VERA.-
30 Julio 2016
Los lugareños le llaman “tembladeras”. Así se refieren a los movimientos de suelo que tiene la ruta provincial 306 en el este tucumano. Decirles baches queda demasiado pequeño. Son cráteres que, muchas veces, ocupan la mitad de la calzada en la ruta. Es una zona agropecuaria que genera un tránsito fluido, lo que agrava aún más el problema. Los pobladores calculan que, desde el amanecer hasta el mediodía, circulan entre 50 y 60 camiones.

El camino está tan destruido que los vehículos pesados avanzan a paso de hombre. En el trayecto se levanta una nube de polvo seco que tarda en aplacarse. Ese polvillo seco se siente en los labios. El tramo que va desde Los Quemados hasta Los Gómez los pozos obligan a transitar en primera. “Esta ruta figura como asfaltada” se queja Fabián “Pata” Acosta. El vecino, nacido y criado en la zona, recuerda que hace 35 años se hizo el pavimento en la ruta 306 hasta la Villa de Leales. “Desde ahí para abajo -dice, mientras señala hacia el sureste-, han dejado todo abandonado”, afirma.

Frente a la capilla San Isidro Labrador, una máquina retroexcavadora de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) remueve las piedras para rellenar uno de los tantos pozos que se forman en la ruta. Al lado de la capilla está la escuela secundaria, donde un grupo de estudiantes sale de clases y espera el ómnibus de la empresa “El Tigre”. Es el único medio de transporte para los pobladores de esa zona.

Patricia Chipolari, vecina de Los Gómez, advierte que, cada vez que llueve, los ómnibus quedan atascados en la mitad de la ruta. “Para colmo si te enfermás después de las 12, no hay médico y tampoco hay ambulancias”, plantea. De hecho, pasado el mediodía, el edificio del Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS), ubicado frente a la escuela, está cerrado.

Un ómnibus de la empresa “El Tigre” se detiene frente a la escuela. “Mire -dice Patricia Chipolari- los coches están viejos, las ventanillas no cierran y la empresa dice que no le conviene poner unidades nuevas porque el camino está destruido”, asegura.

Ángel Mamaní Segura vive en el barrio Victoria de la capital y trabaja de preceptor en la escuela secundaria de Los Quemados. Todos los días hace el mismo recorrido y conoce tanto el trayecto como los baches de la ruta. “Los chicos no pueden venir a clases cuando llueve, porque no viven sobre la ruta, sino en caminos vecinales intransitables -resalta-; a veces, también el ómnibus se queda en medio del barro”, agrega.

La caña de azúcar es lo que abunda en la zona, desde la Villa de Leales hacia el sureste. Es común ver transitar a camiones con carga de hasta 35 toneladas (12 ruedas), cuyo peso bruto vehicular es de 52 toneladas. El trayecto comprende a la comuna de Los Gómez, administrada por Antonio Quintana y la comuna de Villa de Leales, a cargo de Felipe Suárez. “Ellos se pasan la pelotita y dicen que es responsabilidad de Vialidad de la provincia y así siguen pasando los años sin que llegue una solución”, concluye Chipolari.

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