28 Julio 2016
CON BUENA MANO. Pablo Osores destacó el trabajo de todo el seleccionado. la gaceta / foto de héctor peralta (archivo)
Faltaba un minuto para que suene la chicharra que daría por concluida la final del 82° Campeonato Argentino de Básquet, entre Santa Fe -el local- y Tucumán. El marcador estaba igualado en 76. Las circunstancias del juego hicieron que el seleccionado de nuestra provincia cuente con cuatro tiros libres en manos de Pablo Osores.
Toda la presión de un estadio colmado, que gritaba por los locales, pesaba sobre el tirador. Pero su cabeza se mantuvo fría y logró convertir los cuatro simples que sellaron el resultado: 80 a 76. Así Tucumán logró su quinto título -el primero en calidad de visitante y el primer bicampeonato- en “el más argentino de los campeonatos”. “Se me dio a mí y tomé esa responsabilidad. Siempre estuve muy tranquilo. Eso te lo dan los años que uno lleva en esto y el apoyo de mis compañeros”, explicó Osores.
Según se desglosa de sus dichos, la final se dio tal como la habían planeado. “En principio, nuestra idea era tratar de llevar el partido palo a palo. Sabíamos que con el correr de los minutos ellos sentirían más la presión porque eran locales”, contó. Al inicio del último cuarto sintió que el título estaba al alcance de la mano: “ahí vimos cómo iba el tanteador y nos dijimos que era nuestra oportunidad”.
Más allá de la confianza, a ese cuarto parcial había que jugarlo sin cometer errores. “Sabíamos que, como toda final, iba a ser muy cerrada y muy pareja. En los últimos minutos tuvimos la lucidez para definir partido, cosa que no nos había ocurrido contra Entre Ríos y contra Buenos Aires (con ambos perdió Tucumán), que los cerramos mal”, señaló.
Osores consideró que el mérito del triunfo fue de todo el plantel. A modo de ejemplo, destacó al base Leandro Vildoza y al escolta Iván Gramajo. “El torneo que hizo Leandro conduciendo el equipo fue impecable. Y tenerlo a Iván, que nos dio tremenda respuesta y que terminó un par de partidos como goleador... pero en realidad, todo el equipo. Es muy difícil lograr este tipo de títulos sólo con individualidades”, puntualizó.
Toda la presión de un estadio colmado, que gritaba por los locales, pesaba sobre el tirador. Pero su cabeza se mantuvo fría y logró convertir los cuatro simples que sellaron el resultado: 80 a 76. Así Tucumán logró su quinto título -el primero en calidad de visitante y el primer bicampeonato- en “el más argentino de los campeonatos”. “Se me dio a mí y tomé esa responsabilidad. Siempre estuve muy tranquilo. Eso te lo dan los años que uno lleva en esto y el apoyo de mis compañeros”, explicó Osores.
Según se desglosa de sus dichos, la final se dio tal como la habían planeado. “En principio, nuestra idea era tratar de llevar el partido palo a palo. Sabíamos que con el correr de los minutos ellos sentirían más la presión porque eran locales”, contó. Al inicio del último cuarto sintió que el título estaba al alcance de la mano: “ahí vimos cómo iba el tanteador y nos dijimos que era nuestra oportunidad”.
Más allá de la confianza, a ese cuarto parcial había que jugarlo sin cometer errores. “Sabíamos que, como toda final, iba a ser muy cerrada y muy pareja. En los últimos minutos tuvimos la lucidez para definir partido, cosa que no nos había ocurrido contra Entre Ríos y contra Buenos Aires (con ambos perdió Tucumán), que los cerramos mal”, señaló.
Osores consideró que el mérito del triunfo fue de todo el plantel. A modo de ejemplo, destacó al base Leandro Vildoza y al escolta Iván Gramajo. “El torneo que hizo Leandro conduciendo el equipo fue impecable. Y tenerlo a Iván, que nos dio tremenda respuesta y que terminó un par de partidos como goleador... pero en realidad, todo el equipo. Es muy difícil lograr este tipo de títulos sólo con individualidades”, puntualizó.
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